JUSTICIA

Condenan a José Miguel Narváez a 30 años de cárcel por el crimen de Jaime Garzón

El exsubdirector del DAS fue encontrado responsable de instigar el crimen del periodista. Después de 19 años del asesinato, el juez séptimo penal de circuito lo encontró responsable en calidad de determinador. Sentencia decide echar para atrás la declaratoria como crimen de lesa humanidad.

14 de agosto de 2018
| Foto: Archivo particular

Dos años después de terminar el juicio en contra del exsubdirector del DAS, el Juzgado Séptimo Penal del Circuito emitió una condena histórica: José Miguel Narváez, que ya cumple una condena por chuzadas ilegales del DAS, deberá pagar 30 años de cárcel como determinador del homicidio agravado del periodista Jaime Garzón.

En contra del concepto de la Procuraduría de Alejandro Ordóñez, que pidió la absolución de Narváez, el juez Ricardo Mojica Vargas lo encontró responsable y lo condenó también a pagar una multa de 500 salarios mínimos (375 millones de pesos). El dinero será entregado a modo de resarcimiento a Gloria Cecilia Krong Hernández, Marisol Garzón Forero, Alfredo Garzón Forero y Manuel Alfredo Garzón Forero, familiares del periodista y humorista, asesinado hace 19 años en el barrio Quinta Paredes de Bogotá. 

"País de mierda" pronunció al aire el periodista César Augusto Londoño, una expresión que recogió el rechazo de la sociedad y se extendió por años para recordar la mancha de impunidad que persiguió el crimen de Garzón. Casi dos décadas después, el juzgado encontró que Narváez como determinador es acreedor a la máxima pena porque el periodista iba en total estado de indefensión. Al momento del ataque, además de encontrarse solo, fue sorprendido, no tuvo la posibilidad de reaccionar y menos contaba con los medios de defensa para repeler al sicario. 

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El togado asegura que Garzón había sido objeto de seguimientos con antelación a los hechos, conocían su actividad diaria, recorridos, horarios, vehículo en que se transportaba, lugares que frecuentaba. De allí, que considere que los autores del homicidio tenían una posición ventajosa para aprovechar las horas de la madrugada, 5:45 aproximadamente, para ejecutar el crimen en un calle aislada y sin posibilidad de reacción. 

Hasta ahora, el único condenado por el crimen de Jaime Garzón era el desaparecido jefe paramilitar Carlos Castaño, quien dio la orden de ejecutar el homicidio. En el año 2016, la Fiscalía declaró el crimen como de lesa humanidad, lo cual impedía la prescripción; sin embargo, el juzgado decidió reversar esta declaratoria al considerar que se trató de una molestia personal y no de un actuar sistemático y generalizado.

"Para Castaño Gil, Narváez era un Dios, él le llevaba listas de los enemigos de la democracia y se refería a él como un hombre muy respetado en las Fuerzas Armadas", Iván Roberto Duque, alias Ernesto Báez


El testimonio clave contra Narváez

El juzgado le da plena credibilidad a la declaración que rindió el 13 de febrero de 2012, desde una cárcel de Miami, el exparamilitar Diego Murillo, alias Don Berna. Asegura que su versión es "contundente, fiable y solvente". A continuación la transcripción literal de la declaración de alias Berna, que reposa en el expediente:

"Él (Narváez) llega con información de que Jaime Garzón no solo es facilitador de secuestros sino que hace parte de la estructura de las Farc, inclusive llega con una foto, en la cual Garzón esta con un fiyak o sea con una chaqueta camuflada, en una zona del Sumapaz, Carlos me dice que llame al negro Elkin que se dirija a hablar con el (sic), nos reunimos con el (...) Narváez se retira y Carlos dice que va a tomar la decisión de darlo de baja. 

Fiscal: Cuando Narváez deja la información el sabia, que dar este tipo de información a ud. o Castaño, el (sic) sabía que la conclusión era el homicidio?

P: Claro el (sic) sabía que se iba a dar de baja (...) Carlos explica ahí la necesidad de dar de baja hay Jaime Garzón, en la carpeta que deja el señor Narváez, ya esta (sic) toda la información sobre él, que trabaja en una reconocida emisora de
Radio, que tiene un programa en la mañana, ellos viajan a Bogotá y con la ayuda de inteligencian Militar (sic) Hacen el seguimiento y hasta que toman ... hasta que le dan de baja".

"Don Berna puntualizó y juró que el procesado fue el determinante en la muerte de Jaime Garzón", juzgado.

Para el juez, Don Berna era un jefe paramilitar cercano a Castaño Gil, tenía una alta posición al interior de la organización, por tanto tenía la oportunidad de presenciar el reclamo efectuado por Castaño a Narváez por el “direccionamiento” en la muerte de Garzón Forero.

El juzgado asegura que esta versión converge con la que también entregaron Libardo Duarte y Ernesto Báez. Este último asegura, que hubo un grado de asedio tal de Narváez a Castaño que terminó por impartir la orden de matar a Garzón.

Iván Roberto Duque Gaviria, alias Ernesto Báez, manifestó que ante Castaño Gil, Narváez señaló a Garzón Forero como negociador de secuestros de la guerrilla y subrayó que el jefe de las AUC era susceptible a ese tipo de información, en tanto para él, el exsubdirector del DAS "era considerado como uno de los apoyos más importantes para la organización".

"Para Castaño Gil, Narváez era un Dios, él le llevaba listas de los enemigos de la democracia y se refería a él como un hombre muy respetado en las Fuerzas Armadas", aseguró Báez en una declaración. 

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En este mismo sentido se pronunció el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso quien indicó que en las autodefensas se verificaba la información que se recibía: "Cuando llegaba información de personas prestantes como el doctor Narváez, normalmente se daba por cierta, porque eran de personas que era un profesor de la Escuela Superior de Guerra y tenía acceso a información tan privilegiada; para nosotros era una información totalmente confirmada”..

Para el juzgado, todo esto corrobora el alto reconocimiento de Narváez Martínez en la organización, la relación directa que éste tenía con Castaño Gil y la manera en que, sin dar órdenes, orientaba o guiaba al máximo líder a tomar decisiones respecto de personas que eran consideradas adversarios y por ende debían ser eliminados.

"Todo lo anterior demuestra y fuerza a concluir que José Miguel Narváez Martínez determinó a Carlos Castaño Gil para que ultimara, como en efecto aconteció, a Jaime Garzón Forero", sostiene el funcionario judicial.

Don Berna fue claro en señalar a Narváez como miembro orgánico de las AUC, aseguró que tuvo oportunidad de conocerlo personalmente en el año 1997, época para la cual había mucha influencia por parte de miembros del Ejército, los cuales lo utilizaban como intermediario y era la persona que se encargaba de suministrar información sobre operativos contra las Autodefensas o personas que tuvieran vínculo con la guerrilla o la izquierda.

El exjefe paramilitar, preso en Estados Unidos, recordó una de las conferencias que dictó Narváez, Por qué es lícito matar comunistas la cual impartió en un sitio denominado La 21, ubicado entre Valencia y San pedro de Urabá. Lo calificó como un radical que consideraba a toda la izquierda como peligrosa, lo cual le hizo mucho daño a la organización. 

Los casos pendientes

En el expediente por la muerte de Garzón también está vinculado el coronel (r) Jorge Eliécer Plazas Acevedo, quien fue comandante de inteligencia de la brigada XVII, y cuyo juicio en la justicia ordinaria llegó a su fin. Sin embargo, la decisión final quedó en suspenso luego de que el exoficial decidiera enviar su solicitud de acogimiento a la Jurisdicción Especial para la Paz. 

También hay una investigación en contra del general (r) Rito Alejo del Río. El excomandante de la brigada XVII ya fue admitido por esta jurisdicción transicional.

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