| Foto: Juan Carlos Sierra

DECISIÓN

Congreso no ampliaría el período presidencial

Con un ambiente en contra, el Gobierno radicará la reforma al equilibrio de poderes.

2 de septiembre de 2014

Sin ningún consenso entre los partidos políticos, ni los de la Unidad Nacional, ni mucho menos los de la oposición, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, radicará en la mañana de este miércoles uno de los principales proyectos que el Gobierno pondrá a consideración del Congreso: la reforma al equilibrio de poderes.
 
El proyecto, que busca hacer una nueva enmienda a la Constitución, tendrá como principal objetivo eliminar la figura de la reelección presidencial y todas las demás reelecciones. Es decir, se modificaría la Constitución también para prohibir la reelección del procurador general, el contralor general y hasta magistrados de las altas cortes.
 
A cambio de eliminar la figura de la reelección, el propio presidente Juan Manuel Santos se comprometió a ampliar el período presidencial de cuatro a cinco años. Así estará escrito en el proyecto que presentará el ministro Cristo y que será puesto en consideración del parlamento.
 
Pero al ampliar el período presidencial y eliminar la reelección, y para hacer el equilibrio de poderes, el Gobierno propone también que el período constitucional se extienda para los jefes de los organismos de control, los alcaldes, los gobernadores, los diputados, y obviamente los congresistas, que serían elegidos para un período también de cinco años.
 
Y es precisamente en este punto en el que el Congreso empieza a distanciarse de la propuesta del Gobierno. Y el ambiente que se percibe en el capitolio es que se eliminará la reelección (sólo el Centro Democrático defenderá esta figura), pero no se aprobará la ampliación de los períodos constitucionales. Esto quiere decir que el período presidencial se mantendría en cuatro años.
 
Varios senadores que discutieron previamente los alcances de esta reforma le advirtieron a Cristo que esa idea tendría poco futuro en el parlamento. Por ejemplo, el senador Armando Benedetti (La U) calificó esa idea como “inviable”.
 
Lo que no gusta a los congresistas de la ampliación del período presidencial es un tema de poder político en lo que Roy Barreras califica como “comarca”. Y es que pocos congresistas están dispuestos a ampliar el período de los alcaldes y los gobernadores.
 
Por eso el ministro Cristo, que decidió incluir esta propuesta (ajustado a la intención del presidente Santos), tendrá que jugársela a fondo para convencer al Congreso. Sin embargo, senadores cercanos al ministro han dicho que este no será un punto de honor y que el Gobierno aceptaría que el período presidencial se mantuviera en cuatro años sin reelección.
 
El proyecto además eliminará las funciones nominadoras de las altas Cortes y ampliará la sanción de la silla vacía para delitos de corrupción. También propone, una vez más, eliminar el Consejo Superior de la Judicatura y crear un tribunal de aforados para investigación y juzgamiento de los altos funcionarios como el presidente, el fiscal, el procurador y los magistrados de las altas Cortes. Eso quiere decir que nuevamente se intentará acabar con la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.
 
Así mismo, se establece que para ser magistrado se debe acreditar una experiencia de 20 años. La elección del contralor será hecha por el Congreso, sin una terna presentada por las Cortes. Se acabaría la Auditoría General de la República.
 
Pero el proyecto también contempla otros ajustes que tendrán muchos reparos en el Congreso. Y es que este proyecto tiene un capítulo complejo de reforma política y electoral.
 
La propuesta pretende eliminar el voto preferente y los partidos estarían obligados a presentarse en elecciones con listas cerradas
 
La reforma a la composición del Congreso contempla que el Senado será en el 90 % de circunscripción nacional y en el 10% de circunscripción departamental. La idea es que los 10 departamentos que históricamente no han tenido representación en el Congreso la tengan.
 
Otro de los puntos de la reforma es que eliminaría la inhabilidad a los congresistas para poder desempeñarse como ministros y embajadores, y para poder ser candidatos a alcaldías y gobernaciones.
 
Y hay una ñapa que tal vez no guste a los congresistas. El proyecto del Gobierno establece que los parlamentarios sólo se pueden reelegir por un período tanto en Cámara como en Senado. Aunque esta idea tiene respaldo en algunos senadores como Roy Barreras y Armando Benedetti, que coinciden en señalar que sería una buena herramienta para la renovación de los partidos políticos, otra cosa piensan los grandes caciques regionales cuyo poder, en buena medida, ha derivado de sus extensas carreras en el Congreso.
 
Cristo sabe que esta propuesta no será fácil de llevar a buen puerto. Precisamente, él presentó hace 16 años un proyecto similar, y fue el único que votó a favor de eliminar la reelección de los congresistas.
 
Con ese ambiente llega uno de los proyectos prioritarios del presidente Santos. El mandatario lo presentará este miércoles en la Casa de Nariño. La iniciativa llega en un momento crucial del Congreso que apenas lleva mes y medio de haberse instalado. Porque en las recientes semanas la gobernabilidad, que parecía amplia para Santos, ha reducido notoriamente su margen. La pasada elección de los magistrados del CNE demostró que no es tan fuerte, pues perdió dos curules en el tribunal electoral, y los conservadores y uribistas sellaron su primera alianza.
 
El trámite de este proyecto, además, será el principal reto del ministro Cristo, que además, por su reciente pasado en el Congreso, tendrá que superar muchos escollos. Primero el posible escenario de impedimentos, pues el proyecto podría generar conflicto de interés en muchos congresistas. Y deberá jugar sus cartas para mantener la disciplina en la Unidad Nacional, algo que se garantiza no sólo con muñeca, también con acuerdos burocráticos.
 
La reforma al equilibrio de poderes será el primer proyecto que presente el Congreso y ocupará a los parlamentarios durante al menos 12 meses, ya que debe ser aprobada por en ocho debates, cuatro en Cámara y cuatro en Senado.