Puente Pumarejo
Contraloría ordena la demolición del antiguo puente Pumarejo
El ente de control asegura que es necesario quitar la vieja estructura, entre otras cosas, para dinamizar la economía.
Desde diciembre del 2019 se puso en funcionamiento el nuevo Puente Pumarejo en Barranquilla, que buscaba, entre otras cosas, que embarcaciones con mayor capacidad pudieran ingresar a la terminal de la capital del Atlántico lo que permitiría que ingresar nuevos tipos de mercancías, además de contribuir con la dinamización de la economía nacional.
No obstante, la antigua estructura, conocida como el Puente Laureano Gómez, que cuenta con un galibo de 16 metros, está impidiendo el acceso de los grandes buques, por lo que no hace sentido la apertura de la nueva. Es por esto que la Contraloría General le pidió al Instituto Nacional de Vías (Invías), que se debía retirar el viejo paso.
De hecho, el vicecontralor, Carlos Zuluaga, aseguró que ha faltado gestión por parte de las autoridades, además que se han perdido recursos que se destinaban en la idea original del proyecto. En entrevista con El Heraldo aseguró que si no se hace la demolición parcial o total, se vendrán sanciones disciplinarias por una afectación económica en el sector.
De hecho, hace un par de semanas, la Contraloría detalló que ya se le había advertido al Invías por las continuas anomalías que se presentan en algunos elementos de la estructura del nuevo Puente Pumarejo en Barranquilla. Esos inconvenientes ya habían sido señalados hace más de seis meses por el organismo de control.
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El Contralor Delegado para el Sector de Infraestructura, Luis Fernando Mejía Gómez, se dirigió nuevamente al director general del Invías, Juan Esteban Gil, en una comunicación fechada el 28 de junio, enfatizando que siendo esa entidad la que figura como el propietario y responsable directo del cuidado, operación y mantenimiento del puente, es crucial que se tomen medidas adecuadas y prontas para subsanar las anomalías y se informe a la Contraloría Delegada sobre estas acciones.
La alerta se refiere específicamente a la pérdida de tornillos y tuercas en el sistema de anclaje de los tirantes al tablero principal del Puente Pumarejo, lo que la Contraloría considera una anomalía y un riesgo que aún no se ha solucionado satisfactoriamente hasta la fecha.
Esta situación pone en peligro los componentes externos e internos de los anclajes afectados, como el tubo antivandálico y otros elementos interiores, al exponerlos a riesgos graves de corrosión, degradación física y posibles conflagraciones. Estos problemas pueden comprometer la estabilidad estructural del sistema de tirantes del puente, según lo expresado por el Interventor Consorcio Vial Pumarejo.
“A principios de este año (2023) la CGR finalizó una Auditoría de Cumplimiento a contratos del INVÍAS donde determinó un hallazgo con presunta incidencia fiscal por 25.296 millones de pesos, correspondiente al contrato de construcción del puente Pumarejo, generado por deficiencias en la gestión para garantizar el funcionamiento permanente de los sistemas de iluminación e instrumentación de esta estructura, la cual fue puesta en funcionamiento desde diciembre del año 2019″ señaló la Contraloría.
Otra preocupación planteada por la entidad reguladora, se relaciona con el Sistema de Instrumentación y Monitoreo del Puente Pumarejo, que ha estado en operación durante 2 años y medio sin funcionar adecuadamente.
Esto ha impedido conocer los resultados de los parámetros de desempeño especificados por el diseñador estructural y, lo que es aún más preocupante, no se tiene certeza sobre cuándo el INVIAS pondrá en marcha este sistema correctamente.
Además de estas cuestiones, al realizar una Auditoría de Cumplimiento a los contratos del Invias a principios del 2023, se encontró una presunta incidencia fiscal por 25.296 millones de pesos en el contrato de construcción del Puente Pumarejo.
Esta situación se originó debido a deficiencias en la gestión para garantizar el funcionamiento permanente de los sistemas de iluminación e instrumentación de la estructura, que fue inaugurada en diciembre de 2019.
En la misma auditoría se identificaron deficiencias de calidad en algunos elementos de la estructura del puente, resultado de fallas en el proceso constructivo y en la supervisión. Además, se señaló que el Invías no estaba ejerciendo eficazmente su función de salvaguardar adecuadamente los activos derivados de las obras construidas, debido al hurto continuado y vandalismo que afectaban a elementos del puente.