Bogotá
Contratistas sin experiencia y con sanciones tienen en jaque obras de valorización en Bogotá
De las 16 obras de valorización de 2018, solo diez están en construcción y otras seis están en etapa de diseños. De las que se están construyendo, seis están paralizadas o con lentos avances.
Con el proyecto de acuerdo 724 de 2018, el Concejo de Bogotá autorizó a la Administración Distrital a recaudar cerca de 900.000 millones de pesos para ejecutar 16 obras de valorización en diferentes puntos de la capital del país. A la fecha, el Distrito ya recaudó 792.000 millones de pesos, es decir, el 87 % del total de la meta establecida. Un total de 357.600 predios ya pagaron y 21.758 faltan.
Según lo estableció el acuerdo, todas las obras debían estar contratadas a más tardar el 6 de diciembre de 2021. Diez de ellas, a cargo del IDU, iniciaron construcción en el primer semestre del año anterior, mientras que las otras cinco firmaron acto de inicio tan solo en diciembre de 2021. La obra restante está a cargo de la Secretaría de Cultura y se trata del Centro de Felicidad El Retiro.
Las diez que se construyen actualmente tienen un valor de 325.000 millones de pesos y las otras seis apenas están en fase de estudios y diseños.
Lo preocupante del caso es que seis de las obras que se iniciaron desde hace un año hoy están suspendidas, demoradas o se están construyendo cosas totalmente diferentes a las contratadas, a pesar de que el Distrito, como lo reconoció el propio director del IDU, Diego Sánchez, ha buscado otras fuentes de financiamiento toda vez que las obras suman ya 823.000 millones de pesos.
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Una de esas obras es el puente peatonal de la calle 112 con carrera 9, cuyo valor es de 10.725 millones de pesos, a cargo del Consorcio Infraestructura 2020 y, aunque lleva más de ocho meses de haberse iniciado, hoy la obra está suspendida. La obra debía entregarse en agosto de 2022, pero no será entregada en esa fecha.
El propio director Diego Sánchez reconoció que la obra está suspendida y que incluso se estuvo a punto de declarar caducidad del contrato, puesto que a último momento el contratista reconoció incapacidad para construir la obra y anunció cesión.
En ese sentido, el funcionario cuestionó la falta de experiencia de algunos consorcios contratistas. “No me da pena decir que los pliegos tipo a los que nos obliga Colombia Compra Eficiente nos ponen en dificultades porque no se exige pedir experiencia específica de construcción de obras en Bogotá. Se conforman consorcios de empresas que no tienen experiencia ejecutando obras en el Distrito”, dijo.
Otra de las obras que presenta problemas de ejecución, según denunció la concejala Marisol Gómez, del Nuevo Liberalismo, es la de las aceras y ciclorrutas de las calles 92 y 94 desde la carrera séptima hasta la autopista norte.
Serán 39.663 m² nuevos de espacio público y 1,86 km de ciclorruta, con una inversión de 30.298 millones de pesos de obra a cargo del Consorcio Vial IDU. La obra evidencia serios retrasos.
Según especificó el director del IDU, “no es un contratista que uno resalta por su cumplimiento, va muy atrasado, hemos tenido que apremiarlo y tiene dos procesos sancionatorios en curso. La obra se debe terminar en septiembre de este año, pero lo más probable es que necesite dos meses adicionales”.
La concejala Gómez también puso la lupa sobre la obra de la ciclorruta del Canal Molinos, que debió ser suspendido por rediseño pedido por la comunidad, pero aún las obras están paralizadas. Este proyecto tiene un valor de 13.361 millones de pesos.
“La comunidad expresó su preocupación para evitar que una vía que hoy presta sus servicios vehiculares no se fuera a convertir en un problema, porque se iba a restringir el paso de vehículos. Modificamos el contrato desde el punto de vista del diseño, el contrato lo suspendimos mientras salían los permisos. Se suspendió para evitar más costos. En este momento, el contratista ya tiene todo listo y se espera que el 2 de mayo se reinicia el contrato. En cuatro meses, en septiembre, debe estar terminado”, comentó Sánchez.
Otro proyecto que se convirtió en un dolor de cabeza para la Administración son las conexiones transversales peatonales de la calle 73, entre carrera séptima y carrera 15; calle 79B, entre carreras quinta y séptima, y calle 85, entre carreras séptima y once.
Estos tres proyectos, que iniciaron el 16 de diciembre de 2020, tienen una inversión de 15.443 millones de pesos por obra y 2.875 millones de pesos por interventoría, pero hoy el avance es mínimo.
Frente a estas obras, el director del IDU cuestionó la lentitud del contratista e informó que tiene dos procesos sancionatorios. Por tal motivo, no se descarta declarar la nulidad del contrato.
Finalmente está el corredor Ambiental Canal Córdoba, entre las calles 128 y 170. Tiene una inversión de 117.282 millones y 5.351 millones de pesos por interventoría, pasó a la etapa de construcción el cuatro de diciembre de 2021. No obstante, según lo denunció la cabildante Marisol Gómez, en este proyecto se acordó una ciclorruta y está construyendo un bicicarril.
Al respecto, Sánchez precisó que no se está incumpliendo la obra porque, aunque no se está haciendo ciclorruta en acera, sí se está haciendo ciclorruta en calzada.
En este orden de ideas, para la concejala Gómez, “la percepción negativa y los testimonios de la ciudadanía exigen respuestas ante las obras inacabadas, mal hechas e inclusive en abandono”.
El concejal Marco Acosta, por su parte, señaló que el retraso de las obras ha llegado al punto de afectar la salud mental de todos los ciudadanos, afectando el libre desplazamiento, tomando horas de sus días llegar a sus trabajos o labores personales. “No se cuenta con infraestructura para el desarrollo de las nuevas obras, para la protección vial de los biciusuarios”, manifestó.
Pero las obras de valorización de 2018 no son las únicas que tienen problemas en Bogotá. El Distrito tiene obras de valorización de hace varios años aún sin ejecutarse y, lo peor aún, sin presupuesto asignado.
Se trata de la ampliación de la calle 45 entre carreras 7 y 5, el par vial de las carreras 17, 18 y 19 entre calles 19 y 13, el puente de la avenida Cali con avenida Ferrocarril de Occidente, además de la avenida Mariscal Sucre.
Así las cosas, a pesar de la excelente cultura de pago de los bogotanos, las obras de valorización siempre han sido un dolor de cabeza para Bogotá.