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SALUD

Los testimonios que destaparon el ‘cartel de los hemofílicos’

La Contraloría reveló que en Córdoba se habrían pagado 44.812 millones por servicios de salud que nunca se prestaron. Un médico y dos laboratorios comprobaron el presunto fraude.

11 de julio de 2016

Día a día los colombianos ven con estupor cómo los dineros de la salud se van diluyendo por culpa de unos cuantos. Un nuevo caso se conoció el pasado 2 de julio, cuando la Contraloría General reveló los hallazgos de falsos recobros al Sistema General de Participaciones en Córdoba.

Allá, la Secretaría de Salud Departamental habría pagado 44.812 millones de pesos a dos IPS por supuestas prestaciones de servicio a pacientes hemofílicos, sin que mediara una EPS, con exámenes de laboratorio alterados, el pago medicamentos que nunca se suministraron y, peor aún, pacientes inexistentes.

Los pagos se realizaron a las IPS Unidos por su Bienestar S.A.S. (39.062 millones de pesos) y San José de la Sabana S. A. S. (5.750 millones de pesos) en el 2013, el 2014 y el 2015. Estas entidades, supuestamente, prestaron servicios a casi 200 personas, una cifra cuestionable si se tiene en cuenta que, según la OMS, esta enfermedad genética que impide la buena coagulación en la sangre, da en una de cada 5.000 personas.

“Estos pacientes no aparecen registrados en las bases de datos de sus respectivas ARS, hoy EPS-S, como hemofílicos”, dice el informe completo de la Contraloría.

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Pero si esos hallazgos resultaron indignantes, el nuevo informe de la Contraloría lo es aún más. Esta vez, el organismo de control reveló el testimonio del supuesto médico internista hematólogo que trató a los pacientes y que firmaba en las historias clínicas con las que se hicieron los recobros.

“Los diagnósticos escritos a mano no corresponden a mi letra. (…) La firma que se encuentra en los diagnósticos, conceptos médicos y órdenes de medicamentos no corresponde a la mía”, afirmó a los auditores del organismo.

Y agregó: “Nunca firmo hacia abajo. Mi firma es muy característica: siempre firmo hacia arriba”.

Pero esto no fue todo. El médico aseguró que las dosis de tratamientos hemofílicos que se formularon a esos pacientes no cumplen, siquiera, los protocolos que establece la Federación Mundial de Hemofilia.

Aclaró que aunque nunca trabajó para la IPS San José de la Sabana, sí atendió a 15 o 20 pacientes de la Fundación Unidos por su Bienestar el año pasado. Sin embargó –objetó-, hizo las historias clínicas de esas personas a mano y no sistematizadas.

“En ningún momento tuve conocimiento de que se estaban realizando cobros de medicamentos o que hubiera pacientes no evaluados por mí y se estuviera utilizando mi firma”, puntualizó.

Pero este no es el único testimonio que prueba el negocio que hay detrás de esta enfermedad en Córdoba. El laboratorio clínico y de patología Bernardo Espinosa, en Montería, donde supuestamente se habían realizado más de 40 exámenes, aseguró que esos resultados son falsos y que los pacientes no figuran en sus registros.

"...Después de revisados (los exámenes) los enviados contra la base de datos nuestra, detectamos que FALSOS, por lo siguiente. (...) Se detecta que la plantilla utilizada presenta diferencias con nuestro formato de impresión de resultados", dice la respuesta del Laboratorio Bernardo Espinosa a la Contraloría.

Y como si esto fuera poco, Laboratorios Clínicos de Colombia S. A. Pasteur revisó los resultados de 23 pacientes que supuestamente se realizaron exámenes allí y aseguró que "no concuerdan con exámenes practicados a pacientes nuestros, por lo tanto, no es veraz al información contenida en los mismos".

Así se destapó uno de los presuntos fraudes al sistema de salud en este departamento de la costa atlántica. Ahora, los responsables tendrán que responder a las autoridades por este daño patrimonial.