PANDEMIA
Coronavirus: 14 medidas drásticas y urgentes que compartió Obama
El expresidente de Estados Unidos volvió masivo un artículo de un experto en 'The New York Times'. Este es el listado de esas acciones fundamentales que debería llevar a cabo Colombia y el análisis de cómo va en cada una de ellas.
Este lunes, cuando en Estados Unidos comenzaban a endurecerse las medidas frente al coronavirus, el expresidente Barack Obama compartió un artículo del diario The New York Times, que resumía por qué esa potencia del mundo va tarde para evitar que la pandemia cause estragos irremediables. "Aquí hay un resumen útil de las mejores ideas actuales entre los expertos en salud pública sobre cómo debemos abordar la lucha contra el covid-19 en las próximas semanas", escribió Obama.
Here’s a useful summary of the current best thinking among public health experts on how we need to approach the fight against COVID-19 in the coming weeks. https://t.co/7cy71sKLVG
— Barack Obama (@BarackObama) March 23, 2020
Se trataba de un artículo de Donald G. McNeil Jr, un periodista de ciencia y salud especializado en plagas y pestes. El experto ha cubierto para ese diario cómo la expansión de ciertas enfermedades afectan a las poblaciones a lo largo del planeta, especialmente las más pobres del mundo. El sida, el ébola, la malaria, la gripe porcina y aviar, la enfermedad de las vacas locas y el SARS han sido algunas de las epidemias en las que McNeil Jr ha estado como reportero.
El experto entregaba en ese reportaje una conclusión alentadora: "A pesar de lo aterrador que puede ser el coronavirus, se puede revertir". Y a continuación daba un listado de acciones fundamentales para las cuales se necesitan, según él, extraordinarios niveles de coordinación, liderazgo y, por supuesto, dinero.
"A pesar de lo aterrador que puede ser el coronavirus, se puede revertir".
Se podría decir que Estados Unidos vive ahora una doble crisis. Por un lado, los casos de covid-19 siguen creciendo. Según el Washington Post, al lunes la cuenta iba en 41.511 contagios y 499 muertes en ese país. Por el otro, no hay unanimidad para enfrentar la pandemia. Mientras el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, instó a extender al conjunto del territorio las medidas de confinamiento obligatorias adoptadas en los estados más afectados, el presidente Donald Trump se desmarcó manifestando sus dudas sobre el efecto de las restricciones y su impacto en la economía. "No podemos permitir que el remedio sea peor que el problema", tuiteó.
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WE CANNOT LET THE CURE BE WORSE THAN THE PROBLEM ITSELF. AT THE END OF THE 15 DAY PERIOD, WE WILL MAKE A DECISION AS TO WHICH WAY WE WANT TO GO!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 23, 2020
En Colombia no pasa lo mismo. Frente al covid-19, autoridades han tenido una coordinación armoniosa. Ni siquiera el decreto que firmó el presidente Duque para asumir muchas de las competencias de los mandatarios locales pasó a mayores. El sábado el primer mandatario, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, salieron en una rueda de prensa juntos, para dar a conocer medidas acordadas entre ellos para hacerle frente a la pandemia. Sin embargo, esa luna de miel se rompió el lunes festivo cuando López salió a controvertir a Duque por la forma como se manejarán los recursos frente a la emergencia.
El experto de The New York Times compiló las recomendaciones de los expertos mundiales sobre la crisis. SEMANA le cuenta cuáles son y cómo se han aplicado en Colombia.
1. Escuchar a los científicos
Así trabajan en el Instituto Nacional de Salud, la entidad encargada de hacer las pruebas en Colombia. El proceso dura unas cuantas horas porque hay que corroborar el resultado dos veces. Foto: SEMANA.
Según McNeil, en estas crisis "los políticos deben hacerse a un lado y dejar que los científicos lideren el esfuerzo para contener el virus y explicarles a los ciudadanos lo que se debe hacer". Asegura que, así como en tiempos de guerra son los generales los que suelen hacer los anuncios, en tiempos de pandemia deberían ser los los infectólogos, los neumólogos, los epidemiólogos y demás especialistas los que se dirijan a la gente.
Érika Ospitia es viróloga del Instituto Nacional de Salud. En entrevista con SEMANA contó cómo trabaja esa entidad para manejar la crisis.
A diferencia de lo que sucede en Estados Unidos, en Colombia los políticos tienen más fe en los científicos y en su trabajo, lo cual puede hacer que en la crisis se tomen medidas acertadas más rápido. El domingo en la noche, después de haber decretado la cuarentena nacional, el presidente Iván Duque entregó el balance del día acompañado de un grupo de especialistas. Anunció que el Gobierno destinará más de 6 billones de pesos para atender la contingencia. Con él, estaba el ministro de Salud, Fernando Ruiz; el doctor Carlos Álvarez, quien fue presidente de la Asociación de Infectología de Colombia, y el doctor Carlos Cano, jefe de la Unidad de Geriatría del Hospital San Ignacio, de Bogotá.
La alcaldesa López, por su parte, también cuenta con un grupo de especialistas que la ha acompañado en la toma de decisiones. Lo lidera la epidemióloga Zulma Cucunubá, quien tiene un doctorado en enfermedades contagiosas.
Creer en los científicos facilita la toma de decisiones difíciles y aleja a los políticos de las vanidades de ser quienes toman las decisiones heroicas o de echarse culpas por las medidas equivocadas. La orden de aislamiento que comenzará el país a vivir desde el miércoles y hasta el 13 de abril, es quizás una de las más díficiles medidas por el impacto económico que produce. Países como Italia y España, por ese miedo, solo decidieron hacerlo cuando la expansión del contagio ya se les había salido de las manos. Trump se niega a decretarlo en todo el país y Boris Johnson solo el domingo pasado cedió para hacer lo mismo en el Reino Unido.
McNeil señala que las conclusiones de los expertos en esta pandemia han sido "centrarse en salvar vidas y asegurarse de que los asalariados promedio sobrevivan a los tiempos difíciles que se avecinan, no en el mercado de valores, la industria del turismo o la salud del presidente... Hay que enfocarse en un enemigo solamente y es el virus".
2. Parar las transmisiones entre ciudades
McNeil asegura que "la prioridad, según los expertos, es el distanciamiento social extremo. Si fuera posible agitar una varita mágica y hacer que todos los estadounidenses se congelen en su lugar durante 14 días mientras están sentados a más de un metro de distancia". Según el experto, de ser así, "toda la epidemia se detendría". Como no es posible congelar a la humanidad en sus casas, pues hay servicios básicos que deben seguir operando, la conclusión es que "los viajes y la interacción humana deben reducirse al mínimo" y para eso las ciudades deben "cerrar" sus fronteras.
Desde que comenzó a expandirse el virus, el principal clamor de un grupo de colombianos era el cierre del aeropuerto El Dorado. Por esa vía llegó la pandemia al país y al pasar los días, se comprobó que eran quienes llegaban del exterior los que originaban los contagios en Colombia. En este punto, existieron pujas políticas. Mientras la alcaldesa Claudia López pidió que se tomara esa medida desde los primeros días, el presidente aseguró que por humanidad era necesario permitir el regreso de miles de colombianos que se encontraban en el exterior. Finalmente, este martes se suspenderá la operación aérea.
Con el transporte terreste, Colombia también ha tomado medidas. El presidente cerró las fronteras con otros países desde el pasado 17 de marzo. Y una vez decretó la cuarentena, el transporte intermunicipal también quedó suspendido.
La alcaldesa Claudia López fue una gran vocera de la necesidad de no expandir el virus a otras regiones de Colombia. Y por eso, con su medida de simulacro voluntario, practicamente cerró la capital del país, que es la ciudad con más contagios a hoy. "Insisto. No estamos en vacaciones. No podemos poner en riesgo el resto de Colombia. Al contrario. Tenemos que quedarnos en nuestras casas y evitar lo que pasó en Italia, que cuando declararon la cuarentena, se fueron a viajar y expandieron el virus al resto del país", explicó para pedirles a los bogotanos que no aprovecharan la cuarentena para irse de paseo. Aun así, 120.000 carros salieron de la ciudad. Ya se previó su regreso, de manera ordenada, entre este lunes festivo y este martes.
3. Arreglar el desastre de las pruebas
Es una realidad. Aunque los políticos en todas partes del mundo, le dicen a los ciudadanos que tengan paciencia, esperen en casa y llamen a las líneas de emergencia, la verdad es que no existen las suficientes pruebas para poder detectar a tiempo los contagiados por el coronavirus. "Los expertos deben hacer las pruebas de manera coordinada y segura. Los enfermos graves deben ir primero, y los probadores deben estar protegidos", señala el artículo del New York Times.
Pero por cuenta de las restricciones de insumos, ciudades como Nueva York ya han sido claras en que las pruebas solo se pueden hacer a quienes requieren hospitalización, pues sus síntomas son muy graves. Eso mismo pasa hoy en Europa. Diana, una médica colombiana que se contagió en París ,le contó a SEMANA que tiene el diagnóstico y está aislada, pero que no se realizó la prueba porque estas deben dejarse a los pacientes más graves.
"Como médico, hay momentos en que toca tomar la decisión de no intentar más reanimar a alguien porque llevas 20 o 30 minutos y esos materiales y personal los necesita a su vez otra persona quizás con más probabilidades" Foto: Archivo particular
Pero obviamente la falta de pruebas es un obstáculo en esta lucha. En un reciente artículo en SEMANA, se contaba cómo la fórmula de Corea del Sur que ha permitido que el país tenga una de las experiencias más positivas del mundo frente a la pandemia consiste precisamente en diagnosticar masivamente y con rapidez a la población. El país aprendió de un terrible pasado cuando gran parte de su población se contagió de SARS. La semana pasada, Estados Unidos había examinado a 4.300 personas en su territorio, mientras que el país asiático ya había hecho lo mismo con 196.000 ciudadanos.
En materia de pruebas, a Colombia no le va bien. No porque el Instituto Nacional de Salud no haga un trabajo extraordinario. De hecho, su gestión ha sido alabada en estas épocas de coronavirus, sino porque la capacidad del país es muy poca. El obstáculo más grande es la toma de muestras, que no es tan rápida como debería. Pero el INS procesa a tiempo todo lo que le llega. En entrevista con SEMANA, la viróloga Érika Ospitia recordó que al principio eran cuatro casos, luego 20, pero cada día han ido aumentado. “A veces tenemos 100 casos; otros, 500 casos. Es una cifra variable que depende del número de muestras que tomen”.
Los médicos chinos son hoy los héroes de esta nación que comienza a superar la epidemia.
La cifra de infectados ha ido en aumento porque se amplió el criterio para decidir quiénes deben hacerse la prueba. Ahora se presentan cuatro situaciones: personas que vienen de países donde hay casos confirmados y tienen síntomas; quienes han tenido contacto con personas de diagnóstico positivo; aquellos con infección respiratoria aguda grave que no han tenido antecedentes de viaje; y, por último, los casos de infección respiratoria aguda que llegan a las IPS centinelas. El INS inspecciona los diferentes territorios del país para ver los virus que circulan. En este momento también está presente el de la influenza. La semana pasada el país tenía la capacidad de analizar 3.000 muestras al día: 1.600 en el INS y otras más en otros laboratorios universitarios y regionales darían 3.000. Para ponerlo en perspectiva, Corea del Sur ha llegado a realizar 18.000 pruebas en un solo día.
4. Encontrar a quienes tienen fiebre
Suena más fácil de lo que parece. McNeil cuenta que en los países asiaticos, los controles de fiebre son usuales desde hace años. "Debido a que China, Taiwán y Vietnam fueron afectados por el SARS en 2003, y Corea del Sur ha lidiado con el MERS, los controles de fiebre durante los brotes de enfermedades se convirtieron en rutina", relata.
En su artículo, el periodista cuenta que allá esas redadas de fiebre son serias y que una vez identifican a alguien que tiene ese síntoma, es obligatorio ir al hospital. Esas medidas en Colombia son muy lejanas aún. El país nunca lo ha hecho en su historia y en tiempos de coronavirus lo ha implementado en muy pocos lugares, uno de ellos en el aeropuerto El Dorado.
Y allí es donde deberían existir todas las condiciones, pero no fue fácil. Las filas de ingreso de viajeros se convirtieron en interminables. La Procuraduría evidenció fallas en ese proceso y advirtió que ni siquiera se tenía el personal suficiente.
Hacerlo fuera del aeropuerto es aún más díficil. Por ejemplo, a los pasajeros de los 120.000 autos que salieron de Bogotá y que regresan este lunes o martes, no hay forma logística de realizarles ese control a la entrada de la ciudad.
5. Perseguir a los contactados
Otra de las medidas esenciales que deben hacerse una vez se detecta un contagiado, es saber quiénes estuvieron en contacto. Como dijo la médica colombiana contagiada en París, "el miedo de tener coronavirus es contagiar a los demás. Mi preocupación, al comienzo, era más por la gente que podría haber contagiado mientras no estuve aislada. El miedo es que si contagias a alguien con factores de riesgo, le puedes hacer un daño enorme u ocasionarle la muerte. No es un juego. Si se sienten mal, hay que aislarse lo recomendado por los médicos que es aproximadamente 20 días".
McNeil alerta sobre cómo en Wuhan, la ciudad en la que nació el brote, 18.000 personas se dedicaron exclusivamente a seguir la trazabilidad de contactos que habían tenido los diagnosticados. En Colombia, eso se hace, pero el personal de salud es insuficiente. Para la portada que reconoce el heroísmo de los médicos, SEMANA consultó a varios especialistas.
María, jefe de enfermería en un hospital de primer nivel en Antioquia, y quien tiene a cargo esa labor, asegura que se siente sobrepasada. Desde que se confirmó el primer caso, es la única que realiza la vigilancia epidemiológica de los sospechosos. “No hay nadie que me reemplace”, dice. Hacer esa vigilancia implica una fuerte carga laboral y mental. No solo porque es la única autorizada para tomar las pruebas de laboratorio, sino porque debe hacer un extenso interrogatorio a cada paciente y a todos con los que tuvo contacto. “Si se relacionó con 15, debo hacerle a cada uno un seguimiento de síntomas mañana y noche por 14 días. Imagínese si en un día llegan diez”, explica. “Soy una persona fuerte pero esta semana rompí en llanto. Dije: ¡Por Dios! ¿Cómo voy a soportar esto?”, afirma.
Una vez contactadas, esas personas deberían aislarse por 14 días y medirse la temperatura dos veces al día, dice el New York Times.
6. Conseguir tapabocas
Tapabocas con filtro N95 de uso industrial son hoy utilizados en entornos hospitalarios/Foto: AP
En tiempos de crisis, los recursos son escasos. El NYT reconoce que existe un debate mundial por la efectividad de los tapabocas, pero asegura que en los países asiáticos los han usado constantemente y los resultados son mejores.
Lo que está claro es que los enfermos deben usarlos, pero como el 80 por ciento de las personas son asintomáticas, el uso generalizado de las mascarillas hará, según McNeil, que los contagios se eviten muchísimo. El problema es que los tapabocas son muy codiciados en este momento. Y como no hay para todos, la mayoría de países los priorizan para el personal más en riesgo, como el de salud.
Para evitar la escasez que se ve venir y que se ha presentado en otros países, el Ministerio de Salud anunció que el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) autorizó la importación y fabricación de tapabocas, sin necesidad de contar con registro sanitario. Para que se puedan importar y distribuir los tapabocas, Invima decidió declarar este producto como dispositivo médico vital no disponible. Por lo tanto, esta medida que, empezó a regir desde este lunes, se mantendrá por parte del instituto hasta que se normalice el abastecimiento de tapabocas en Colombia.
7. Mantener los servicios vitales
Los gobiernos deben ayudar, según NYT, a mantener los servicios esenciales: los alimentos, el agua, la electricidad, el gas, las líneas telefónicas y otras necesidades básicas que sigan fluyendo a través de las líneas estatales hacia las ciudades y los suburbios.
En Colombia, se han tomado medidas para que la cuarentena no tenga impactos tan duros en la población y en el sector empresarial. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró que se destinarán 14,8 billones de pesos para atender la emergencia, prioritariamente en el tema de salud. También habrá ayudas para la población vulnerable, ya sea por medio de la devolución del IVA a los más pobres; la reconexión del servicio de agua potable para un millón de colombianos que no lo tienen por falta de pago; el aumento de giros mediante los programas Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Colombia Mayor, que en su conjunto beneficiarán a 2,6 millones de familias y a casi 10 millones de personas.
Los recursos provendrán del Fondo de Ahorro y Estabilización del Sistema General de Regalías (12,1 billones de pesos) y de aportes del Fonpet (2,7 billones de pesos), que al estar en dólares implicarán una oferta adicional de pesos. Por tanto, el ministro afirmó que no solicitará mayor espacio fiscal para este año. Así mismo, el superintendente financiero, Jorge Castaño, explicó algunas medidas de alivio de los bancos para personas naturales y empresas en momentos en que la economía comienza a andar a marcha más lenta, ante una eventual cuarentena que impactaría en el consumo. Estas disposiciones incluyeron ampliar plazos y refinanciar deudas.
Los médicos deben protegerse para evitar contraer el virus. Además de trajes, mascarillas y guantes, muchos han decidido no volver a visitar a sus padres para no ponerlos en riesgo
El Banco de la República, por su parte, anunció el aumento de liquidez para el sector financiero: aseguró que los bancos tendrán plata y que el sector productivo podrá contar con el crédito que necesita para operar o financiar su nómina en caso de que haya problemas de caja. Hacienda dijo que respaldará, mediante el Fondo de Garantías, los créditos que requieran las micro, pequeñas y medianas empresas.
8. Producir ventiladores y oxígeno
Se trata de uno de los puntos más dramáticos en el mundo. Y se anticipa que a su vez golpeará con dureza a Colombia. Según las cuentas que hizo el Gobierno Duque en el decreto con el cual se declaró el estado de emergencia, en el país podría haber 4 millones de casos.
Según Diego Rosselli, experto en economía de la salud de la Universidad Javeriana, con esas cuentas “se requerirán simultáneamente, a fines de junio y principios de julio –cuando esperan el pico de la epidemia en el país–, 43.000 camas de estas, solo para pacientes de covid-19”. Hoy existen en total 5.349 camas de UCI y según la Asociación Colombia de Cuidados Intensivos solo hay 150 camas con requerimientos de aislamiento y filtros de aire, aunque otros señalan que son 750. “Zulma Cucunubá, experta del Imperial College de Londres, dice que me quedé corto en mis cálculos”. En Bogotá hay 58 UCI y 967 camas, pero en departamentos como Amazonas, Vaupés y Vichada no existe ni una.
Y estas cifras describen el mejor escenario, es decir, el resultante de hacer todo lo debido: detección activa de casos, seguimiento a contactos con cuarentena, cierre de establecimientos educativos y distanciamiento social. Según un modelo del Imperial College, sin mayores estrategias de mitigación habría en el Reino Unido 500.000 muertos. En Estados Unidos habría más de 2 millones de casos fatales y en Colombia, según los cálculos de Rosselli, la cifra giraría entre 200.000 y 400.000.
La ausencia de respiradores y de camas en unidades de cuidados intensivos han hecho aún más díficil el trabajo de los médicos en Europa. La gente ha salido a aplaudirlos a los balcones. En la foto, una médica agradece a los españoles ese apoyo. Foto: AP
Ante este panorama el país debe prepararse, según Rosselli, con más camas y más respiradores, importados o producidos localmente. Según el Washington Post, estos aparatos cuestan entre 25.000 y 50.000 dólares (al dólar de hoy entre 100 y 200 millones de pesos). Además, hay que capacitar al personal de salud y garantizarle protección porque está en la primera línea de fuego. También se tendrán que aplazar las cirugías electivas y no esenciales. Habría, además, que aislar a los pacientes de otros enfermos en las UCI porque, de no hacerlo, podrían contagiar a más personas.
9. Modernizar y construir hospitales
Muchos médicos en Europa han descrito lo que viven como estar en la mitad de una guerra. No hay recursos suficientes para salvarlos a todos. Foto: AP
Cuando comenzó la emergencia, muchos se sorprendieron al ver que China levantó en poco tiempo dos hospitales. Con el paso de los días, todos los países de Europa han comenzado a hacer lo mismo. Hace unos días, España tuvo que poner en marcha un plan para levantar un hospital de campaña en un pabellón de congresos en Madrid con capacidad de 5.500 camas, la mayor estructura de este tipo habilitada en Europa. Incluso el ejército tuvo que colaborar en reubicar a la gente.
Italia ya había hecho lo mismo en el norte del país, a donde han llegado centenares de voluntarios para atender la emergencia en improvisadas camas. En Francia, el ejército se ha encargado de colaborar.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, este puente festivo aseguró que se está pensando adecuar Corferias y Centro Mayor para poder atender los pacientes si la situación desborda al sistema de salud, como ha sucedido en Europa. Explicó que es muy díficil crear allí camas de cuidados intensivos, pero que sí se podrá atender a pacientes menos graves. A su vez, aseguró que el Estado podrá usar instituciones de salud intervenidas, que están hoy libres, como podrían ser las instalaciones de SaludCoop.
10. Decidir cuándo cerrar clases
Colombia suspendió clases a tiempo. Se sabe que los niños no sufren mucho por el coronavirus, pero sí son un vector de transmisión para sus familiares Foto: Getty
Es uno de los puntos de NYT, pero se trata de la lección que Colombia tomó más rápido. Desde el 16 de marzo, se suspendieron las clases en todos los colegios públicos y privados de todo el país. "Cerrar escuelas es una parte normal del distanciamiento social; después de todo, las escuelas también son lugares de trabajo para muchos adultos. Y cuando la enfermedad se está extendiendo claramente dentro de una escuela, debe cerrarse", señala el artículo.
11. Llamar voluntarios
El artículo cuenta cómo China apeló a los mensajes emocionales para ayudar con la pandemia. Colombia no ha llegado a ese punto, pues los contagios aún no están en una fase crítica, pero puede comenzar a organizarse. En España e Italia, por ejemplo, llamaron a los médicos pensionados y a los estudiantes para ayudar.
El país se ha organizado, sin embargo, de manera extraordinaria para hacer actos de solidaridad. En este artículo de SEMANA puede encontrar un listado de organizaciones que se han sumado a atender a colombianos que necesitan una mano en este momento.
12. Priorizar los tratamientos
Según McNeil, "los médicos en China, Italia y Francia han lanzado prácticamente todo lo que tenían en las farmacias de los hospitales a la lucha, y han surgido al menos dos posibilidades que podrían salvar a los pacientes: unos medicamentos contra la malaria y un antiviral, que no tiene licencia para ser utilizado. Todavía no hay pruebas de que alguno de estos sea efectivo contra el virus. China registró más de 200 ensayos clínicos, incluidos varios relacionados con esos tratamientos, pero los investigadores se quedaron sin pacientes en estado crítico para inscribirlos. Italia y Francia tienen ensayos en curso, y los hospitales en Nueva York están escribiendo protocolos de ensayo ahora. Una preocupación para los líderes de los ensayos es que a la cloroquina se le ha dado tanta publicidad que los pacientes pueden negarse a ser "aleatorizados" y aceptar una probabilidad del 50 por ciento de recibir un placebo".
Mientras todo eso pasa, la única salida que tienen los países a los que el virus no ha llegado tan fuerte es el autoaislamiento. Como dijo la alcaldesa Claudia López, esto no solo frena la curva de crecimiento del virus, sino que permite ganar tiempo para que los científicos encuentren cómo se cura ese mal.
13. Encontrar una vacuna
Toda la industria farmacéutica y los laboratorios de investigación trabajan a marchas agigantadas para encontrar una respuesta. Y seguramente lo harán. Un reportaje de la AFP relata cómo las multinacionales hacen en este momento decenas de ensayos clínicos. "Haremos todo lo posible para que la vacuna sea accesible a todos los que la necesiten", dijo Paul Stoffels, vicepresidente del comité ejecutivo de Johnson & Johnson. "Es una promesa que la industria (farmacéutica) hace en conjunto", dijo en el curso de una videoconferencia organizada por la Federación Internacional de Fabricantes Farmacéuticos (IFPMA).
Las formalidades administrativas pueden simplificarse y acelerarse en esta carrera contrarreloj, los recursos no faltan y las asociaciones del sector público y privado permiten diluir el riesgo financiero por las inversiones colosales que exigen la investigación y la producción. Sin embargo, advierten que tanto productores como autoridades de control no pueden transigir sobre la seguridad de una potencial vacuna, y por tanto no se puede acelerar el calendario de los ensayos clínicos y el estudio de los resultados.
"Tenemos tres ejes de trabajo: asegurar la distribución (...), redirigir la tecnología existente (...) y crear nuevos tratamientos, nuevas vacunas, nuevos tests de detección que contribuirán a erradicar el covid-19", explicó David Ricks, consejero delegado de Eli Lilly and Company y presidente de Ifpma.
Los industriales estiman que "llevará de 12 a 18 meses tener una vacuna autorizada en el mercado", dice David Loew, vicepresidente ejecutivo de Sanofi y responsable de Sanofi Pasteur. Colombia debe proteger a su población de no sucumbir ante la pandemia antes de tiempo.
14. La ayuda de otros países
Por último, la nota de NYT sostiene que se trata de una lucha de la humanidad en su conjunto, pero que los países ricos tienen mucho más que dar que los demás.
"Las naciones ricas deben recordar que, por mucho que luchen con el virus, los países más pobres tendrán más dificultades y necesitarán más ayuda. Además, las naciones asiáticas que han contenido el virus podrían ofrecer experiencia y equipos que necesitaban desesperadamente".
El experto resalta las acciones de magnates del mundo que han dado enormes paquetes de ayudas a otros países como es el caso de Jack Ma, el dueño de Alibaba. Y a su vez, también resalta una crítica. Y es que los países del primer mundo no hicieron caso a tiempo y se convirtieron ellos mismos en un vector de riesgo para los más vulnerables.
"Los países de ingresos medios y más pobres están siguiendo los consejos de las organizaciones internacionales, mientras que a los países más avanzados les resulta muy difícil implementarlo", dijo el Dr. Nabarro. "Eso debe cambiar", concluye el reportaje.
*Con información de agencias internacionales y el paquete de análisis de la edición impresa de la revista SEMANA. Si quiere leer el artículo de The New York Times