NACIÓN

El coronavirus amenaza gravemente a los sistemas de transporte masivo    

Se ha reducido la demanda en un 95 por ciento. En una carta, una agremiación advierte que están en peligro más de 81.000 empleos directos e indirectos que genera ese sector en el país. El déficit asciende a unos 200.000 millones de pesos. Piden un plan de salvamento al gobierno.  

20 de abril de 2020
TransMilenio | Foto: Juan Carlos Sierra

El éxito de cualquier sistema de transporte masivo en Colombia y en cualquier lugar del mundo depende de su número de pasajeros. Entre más personas usen los buses o los trenes, habrá más ingresos y, por lo tanto, las finanzas estarán mejor. Sin embargo, la pandemia del coronavirus implica, precisamente, que no haya aglomeraciones, lo que está amenazando gravemente el futuro de este sector de la economía nacional.

La situación es crítica. Lo que puede ocurrir en el resto de año es incierto y, por ese motivo, la red de Sistemas Integrados para la Movilidad Urbana Sustentable (SIMUS) adiverte en un documento que podría haber cese completo de operaciones ante las dificultades  para “mantener a flote la operación”. Señalan que si no hay una solución económica por parte del Gobierno nacional, “los sistemas se verán en la obligación de suspender el servicio”.

La reducción de la demanda de pasajeros está así: Bogotá ha disminuido su operación en un 85 por ciento; Barranquilla en un 83 por ciento; Cali en un 84 por ciento; Cartagena en un 96 por ciento; Medellín en un 87 por ciento (en el caso del metro); y Pereira en un 84 por ciento.

En términos generales, debido a esta abrupta caída en el promedio de la demanda, están en riesgo unos 81.000 empleos directos e indirectos. El déficit de los sistemas, por cuenta del coronavirus, llega a los 200.000 millones de pesos.

Los sistemas de transporte masivo del país están concesionados a empresas, bajo la regulación de las autoridades locales, como es el caso de TransMilenio en Bogotá. Por eso, la agremiación le propone al Gobierno que se les permita a los entes modificar temporalmente la forma en que se les paga a los privados. Que no sea sobre la base del pasajero transportado, sino sobre el kilómetro recorrido de los buses. Esta medida, señalan, debería extenderse durante la declaratoria de la emergencia y por 90 días más.

SIMUS también pide que se liberen recursos comprometidos para garantizar la operación y hablan puntualmente de dos fuentes: los recursos del 4 x 1.000, del sistema financiero, y los que se hayan asegurado con la banca multilateral para obras de infraestructura. Frente a la crisis, la agremiación habla de casos particulares como Bogotá, donde de hecho TransMilenio va a operar al 35 por ciento en lo que resta del año para evitar las congestiones y la propagación del virus. También se menciona el caso del metro de Medellín.

Otra de las opciones para evitar la quiebra es que se flexibilicen créditos públicos, para cubrir pagos de nómina y gastos de operación y combustible, debido a que los operadores no pueden acudir a la banca comercial. Así mismo, se propone que se les libere, temporalmente, de algunos gravámenes y pagos de parafiscales.

En una carta enviada el 11 de abril al presidente Duque, se detalla la necesidad del plan de salvamento para los sistemas masivos. La comunicación lleva las firmas de los gerentes de TransMilenio, MetroCali, Megabus, TransMetro, TransCaribe, Metrolínea, Metro de Medellín, del área metropolitana de Barranquilla, y de la secretaria general de SIMUS, Martha Lucía Gutiérrez.