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¿Cómo será el retorno al trabajo?
El Gobierno extendió la cuarentena, pero muchas empresas volverán a operar. Unas dejarán que sus empleados trabajen desde casa para siempre; otras harán drásticos cambios en las oficinas. El mundo laboral evolucionará.
El metro de Medellín tiene una parada justo frente a la sede principal de Bancolombia. Si el banco decide que sus 12.500 empleados que todavía trabajan desde casa regresen a las oficinas, la congestión en la estación Industriales será monumental.
Pero no lo hará. Bancolombia definió que una parte importante de su personal seguirá definitivamente en teletrabajo después de la covid-19, como un aporte a la nueva normalidad. Muchas empresas descubrieron que los empleados pueden hacer gran parte de sus tareas desde casa y que no tienen que estar todo el día en las sedes corporativas. Antes del virus, la caja de compensación Compensar tenía 800 empleados en teletrabajo y, en vista de los buenos resultados durante la cuarentena, decidió aumentar esa cifra a 1.200 cuando se normalicen las actividades.
Las compañías del sector de industrias creativas, la mayoría de ellas mipymes, parecen haber quedado más enganchadas en el teletrabajo que las demás. Es el caso de Salvación, una empresa de diseño gráfico con 25 empleados que descubrió que no necesita una sede y decidió cerrarla definitivamente. Daniel López, director de Teleworker, una firma consultora en teletrabajo, informó que varias compañías lo contactaron en el último mes para explorar cómo adoptarlo del todo. Prevalecerá el modelo mixto, en el que se trabaja en casa uno o dos días a la semana. Los cargos más ‘teletrabajables’ son diseñadores, comunicadores, abogados, personal administrativo y puestos directivos, en opinión de López.
No todos pueden quedarse en casa; sea porque atienden al público, porque cumplen tareas de campo o porque manejan información delicada que no puede quedar expuesta con acceso desde los hogares. Aunque también porque el llamado ADN corporativo se construye en las oficinas, mediante el contacto personal. Juliana Fernández, socia de la firma AEI, especializada en diseño de interiores comerciales, cree que definitivamente las pequeñas y medianas empresas reducirán o cerrarán sus oficinas, pero las grandes organizaciones mantendrán sus sedes y podrían incluso ampliarlas.
El multimillonario de Silicon Valley Eric Schmidt vaticina que las grandes empresas necesitarán más espacio después de la pandemia, en lugar de menos, para asegurar el distanciamiento social. Tim Cook, el CEO de Apple, anunció que traerá de vuelta en pocos meses a los empleados que trabajan en su moderno campus Apple Park, en Cupertino. Ha llamado la atención el enfoque de retorno adoptado por Apple, que insiste en la importancia de las reuniones presenciales para desarrollar los productos de la compañía y abrirá esta semana muchas de sus tiendas en el planeta.
El presidente Iván Duque anunció una meta ambiciosa: que el 80 por ciento de los funcionarios hagan teletrabajo hasta nueva orden.
Otros gigantes tecnológicos piensan diferente. Google echó atrás sus planes de expansión inmobiliaria en la bahía de San Francisco, en donde planeaba comprar o arrendar 185.000 metros cuadrados en oficinas. A cambio, anunció que todos sus trabajadores en el mundo se quedarán en casa, al menos hasta final de año. En 2021 regresarán gradualmente; solo lo harán quienes tengan que hacerlo y en principio no más del 10 o 15 por ciento de los empleados al mismo tiempo. Twitter hizo noticia hace poco cuando sus directivos anunciaron que los trabajadores que deseen quedarse definitivamente en sus hogares podrán hacerlo.
En el sector público colombiano vendría un cambio severo en la cultura del teletrabajo. El presidente Iván Duque anunció una meta ambiciosa: que el 80 por ciento de los funcionarios hagan teletrabajo hasta nueva orden. La Alcaldía de Bogotá todavía trabaja en definir el plan de retorno. Antes había casi 1.000 funcionarios en teletrabajo y por la cuarentena 15.000 se fueron a casa. La secretaria general de la alcaldía, Margarita Barraquer, calcula que al menos la mitad de ellos continuará en casa por ahora. En el caso de su despacho, por ejemplo, el 42 por ciento de los empleados tiene alguna condición que le impide el desconfinamiento, bien sea porque se trata de madres cabeza de familia, o porque conviven con adultos mayores. Pero los funcionarios de la Secretaría de Salud, que trabajan en la primera línea de combate contra el virus, o los de la Secretaría de la Mujer, que atienden a víctimas de violencia, seguirán en las oficinas, como durante la cuarentena.
Epson Colombia planea mantener entre el 40 y el 50 por ciento de sus empleados en teletrabajo luego de la pandemia, según confirmó Diego Rosero, gerente de la compañía. Los planes de expansión de oficinas quedaron cancelados. “La verdad, hemos replanteado varios paradigmas, así que la búsqueda de más espacio físico no es una prioridad en este momento”, dijo.
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Diego Rosero, gerente de Epson Colombia
El negocio inmobiliario de oficinas y locales comerciales, un sector de 24 billones de pesos al año en Colombia, está seriamente golpeado. El arriendo de locales se mantendrá porque los comercios tienen acreditadas sus marcas allí, no obstante, Fedelonjas espera una reducción del segmento de oficinas. Las ofrecidas bajo el modelo denominado coworking recibirán el primer impacto. Este esquema ofrece espacios compartidos de trabajo y goza de popularidad entre profesionales jóvenes. Una encuesta realizada por la firma AEI indica que pocos están dispuestos a regresar a esos espacios. “Hoy nadie quiere estar cerca de personas extrañas”, dice Juliana Fernández.
Juliana Fernández, socia de la firma de diseño AEI
Por lo tanto, hay que remodelar las oficinas, no solo por la desconfianza que las personas tendrán al momento de regresar, sino por las exigencias de bioseguridad establecidas por el Gobierno. Sin embargo, eso implica inversiones que pueden llegar a ser cuantiosas, y no sirven para el futuro sino para el “mientras” termina la pandemia. Acondicionar con todos los requerimientos una oficina de 100 empleados podría costar alrededor de 60 millones de pesos. Una cámara térmica cuesta 25 millones, y una cámara desinfectante, entre 5 y 10 millones. Las hay con luz ultravioleta y también las sencillas que rocían con espray antibacterial. Los tapetes húmedos para desinfectar las suelas de los zapatos cuestan entre 200.000 y un millón de pesos. Y hay que instalar muchos lavamanos, retirar sillas y separar con láminas acrílicas los puestos de trabajo, así como instalar sistemas de acceso “sin contacto” en porterías y ascensores.
Algunas compañías venían preparándose para esto desde hace varios años. En el parqueadero de Telefónica Colombia, en la sede de Bogotá, hay 150 espacios para bicicletas. Además, el teletrabajo no llegó por sorpresa. Antes de la pandemia, el 32 por ciento de la plantilla ya laboraba desde casa dos días a la semana. Bavaria planea un retorno en cuatro fases, comenzando con 20 por ciento de los empleados que voluntariamente decidan regresar, con el trabajo virtual durante dos o tres días a la semana y una jornada laboral reducida de las ocho de la mañana a la una de la tarde. Sus trabajadores tendrán rutas exclusivas de la empresa, para evitar el TransMilenio. La cafetería, el gimnasio, el pub y otras comodidades de la sede quedan por ahora cerradas.
No se sabe cuántos colombianos se fueron a trabajar a sus hogares. Las empresas de contact center que prestan servicios de atención telefónica enviaron a 87.000 de sus 220.000 empleados. Ana Karina Quessep, presidenta de la Asociación Colombiana de BPO, dice que para una implementación en gran escala del teletrabajo definitivo en el país se requiere mejor conectividad en los hogares y flexibilidad laboral.
Ana Karina Quessep, presidenta de la Asociación Colombiana de BPO
En efecto, el teletrabajo no es lo mismo que trabajar desde casa, como pasó en la cuarentena. No implica grandes costos, aunque sí una metodología para ajustarse a la Ley 1221 de 2008 y al Decreto 884 de 2012. Pero el país lo agradecerá. Mediciones del Ministerio de Trabajo indican que una persona en Bogotá que se transporta todos los días a su oficina, con dos recorridos diarios de hora y media cada uno, invierte 5,4 millones de pesos al año, deja una huella de carbono equivalente a 13 árboles y gasta 35 días anualmente transportándose. Teletrabajar es un buen negocio para todos.