Coronavirus: empleados de plantaciones bananeras protestan en el Urabá

Con el fin de no parar la economía en Urabá y acogiéndose al parágrafo 11 del decreto 447 de 2020, el cual exime a la industria agropecuaria de paralizar la producción, el gremio bananero decidió continuar con sus labores. Sin embargo, los trabajadores bananeros denuncian estar trabajando bajo condiciones inseguras, y ahora con un caso de covid-19 en esa región antioqueña, el temor no es solo paranoia.

Este miércoles 25 de marzo la situación estuvo tensa en la región bananera, por algunas horas hubo bloqueos en el ingreso a los puertos de Zungo y Nueva Colonia, impidiendo que la fruta llegara a los buques para la exportación. En varias fincas los trabajadores paralizaron labores, aduciendo exiguas medidas de seguridad para enfrentar la emergencia en salud.

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“No les entregan tapabocas, cumplen labores a escasos 30 centímetros el uno del otro y no existe un programa de desinfección a la entrada o salida de la finca”, dijo Diomer Faycen Durango Caro, directivo de Sintracol, quien además aseguró que hay un obrero bananero con síntomas gripales, fiebre y dolor en el cuerpo. Según el dirigente sindical, los directivos de finca Catalina, del grupo Sara Palma, no activaron el protocolo de forma inmediata.

Según Carlos Velásquez, también dirigente de Sintracol, ante la existencia de casos de covid-19 en Urabá y la falta de medidas sanitarias para evitar el contagio, trabajadores bananeros han paralizado labores en las fincas la Piragua, Velero y Fragata. “Hemos decidido dejar de trabajar. Hacemos caso omiso de las directrices de Sintrainagro y Augura”.

Velásquez también expresó el inconformismo ante la insistencia de directivos del grupo Banexport para continuar con las labores: “Solo nos garantizan tapabocas. Nos piden que en los casinos y en los buses no ingresen más de 20 personas. No permitiremos que Augura y Sintrainagro negocien, sin nuestro consentimiento, la salud de los trabajadores bananeros y sus familias”.

La parálisis de la producción bananera fue creciendo con el transcurso del 25 de marzo. A las fincas antes mencionadas se sumaron las fincas Cafetal, Catalina y Banafinca. Por otro lado, la Comunidad de Puerto Girón, Apartadó, cerró el ingreso a 34 fincas bananeras, aduciendo el alto ingreso de personas y de trabajadores bananeros sin la debida protección. La preocupación de los habitantes —que en su mayoría dependen del banano— es alta, pues no ven medidas de seguridad para enfrentar la pandemia.

Con respecto a la continuidad de la actividad bananera y los peligros inherentes al contagio del coronavirus, Ricaurte Miranda González, ingeniero agrónomo con especialización ambiental y presidente del sindicato Sintrambiente Subdirectiva Apartadó, expresó: “Como autoridad ambiental conozco las condiciones fitosanitarias de la fincas bananeras, lo que me permite hacer la siguiente pregunta a los empresarios bananeros: ¿si no pudieron evitar que la bacteria del Moko (Ralstonia Solanacearum) invadiera las plantaciones de Banano en el Urabá, ¿cómo van a impedir que el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad covid-2019, no contagie a los trabajadores en las plantaciones y empacadoras bananeras?”.

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Por último, el especialista ambiental hace un llamado para ser estrictos en la cuarentena y tomar ejemplo de Italia, “que fue laxo en un principio y hoy tiene todas las industrias cerradas”.

Justo el 22 de marzo de 2020, la asociación de bananeros de Colombia (Augura), que tiene entre sus socios a la familia Gaviria Correa (la del gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria) expidió la circular 008 llamada “Acciones del gremio ante la crisis por el covid-19”. En este hace un “llamado respetuoso a todos sus afiliados, empleados y comunidad de las zonas de producción” a acatar las directrices del Gobierno “y así evitar la propagación de esta grave enfermedad”.

Según el comunicado, el Gobierno nacional aceptó incluir la producción bananera en Colombia dentro las excepciones del decreto 457 de 22 de marzo de 2020.  Augura adujo, para tal propósito, la importancia del banano en la seguridad alimentaria: “Insistiendo en la importancia del sector bananero como despensa alimentaria del mundo y del país y continuar con nuestras actividades” (SIC).

En la misma circular, Augura dice estar en trabajo permanente con Sintrainagro, sindicato mayoritario de la región, para construir un protocolo sanitario que garantice la salud y la vida de los trabajadores en el accionar de la actividad bananera.

Este miércoles 25 de marzo, ante las denuncias de los trabajadores y después de dos días de reuniones entre Gabriel Jaime Elejalde, en representación de Augura; Jonnan Alexis Cerquera, alcalde de Carepa, y José Guillermo Rivera, presidente de Sintrainagro, en rueda de prensa, dieron a conocer a los medios los acuerdos para continuar en la producción bananera.

Por otro lado, Elejalde, ante las protestas y las denuncias de Sintracol, reconoce la posibilidad que hayan cometido errores, por parte de algunas fincas, para prevenir el contagio del coronavirus entre los trabajadores. Lo que se pretenden subsanar, con la implementación de 38 medidas que buscan “prevenir y mitigar, a futuro, el ataque del covid-19 en la región de Urabá y especialmente a toda la gente que trabaja en la cadena industrial”.

Entre las medidas más importantes, según el representante de Augura, están las tomadas en lo que respecta al transporte de los trabajadores, donde “no se pueden superar los 20 pasajeros por vehículo, previamente lavados y desinfectados”. Con respecto a las labores en las fincas bananeras, dispondrán dispositivos “para que la gente este aislada como mínimo un metro o metro y medio, que es lo que se requiere”. Para los trabajadores que presenten síntomas de posible coronavirus, se activaran “todos los protocolos dispuestos y se ordenará cuarentena, hasta que se descarte el coronavirus”.

Con respecto a la edad máxima de los trabajadores, se dispuso reducción a 65 años, pese a que la mayoría de muertos en el mundo por el coronavirus supera los 60 años de edad. En este caso los mayores de 65 tendrán licencia remunerada, al igual que los enfermos de diabetes tipo uno, EPOC y madres gestantes. Además, el gremio de bananeros decidió donar, inicialmente a la Alcaldía de Apartadó, 50.000 unidades de banano, para ser repartido entre la población de bajos recursos. El municipio tiene 200.000 habitantes.

Elejalde recalcó, con insistencia, que no se suspende la producción bananera, “con el fin de garantizar el alimento, que ustedes saben, hoy es prioridad”. Sin embargo este jueves ya se ha anunciado el cese de actividades en varias fincas.

SEMANA le preguntó a Elejalde si conocía del caso de un trabajador de la finca Carolina con síntomas de gripa, dolor en el cuerpo y fiebre, a lo que este respondió: “El punto dos, del acuerdo especifica que, de presentar algún trabajador síntomas, se debe comunicar inmediatamente a la finca, seguir la ruta trazada por el ministerio de salud, las secretarias de salud departamentales y municipales, para que sea desde la parte médica qué tipo de afectación tiene. Posiblemente se tengan algunos errores, con este protocolo se tienen que corregir. Debemos andar todos en la misma tónica y por eso, nuestro interés es sacar lo más pronto posible este documento, para que todo mundo conozca cuál es el protocolo”.

Sobre la activación de protocolos en caso de que un trabajador tenga gripa, el alcalde de Carepa, Jonnan Alexis Cerquera, dijo: “Hay unos protocolos para cumplir, lo primero que se dice es del aislamiento. Sea en su lugar de residencia, o si está en un hotel, se quede ahí, primero hay que cumplir eso. No nos podemos alarmar por una gripa, recuerde que estamos en una temporada donde las gripas han aumentado. Personal que tenga una gripa no debe ir a trabajar, debe quedarse en su casa, aislado. Desde de la Secretaría de Salud de Carepa y todas las secretarías de la región de Urabá, estamos siguiendo todos los protocolos”.

Por último, José Guillermo Rivera, presidente de Sintrainagro, expresó: “A los empresarios que no cumplan con estos protocolos de seguridad, no se les permitirá que los trabajadores vayan a sus fincas. La comisión de seguimiento de estos acuerdos va a estar en las fincas con los trabajadores, orientándolos con respecto a este protocolo de seguridad”.

Urabá tiene 32.000 trabajadores bananeros, las familias de la región dependen en gran medida de esas labores, sin embargo ahora es indispensable la seguridad de los ciudadanos, que no se riegue el virus en una región con un sistema de salud que no tendría cómo atender dos docenas de pacientes en una UCI. Las camas son pocas.