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Árabes reclutan médicos colombianos
Como en su momento ocurrió con los mejores soldados del país, los Emiratos Árabes están reclutando profesionales y personal del área de la salud para trabajar en ese reino y atender la crisis del coronavirus.
A las 10:30 de la mañana del 8 de abril aterrizó en El Dorado un avión que llegaba desde Emiratos Árabes Unidos (EAU). Traía a 56 colombianos desde esas lejanas tierras, y 13 toneladas de ayuda en equipos médicos donados al Gobierno nacional para lidiar con la pandemia del coronavirus. Esa generosa contribución y el largo viaje de la aeronave tenían un segundo propósito: llevar desde Bogotá a 100 colombianos, profesionales de la salud, para atender la emergencia de la covid-19 en ese lugar. Sin embargo, el plan tuvo una falla y la aeronave regresó a su lugar de origen solo con la tripulación. El centenar de personas quedó atrapado en dos hoteles del centro de Bogotá.
La historia comenzó dos semanas antes, a finales de marzo. Por redes sociales, una empresa abrió una convocatoria para contratar a médicos, enfermeras, bacteriólogas y otros profesionales de la salud interesados en trabajar en hospitales en algunas ciudades de los EAU. Ofrecían entre 2.500 y 8.000 dólares mensuales libres de impuestos según la especialidad, experiencia y nivel de inglés, por un año prorrogable por otros dos. Aceptar la renovación implicaba unos generosos bonos, la vivienda y el sostenimiento estaban garantizadas, así como los tiquetes y un mes de vacaciones pagas en cualquier lugar del mundo.
“Es irónico que nos tengamos que ir justo en el momento en que Colombia va a necesitar más médicos, enfermeras, etcétera, cuando comience la peor parte de la pandemia. Pero lo hacemos por dos razones: en el país las condiciones laborales para los profesionales de la salud son pésimas; estamos muy mal pagos, y eso cuando pagan, porque a muchos nos debían tres y hasta seis meses de sueldos en los hospitales donde trabajábamos. La oferta en EAU, en cambio, es bastante buena”, dijo a SEMANA uno de estos enfermeros que pidió no revelar su nombre por razones laborales.
Comenzaron un rápido proceso de selección y, de varios miles de aspirantes, quedó este grupo de 100 profesionales, muchos de los cuales llegaron en buses a la capital a las cuatro de la mañana del 8 de abril. Se suponía que al día siguiente viajarían a sus nuevos trabajos en el avión de EAU. No obstante, la Cancillería y Migración Colombian no autorizaron su salida del país. “Los permisos vigentes para el regreso del vuelo humanitario que trajo una donación de insumos de los EAU cuentan con la autorización de salida que fue tramitada para un vuelo ferry; esto es un avión que solo llevará tripulación y regresará vacío”, dice uno de los apartes del comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el que explica que debido a las restricciones de vuelos se debía especificar el motivo del viaje de los colombianos, cosa que no ocurrió. Por esto, el numeroso grupo está a la espera de que la compañía y las autoridades de EAU realicen las gestiones para poder viajar próximamente.
No se trata de un caso excepcional. En los primeros días de enero, cuando el tema del coronavirus estaba concentrado en China, las autoridades de los EAU empezaron una cacería por el mundo en busca de profesionales de la salud. En España aparecieron anuncios para ofrecer trabajo a 120 médicos colombianos, con salarios entre los 2.600 y 3.200 dólares mensuales, y las vacantes pronto se llenaron. Sin embargo, los árabes necesitan más, y no solo para la pandemia. Allí no tienen problemas por falta de camas y hospitales. De hecho sobran, y cuentan con una infraestructura de óptimo nivel. Su inconveniente tiene que ver con un déficit enorme de médicos, enfermeras y personal del área de la salud. En esas tierras aprecian mucho el profesionalismo y la capacidad de trabajo de los colombianos. Por eso, estas fugas de talento suelen suceder, facilitadas por las malas condiciones de empleo en el país.
Hasta hace pocos años, decenas de los mejores soldados del Ejército colombiano dejaron las filas para aceptar trabajos muy bien remunerados e integrar la fuerza pública de esa nación árabe. Antes se iban quienes hacían la guerra; hoy lo hacen quienes salvan vidas.