La nueva contingencia de Hidroituango por la covid-19

El 28 de abril, tres obreros que atienden la contingencia del proyecto Hidroituango –al norte de Antioquia– presentaron síntomas de lo que parecía una gripa leve. Avisaron a sus superiores, quienes advirtieron que podían estar ante un foco de contagio de coronavirus, con el riesgo que eso implicaba en un lugar de trabajo cerrado. Decidieron aislarlos, transportarlos a Medellín y hacerlos chequear. Resultaron infectados y desde ese momento empezó un cerco médico sin precedentes en el país.

Estos obreros hacen parte del Consorcio CCC Ituango, encargado de construir la central hidroeléctrica más grande de Colombia. La misma que hace dos años entró en crisis cuando uno de sus túneles de descarga se taponó, lo que puso en riesgo las comunidades del Bajo Cauca antioqueño. En este proyecto, EPM cuenta ahora con 3.710 trabajadores, entre contratistas y empleados directos. A todos ellos les practicaron pruebas de covid-19, lo que resultó la muestra poblacional más extensa hasta el momento.

“Aplicamos 3.710 pruebas, salieron negativas 3.513 y positivas 197, lo que corresponde al 5 por ciento de la población. Al día de hoy, tres de las 197 personas ya fueron dadas de alta; guardaron el aislamiento durante 21 días y ya superaron los momentos difíciles. Entre todos los empleados, solo uno necesitó oxígeno por una hora la semana pasada”, dice el gerente general de EPM, Álvaro Guillermo Rendón López.

Por el momento, EPM continúa con las obras del proyecto, pues no se vieron afectadas con las medidas restrictivas que entraron en vigencia cuando el Gobierno declaró la emergencia por la pandemia. Sobre la empresa recae la Resolución 820 de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), que la obliga a eliminar el riesgo que desde hace dos años viven las comunidades aguas abajo; además tiene el compromiso de generar energía para finales de 2021. Así las cosas, EPM enfrenta tres momentos coyunturales: su futuro energético, la seguridad de las comunidades y la covid-19 en los campamentos.

Según anunció la Gobernación de Antioquia, ahora trabaja en llave con EPM para garantizar que el proyecto quede libre de la enfermedad en las próximas semanas. Para eso cambiarán las dinámicas en los campamentos, propenderán por la privacidad de las habitaciones, y a los comedores solo podrán entrar en grupos pequeños. Además cambiarán los turnos de trabajo, lo que permitirá que los obreros estén menos días en la presa.

Pero como suele suceder con los paisas, ahora ven en este evento una oportunidad para un plan piloto de atención a la pandemia. Por eso, el gobernador Aníbal Gaviria dijo: “La Gobernación se une con compromiso y entusiasmo al propósito que este proyecto sea no covid. Que podamos sistematizar la información que allí surja para el manejo de brotes en proyectos similares en el país y en el exterior”.

Las comunidades de los municipios aledaños a las obras ahora reclaman a la empresa que no permita que esto se salga de control. El domingo 24 de mayo un grupo de habitantes del municipio de Ituango bloqueó la entrada y salida del campamento del Consorcio CCC, pues ya habían escuchado rumores del gran contagio en las obras. Justo ese día, uno de los protestantes dijo: “Nos dimos cuenta de que hoy habría un cambio de turno de 40 personas que saldrían del proyecto para el pueblo por otras 40 que estaban en el pueblo y van a trabajar a la obra. No los vamos a dejar pasar, porque yo tengo familia y no puedo permitir que me infecten un hijo. Hay muchos contagiados allá”.

Para evitar la proliferación, teniendo en cuenta, además, la gran cantidad de personas asintomáticas, el gobernador Gaviria anunció que los trabajadores que salgan hacia los municipios deberán practicarse dos pruebas que certifiquen que no tienen coronavirus. Asimismo, estarán en aislamiento preventivo.

En Hidroituango sucede una pequeña muestra de lo que está por enfrentar el país con la reapertura. Este estudio puede dar luces sobre cómo encarar la pandemia.