Nación
Corrupción: Ejército compró visores nocturnos para prácticas deportivas por cerca de un millón de dólares
Los 52 visores nocturnos de referencia CK-1500 fueron adquiridos por la Agencia de Compras de la Fuerza Aérea, Acofa. Su precio fue establecido en US$729.960, o sea $2.318 millones. Solo sirven para prácticas deportivas y no militares.
La compra de 52 visores nocturnos para realizar operaciones militares complejas en zonas selváticas y boscosas del país, por un monto de $2.318 millones, terminó en otro gran escándalo de corrupción que incluso resulta inverosímil. Los visores nocturnos de los cuales depende en gran medida la vida de los soldados y el éxito de operaciones militares no sirven para estas acciones, pues son de tipo 3, es decir, son utilizados por deportistas extremos en actividades al aire libre como alpinismo, montañismo y cacería.
“Se determinó que los bienes recibidos por el Ejército Nacional, al no ser de uso militar y no cumplir con los estándares de calidad requeridos, no satisfacen ni van a satisfacer la necesidad para la cual fueron adquiridos: ser usados por las Unidades de Fuerzas Especiales del Ejército colombiano en operaciones militares”, señaló la Contraloría.
Para la Contraloría, esta situación se generó por una gestión ineficaz e ineficiente que no se compadece con los fines y cometidos del Estado, producto de deficiencias en las decisiones y los controles establecidos para la recepción de bienes y la supervisión del contrato.
Los 52 visores nocturnos (de referencia CK-1500) fueron comprados por medio de la Agencia de Compras de la Fuerza Aérea, Acofa, a través del contrato 035-ACOFA-EJC-2017, suscrito el 28 de octubre de 2017, y cuyo precio fue establecido en moneda estadounidense (US$729.960, o sea $2.318 millones para esa época).
Tendencias
Uno de los asuntos más graves es que pese a la evidente irregularidad, los visores fueron recibidos a satisfacción. Después de varias prórrogas otorgadas al contratista, los bienes fueron recibidos por primera vez el 28 de diciembre de 2017. No superaron las pruebas y, por consiguiente, se determinó devolverlos al contratista para hacer efectiva la garantía técnica contemplada en el contrato.
Luego de hacerse efectiva la garantía técnica, los 52 visores nocturnos fueron recibidos a satisfacción de manera definitiva el 4 de octubre de 2018, indicando en el acta respectiva que los visores se encuentran aptos para el servicio.
En ese momento fueron pagados por el Ejército Nacional, Cenac Aviación, entre octubre y noviembre de 2018.
Al realizar la auditoría financiera al Ejército Nacional, correspondiente a la vigencia 2020, la Contraloría revisó este contrato y entrevistó en abril pasado al funcionario del Ministerio de Defensa que en octubre de 2020 realizó peritaje técnico a los visores adquiridos, dentro de un proceso penal que adelanta la Fiscalía.
El experto dijo a la Contraloría que “los visores nocturnos revisados durante el peritaje no se consideran equipos de especificación militar, pues su denominación la refieren como CK-1500 y esa referencia no existe en ningún manual técnico de mantenimiento, los cuales deben ser expedidos por los fabricantes de los visores nocturnos, homologados también por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y la Armada de los Estados Unidos”. Es decir, no cumplían los requisitos.
Los visores que debía comprar el Ejército son de nivel 1. De uso exclusivo de las Fuerzas de Seguridad de los Estados Unidos y los equipos clasificados en nivel 2 son susceptibles de venta a países amigos, siempre y cuando cumplan con las regulaciones internacionales para tráfico de armas (ITAR). Los de nivel 3 son juguetes.