Aspirantes a fiscal destaparon sus cartas

"No aspiro a protagonismos": Mónica Cifuentes

La candidata Mónica Cifuentes prometió una Fiscalía que no participará en ningún debate político y que no intervendrá en ningún asunto propio de los demás poderes del Estado.

Al parecer, su compromiso primario es abandonar el tono politizado y polémico que, según muchos sectores, caracterizó la gestión de Eduardo Montealegre.

Cifuentes aseguró que se acabarán las notificaciones a los procesados a través de los medios de comunicación y que se esforzará por garantizar el derecho al debido proceso a los indiciados.

Cuando los magistrados quisieron saber si no estaba interesada en que se modifcara el sistema penal acusatorio, indicó que considera su estructura como efectiva. Sin embargo, dijo que se deben introducir cambios para que la audiencia de imputación se reduzca a un mero acto de comunicación y tratar de reducir la suspensión de audiencias.

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Además, hizo énfasis en la necesidad de aumentar la austeridad, sin desmejorar la calidad en la atención del usuario. Para ella, es inadmisible que el ciudadano de a pie tenga que soportar que la mayoría de sus denuncias, el 70 % de ellas, sean archivadas por vencimiento en los términos legales para investigar.

A su juicio, el reto es hacer más eficientes los sistemas de información, para atender más rápidamente los hechos punibles que afectan al ciudadano de a pie, desde luego, sin descuidar casos de trascendencia nacional como los hechos de corrupción o la jurisdicción especial para la paz.

"No puede haber una justicia transicional permanente", puntualizó Mónica Cifuentes, tras declarar que sin resolver los problemas de acceso a la justicia ordinaria será imposible concretar el objetivo de la paz, que se busca conquistar con esa jurisdicción especial.

"Tenemos un nivel deshonroso de impunidad": Néstor Humberto Martínez

El candidato Néstor Humberto Martínez reconoció como vergonzosos los niveles de impunidad que hay en Colombia, debido a la deficitaria capacidad de gestión de los funcionarios de la Fiscalía. Para él, el problema no se debe a la falta de profesionalismo sino de carencia de personal.

Dijo que el deshonroso tercer lugar del país en impunidad en el mundo y los bajos niveles de condena que logran los fiscales, de apenas el 6 %, obedecen principalmente al muy alto número de casos que debe asumir un sólo despacho. En promedio, recordó, un fiscal y su grupo están obligados a resolver mil casos.

Así las cosas, su primera tarea al frente de la entidad sería aumentar en el 50 % la base de fiscales en los próximos seis meses, pero no disponiendo de nuevos recursos, sino rediseñando el plan de ejecución presupuestal para hacerlo mucho más eficiente.

Dijo que su plan de rediseño del organismo estaría listo en el segundo semestre del año y que incluiría además una iniciativa para sistematizar todos los procesos administrativos en el interior de esa entidad, pues las actuaciones tardías, dice, se deben en gran parte al desarrollo de procesos obsoletos.

Frente al desmantelamiento del crimen organizado, precisó que no basta con la imputación de delitos a los jefes de esas agrupaciones. Para él, esa tarea no sería lo suficientemente provechosa si no se le "declara una guerra" de frente al desmantelamiento de los patrimonios ilícitos.

Afirmó que está dispuesto a diseñar un plan específico para conquistar ese objetivo y que, dese ya, se declara sometido al escrutinio de organismos como la Corte Suprema de Justicia que, según él, podría verificar el cumplimiento de esos objetivos en contra del crimen organizado cada seis meses.

Añadió que atacará los problemas de seguridad que afronta la población, especialmente en las ciudades más grandes, y admitió que si no se superan problemas de violencia y ataques a los defensores de derechos humanos, "no habrá posconflicto".

Al ser interrogado sobre la eficiencia del sistema penal acusatorio, dijo que este funciona y debe reforzarse. Para que el trabajo de la Fiscalía sea más efectivo, indicó, se debe probar la figura de la inadmisión de denuncia, para evitar que se pierda tiempo precioso en asuntos sin mérito para ser indagados.

Yesid Reyes promete policía judicial para la Corte Suprema

El exministro Yesid Reyes empezó su intervención advirtiendo la necesidad de proveer a la Corte Suprema de Justicia de un sistema de policía judicial eficiente y de uso exclusivo para ese órgano, una vieja aspiración de la corporación.

Además, se comprometió a fortalecer las unidades de fiscalías delegadas ante la Corte Suprema y trabajar en un sistema de articulación entre organismos de investigación y de policía judicial, para lograr que se hagan cumplir los cambios jurisprudenciales, por ejemplo, frente a temas como la dosis personal.

Para él, el problema de respuesta a ciudadano se centra en la complejidad de los mecanismos de denuncia, y de ahí la necesidad de hacer más eficiente el sistema, para reducir al máximo el tiempo que gastan los ciudadanos en lograr que los fiscales se ocupen de la investigación de los delitos de los que son víctimas.

Dijo que para combatir el crimen organizado es necesario intensificar los niveles de articulación en el trabajo de las Fuerzas Armadas y la Unidad de Análisis Financiero, para utilizar la información de inteligencia de una manera más provechosa.

Por otra parte, señaló que es necesario generar una comunicación permanente entre los diferentes niveles de la jurisdicción, para evitar que la detención preventiva siga siendo causa de billonarias demandas contra el Estado por errores de los funcionarios judiciales.

Hizo énfasis sobre la necesidad de centrar mayores esfuerzos en la implementación de la tecnología, la evacuación oportuna de casos de pequeñas causas, entre otros mecanismos que permitan a los fiscales concentrarse más en los delitos de alto impacto para el ciudadano.

Cuando los magistrados intentaron conocer su percepción en torno al funcionamiento del sistema penal acusatorio, Reyes expresó que si bien este es ideal estructuralmente, se deben modificar algunas fases del procedimiento. Propuso, por ejemplo, condensar la imputación y la acusación en una sla audiencia. Para él, la imputación debe ser una mera acción de comunicación escrita.