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Crece la polémica | mientras unos funcionarios del despacho del magistrado Farfán lo acusan de maltrato psicológico, otros salen a defenderlo
El magistrado de la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia es señalado de haber filtrado información a miembros de la familia Gnecco para, presuntamente, beneficiarlos en sus procesos penales,
El escándalo por la supuesta filtración de información confidencial a la familia Gnecco por parte de uno de sus magistrados empaña hoy a la Corte Suprema de Justicia y ha desatado una enorme controversia. Ahora, mientras cuatro abogados que trabajaban en el despacho del magistrado Francisco Farfán lo denuncian por maltrato psicológico, otros salen en su defensa.
En la mañana de este jueves se conoció una carta dirigida al magistrado César Reyes, presidente de la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia. En esta, cuatro abogados piden a la alta corporación que se abra un proceso contra quien ha sido su jefe por años. La razón que alegan es contundente: maltrato psicológico.
En la carta, los funcionarios aseguran que, tras los hechos revelados por los medios de comunicación que cuestionan al magistrado Farfán, su jefe les pidió el pasado 19 de octubre a todos que le entregaran su carta de renuncia “sin que mediara razón o motivación al respecto”.
A dos de los firmantes, José Aníbal Mejía y John Alexander Ortega, el magistrado los declaró insubsistentes, al parecer, antes de que ellos dirigieran esa comunicación a las altas instancias de la Corte Suprema. A otros dos, Nina Alexandra Hurtado y Liliana Suárez, les aceptó la carta de renuncia. Los decretos de esos movimientos laborales están fechados el mismo 24 de octubre, día en que se radicó la carta contra el magistrado.
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Horas más tarde de que saliera a la luz dicha comunicación, se conoció otra carta dirigida a la directora de SEMANA, Vicky Dávila, y en la que otros funcionarios del mismo despacho manifiestan su apoyo al magistrado Farfán.
“El titular del despacho el día 19 de octubre pasado, solicitó la renuncia de todos sus colaboradores incluidos quienes suscriben este documento, objetivamente se aprecia, que ello obedeció a la necesidad del titular del despacho de contar con un espacio para poder examinar la reestructuración de su equipo de trabajo, sin que ello entrañara atropello a los derechos de ningún servidor público”, dice la carta.
“Es importante señalar, que hemos conocido al doctor Francisco Javier Farfán Molina como una persona de conducta intachable y ajeno al desarrollo de actos agresivos verbales o psicológicos frente a sus colaboradores, lo que nos sirve de fundamento para rechazar el acoso laboral que se le endilga. En armonía con lo anterior, no puede dejar de indicarse que se ha generado un ambiente de tensión motivado por la preocupación ocasionada por la tan conocida publicación de los medios de comunicación, y la solicitud de renuncia protocolaria, escenario que nada tiene que ver con que se haya configurado un acoso laboral por parte del Magistrado Francisco Javier Farfán Molina”, agregan los funcionarios en la misiva.
Los funcionarios agregan que, “aunque se ha generado un ambiente de tensión motivado por la preocupación ocasionada por la tan conocida publicación de los medios de comunicación, y la solicitud de renuncia protocolaria, escenario que nada tiene que ver con que se haya configurado un acoso laboral por parte del Magistrado Francisco Javier Farfán Molina”.
La filtración
El magistrado Farfán fue señalado de haber entregado información confidencial del caso Gnecco, el clan político que está siendo investigado por compra de votos.
Al parecer, todo comenzó el 14 de mayo de 2019, fecha en la que el magistrado Farfán habría ordenado interceptar los teléfonos de ocho políticos, entre ellos cinco miembros del clan Gnecco. El teléfono interceptado principalmente fue el del senador del Partido de la U, José Alfredo Gnecco Zuleta, quien supuestamente incurrió en la compra de votos para reelegirse en 2018.
Lo ilegal habría ocurrido cuando presuntamente el magistrado Farfán, el mismo que inició las interceptaciones, habría sido el que alertó a la familia Gnecco de que los teléfonos estaban siendo vigilados. En una llamada del 2019 quedó registrada la conversación en la que Cielo Gnecco advierte a su sobrino José Alfredo Gnecco.
“José, es que Francisco Farfán (...) mandó un mensaje que te dijera que el teléfono, al tuyo, están copiando todo”, dijo Cielo en la llamada.
El caso contra José Alfredo Gnecco Zuleta había sido archivado por Farfán en febrero del 2022 y, curiosamente, pocas horas después de conocerse esta llamada, el mismo magistrado Farfán decidió revivirlo ordenando su desarchivo inmediato.
Los otros del clan Gnecco que se veían afectados por las investigaciones de la CSJ eran la baronesa del Cesar Cielo Gnecco, su esposo, Luis Alberto Monsalvo Ramírez; José Jorge Monsalvo y Luis Alberto Monsalvo.