Judicial
Crimen de Jaime Garzón fue ordenado por altos mandos militares, la revelación de Mancuso ante la JEP
El excomandante paramilitar detalló los informes de inteligencia que le entregaba el DAS a Carlos Castaño Gil sobre el periodista y la orden final de matarlo.
En su tercer día de declaración ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso Gómez detalló los crímenes que le fueron solicitados, a finales de la década de los noventa, por altos mandos militares a Carlos Cataño Gil, máximo jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Mancuso entregó una lista sobre los nombres de los periodistas, abogados, defensores de derechos humanos y líderes sindicalistas a quienes Carlos Castaño ordenó asesinar. Unos se ejecutaron, en algunos se desistió debido a la conmoción que se podría presentar en el país.
El excomandante reveló que entre los periodistas que estaban en la mira se destacan Jaime Renginfo Ravelo, quien trabajaba en Maicao (La Guajira) y fue asesinado por denunciar frecuentemente la alianza entre las AUC y la Fuerza Pública. “El señor Gustavo Rafael Ruiz Cantillo, quien era un periodista de la emisora de la emisora Radio Galeón de Santa Marta fue amenazado de muerte por las Autodefensas por las denuncias por los vínculos con la Fuerza Pública. Fue básicamente el mismo factor común denominador”.
Tras la petición del magistrado para ahondar estos temas, Mancuso aseguró que el entonces jefe de inteligencia del DAS, José Miguel Narváez, les entregó de manera directa sobre los movimientos de un grupo de periodistas, entre ellos Carlos Lozano Guillén, quien fue director del semanario Voz. “La de Jaime Garzón también, una parte de esa información, la entregó José Miguel, y así hay otros hechos que tienen relación”.
Frente al caso de Jaime Garzón, quien fue asesinado el 13 de agosto de 1999 en el occidente de Bogotá, Mancuso reveló que el objetivo era atentar contra el abogado Gonzalo Gallón, pero por el rechazo de la comunidad tras el crimen del humorista se tomó la decisión de suspender el plan.
“Después del homicidio de Jaime Garzón, que fue una petición a Carlos (Castaño) de altos mandos militares que, podré contarle a usted por lo delicado, por la presunción de inocencia y por la seguridad de quienes participamos en estas audiencias y las personas que nos rodean, el señor Gustavo Gallón no fue asesinado por las Autodefensas porque Carlos vio las enormes repercusiones que tuvieron estos hechos, y reversó la orden que ya había dado”, aclaró.
Este crimen iba a ser ejecutado por sicarios de la temida banda La Terraza, de Medellín, quienes ya contaban con una carpeta de inteligencia sobre los desplazamientos, lugar de vivienda y trabajo. “Las consecuencias si el hubiese priorizado a Gustavo Gallón era su muerte (...) A esa banda le ordenó que ejecutara primero la del humorista Jaime Garzón y, cuando se calmaran, la de Gallón”.
Mancuso no dudó en calificar como un “golpe que las AUC se autoimpuso” realizar estos pedidos “de altos mandos militares que, en el caso de Jaime Garzón como un intermediario permanente, constante, en las negociaciones que venían adelantando las guerrillas de las Farc y el ELN con el pago de secuestros y estas situaciones”.
Para revelar los nombres exactos de los altos mandos militares que realizaron estas solicitudes expresas, Mancuso le pidió a la Sala de Reconocimiento de la Verdad una audiencia reservada.
Lo mismo hizo en la mañana de este lunes cuando declaró sobre los apoyos de las AUC a las campañas presidenciales de Horacio Serpa, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez, así como las alianzas en contra de un grupo de alcaldes, gobernadores y congresistas.