CRÓNICA

Cristian Maquilón, la promesa del atletismo que el terrorismo apagó

El joven de Chigorodó había entrado a la Policía becado por su talento en el lanzamiento de disco. Había sido de la Liga de Antioquia y ganado competencias. SEMANA habló con su familia. "En mi corazón es un héroe", dice su hermano.

19 de enero de 2019
Cristian nació el 9 de noviembre de 1998 y falleció el 17 de enero de 2019. | Foto: Cortesía de la familia.

Cristian Camilo había regresado hace poco a la Escuela de Cadetes General Santander. El joven se devolvió el 7 de enero a Bogotá para continuar con sus estudios en esa institución pues había recibido permiso para pasar la temporada navideña en su natal Chigorodó, municipio del Urabá antioqueño. El atleta es una de las víctimas del atentado del pasado jueves en el que otras 20 personas perdieron la vida. La explosión del ELN apagó su vida. 

Hace apenas tres semanas, Cristian había dejado de nuevo Chigorodó. Su padre, Urbano Maquilón, y sus ocho hermanos mayores no salen aún de su sorpresa. El joven era un atleta consumado, experto en el lanzamiento de disco. Las competencias de ese deporte habían terminado en agosto y eso le había dado la posibilida de regresar a casa para compartir con su familia en las fiestas navideñas. “Cada vez que venía me traía un regalo”-recuerda don Urbano- “esta navidad me trajo dos pares de zapatos y un pocillo marcado con su nombre”.

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Para él, Cristian era la luz de sus ojos. Día de por medio su hijo menor lo llamaba para preguntar por su estado de salud y repetía constantemente esta pregunta: "¿Qué comiste papi? No aguantes hambre, deja que termine mis estudios pa’ que veas que te vas a recuperar’? narra Don Urbano, en medio de sollozos.

“Papi yo quiero tener una casita para poder relajarme con usted cuando a mí me den permiso”, decía.

Cristian Camilo anhelaba terminar la carrera en la escuela porque sentía el deber de cuidar a su padre, que tiene 78 años, y comprarle una casa al graduarse como cadete. “Papi yo quiero tener una casita para poder relajarme con usted cuando a mí me den permiso”, decía. Y por eso llevaba año y medio viviendo en Bogotá para lograr la meta.

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Sandra Cortés, sobrina de Cristian, cuenta que se enteraron por los medios de la muerte de Cristian. Inmediatamente salió la noticia, su esperanza estaba en verlo entre la lista de heridos, y no de muertos. Pero un canal de televisión mostró su fotografía, en horas de la tarde, confirmando que el "niño", como aún le decían en su casa, era una de las víctimas fatales del terrorismo.

Foto:(Izquierda) Cristian Camilo con su sonrisa característica. (Derecha) Albeiro, hermano; Sandra, sobrina; y Cristian junto a su padre Urbano Maquilón. Cortesía familia.

“Nunca pensé estarlo llorando”, dice Sandra. Para ella, su tío era un niño muy querido y humilde que será recordado porque siempre vivía sonriente. Él era un ‘principito soñador’ que, asegura Sandra, habría cumplido todos los deseos de su familia si un día se hubiese encontrado la lámpara de Aladino porque “sus sueños iban más allá de su imaginación” y tenía una enorme generosidad.

Según ella, la vocación de servicio de Cristian se la inculcó su padre desde la infancia. La educación y los principios, bajo los cuales don Urbano crío a su hijo, hicieron de él un joven solidario que encontró en la Policía Nacional la mejor forma de combinar su pasión deportiva y la labor comunitaria.

Desde los doce años se enfocó en el atletismo y comenzó a entrenar en la modalidad de lanzamiento de disco, en Chigorodó. Su gran desempeño lo llevó en 2014 a ser parte del Grupo de desarrollo deportivo Urabá y posteriormente se convirtió en miembro de la Liga de Atletismo de Antioquia.

Leomedina Blandón, entrenadora del joven atleta desde 2016, comenta que ‘el niño’ era “extremadamente talentoso, comprometido y con muchas ganas de salir adelante”. Su mayor sueño era llegar a la Villa deportiva en Medellín, pero al no obtenerlo, Cristian tomó la beca que le ofreció la Policía para estudiar y al mismo tiempo competir en representación de la institución. “Él fue campeón nacional infantil, campeón nacional juvenil y obtuvo un tercer lugar en los Juegos Centroamericanos Intercolegiados que se realizaron en México en el 2015”, añade. Es por esto que Cristian Camilo se esforzaba al máximo para dejar en alto el nombre de la Escuela, pues la oportunidad que le brindaron era perfecta para cumplir con su proyecto de vida.

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Su decisión de entrar a la Policia generó posiciones encontradas en la familia. Para Sandra, optar por esa carrera era demasiado peligroso. “A él no le gustaban las armas, pero yo creo que sus amigos atletas lo animaron a tomar ese camino”, cuenta. Mientras que para Urbano Maquilón Junior, hermano mayor de Cristian, el camino fue el correcto porque el chico pintaba con buen futuro en el atletismo y siempre contó con el apoyo de su padre para hacerlo. La Policia era un lugar donde él podía cumplir ese sueño. 

“En mi corazón sigue siendo un héroe”, dice su hermano.

Urbano junior lo describe como “un grande”, pequeño todavía de edad, pero más sabio que él. Asegura que Cristian le daba más consejos de los que él mismo podía darle. “En mi corazón sigue siendo un héroe”, recalca una y otra vez. Y  concluye diciendo que la carrera de su hermano no se habría frustrado de no haber sido por “esos malvados sin corazón”. 

Foto: El cuerpo de Cristian Camilo Maquilón Martínez no ha sido llevado a Chigorodó. Su familia espera que hoy lo trasladen hasta el barrio Los Balsos para velarlo en la casa donde nació. Cortesía familia.