Bogotá
Cruda advertencia de Bocarejo frente a posibles cambios al Metro de Bogotá: “Petro no alcanzaría a estructurar y a contratar el proyecto”
Juan Pablo Bocarejo, exsecretario de Movilidad, advirtió que cualquiera de las propuestas planteadas requeriría diseños y viabilidad financiera, por lo que prácticamente se requeriría un nuevo contrato.
El exsecretario de Movilidad de Bogotá y hoy profesor de la Universidad de Los Andes, Juan Pablo Bocarejo, lanzó fuertes cuestionamientos a la posibilidad de que se hagan cambios al proyecto de la primera línea del Metro en capital del país.
El diálogo con SEMANA, el exfuncionario advirtió, en primera medida, que es inviable poder hacer cambios al contrato toda vez que el proyecto se financió con recursos de la banca multilateral.
“Las propuestas de cambiar un tramo de primera línea en subterráneo no son válidas dentro del marco del presente contrato entre la Alcaldía y el consorcio chino, firmado dentro del marco de contratación del BID y el Banco Mundial”, dijo Bocarejo.
Bocarejo enumeró cuáles serían las razones que impedirían hacerle cambios a la tipología y al trazado de la primera línea del Metro: “Primero, esto sería un cambio mayor en las condiciones del contrato; Segundo, el mayor valor en algunas de las propuestas excede el 50 % del monto de la obra; tercero, este contrato no es solo de obra, sino de operación y la operación de un metro subterráneo es mucho más costosa”, precisó.
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“En síntesis se tendría que hacer un nuevo contrato”, puntualizó el ex secretario de Movilidad. Sin embargo, el hoy profesor de la Universidad de Los Andes dejó claro que “ninguna de las 5 opciones tiene una página de diseños, ni viabilidad financiera”.
En consecuencia, Bocarejo se atrevió a lanzar una cruda advertencia: “En el Gobierno de Petro no alcanza el tiempo para diseñar un nuevo trazado, estructurar el proyecto y contratarlo”.
De esta manera, Bocarejo fue enfático en reiterar que “es muy difícil que un cambio de la magnitud planteada se pueda ejecutar en el marco del contrato vigente” y en caso de que el Gobierno Petro insista en cambiar las reglas de juego, “generaría una demanda inmediata de los participantes en la licitación que ganó el Consorcio Chino”, precisó el exfuncionario.
Ante todo este sombrío panorama, Bocarejo indicó que de insistir en cualquiera de las 5 propuestas, “en esta época de vacas flacas, se corre el riesgo de que el metro con el tramo subterráneo no sea financiable”.
Ahora, frente a cuánto tiempo de más se necesitaría para que la primera línea del Metro de Bogotá entre en operación, Bocarejo fue poco optimista. “El consorcio chino estimó que se podría retrasar 7 años la construcción de la primera línea. Se debe sumar un tiempo adicional de al menos 2 años para reestructurar técnica, legal y financieramente el proyecto”. En ese orden de ideas, la demora podría ser de 9 años o más.
De igual modo, Bocarejo se mostró sorprendido frente al silencio que ha guardado la administración al respecto, advirtiendo que en dado caso el Distrito también tiene que entrar a financiar los cambios que se establezcan. “La Administración Distrital y la empresa metro conocen la inviabilidad de cambiar la primera línea ya contratada. Las demandas, acusaciones de mal uso de los recursos públicos y buena parte de los sobrecostos los terminará pagando el Distrito. Es muy fácil para el gobierno nacional presionar estos cambios”, subrayó.
Finalmente, el ex secretario de Movilidad aprovechó su diálogo con SEMANA, para enviarle un mensaje a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López. “La alcaldesa debe defender con vehemencia el bienestar de los bogotanos y su bolsillo”, comentó.
Es de mencionar, que el consorcio chino puso sobre la mesa cinco principales propuestas para modificar el trazado y la tipología de la primera línea del metro.
La primera es que el tramo subterráneo inicie desde la Avenida Primera de Mayo y vaya hasta la Calle 72. Esta posibilidad permitiría que 8 estaciones de esta primera línea del metro sean subterráneas.
Como segunda alternativa, está que el trazado subterráneo comience en la calle primera y culmine en la calle 72, en donde hoy en día se avanza con la construcción del intercambiador vial. En esta opción serían seis las estaciones que queden subterranizadas.
La tercera opción que planteará el consorcio Metro Línea 1, es la que consiste en soterrar el trazado desde la calle primera, pero que exista una extensión hasta la calle 100. De esta manera serían nueve las estaciones subterráneas.
Una cuarta posibilidad es que el tramo subterráneo empiece en la calle 53 y vaya hasta la calle 100. Así las cosas, la primera línea del Metro de Bogotá contaría con siete estaciones subterráneas.
Finalmente, dentro de la baraja de posibilidades, está la opción de extender el metro desde la calle 72 hasta la calle 100, esta extensión sería completamente subterránea con 3 estaciones adicionales. Lo que le permitiría a la primera línea del metro contar con otros 3,9 kilómetros.
Todas estas propuestas iban a ser evaluadas en la tarde de este lunes 23 de enero en una reunión entre el presidente Gustavo Petro y la alcaldesa Claudia López. No obstante, el encuentro finalmente no se llevó a cabo.
Fuentes de alto nivel de la Casa de Nariño le confirmaron a SEMANA que la crucial reunión de este lunes entre el presidente Gustavo Petro y la alcaldesa Claudia López, en la que se iba a definir el futuro de la primera línea del metro de Bogotá, se aplazó y se reprogramó para el miércoles de esta semana.
El motivo del aplazamiento del encuentro entre ambos funcionarios obedeció al viaje que va a adelantar el mandatario colombiano a Buenos Aires (Argentina), en donde participará de una nueva sesión de Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos del Caribe (Celac). El vuelo de Petro estaba programado para las 7:00 p.m y la reunión con Claudia López era sobre las 4:00 p.m de este lunes.