Cumbre de Sostenibilidad
¿Cuál es el aporte de Colombia al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
La IV Cumbre de Sostenibilidad organizada por SEMANA sirvió de escenario para visibilizar los proyectos e iniciativas impulsadas por el sector empresarial, entidades públicas, la academia y organizaciones internacionales con miras a cumplir la agenda 2030 de Naciones Unidas. Este es el camino que está recorriendo el país para contribuir al cumplimiento de los ODS.
La pandemia no detuvo el desarrollo sostenible en Colombia. Sucedió todo lo contrario: reafirmó los planes y estrategias empresariales, habilitó más espacios de discusión y propició reflexiones sobre el cambio climático y sus efectos para la humanidad. También prendió las alarmas y sirvió de altavoz para que cada vez más personas comprendieran lo que significa el aumento de la temperatura y respaldaran los proyectos que le están permitiendo a Colombia avanzar en la Agenda 2030, la hoja de ruta de las Naciones Unidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Esa agenda se estableció en 2015 y contempla 17 metas para resolver de fondo problemáticas urgentes de la humanidad que pondrían en riesgo el futuro de las generaciones venideras. Durante la Cumbre de Sostenibilidad se analizaron temas relacionados con desigualdad y pobreza, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsable, crisis planetaria y acciones para superarla, protección de los océanos, entre otros.
Durante la primera jornada, el embajador de Alemania en Colombia, Peter Ptassek, envió un mensaje contundente a Colombia. Señaló que la descarbonización de la economía y el fortalecimiento de las energías renovables serán claves en el diseño de una economía competitiva en el futuro. “Las energías limpias y el hidrógeno verde son temas en los que Colombia tiene mucho que ofrecer y entre más rápido se cree el marco legal interno para el desarrollo de estas tecnologías, más preparada estará en este mercado emergente a nivel global”, expresó.
A su turno, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Correa, recordó que en el propósito global de mantener la temperatura del planeta en menos de 2 grados centígrados antes de terminar el siglo y que ojalá fuese 1.5 grados, Colombia tiene la meta de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en un 51 por ciento a 2030, y se comprometió con cero deforestación y proteger el 30 por ciento de las áreas marinas y terrestres a ese mismo año. “En el marco de este acuerdo estructuramos 196 acciones de mitigación y adaptación con todos los sectores: privado, público, academia, territorios y organizaciones sociales con el rigor técnico y científico”, puntualizó el ministro y agregó que durante la COP26 el país presentó su estrategia de carbono neutralidad al año 2050, la cual se llevó como proyecto de ley al Congreso de la República, para que todos los compromisos que plantea se incorporen a la Ley colombiana.
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Así mismo, Peter Siegenthaler, representante del Banco Mundial para Colombia, explicó en su conferencia que es imposible separar la degradación ambiental y el cambio climático con la vulnerabilidad de la población hacia este fenómeno. “Los efectos del cambio climático refuerzan la desigualdad y la pobreza en el país y a la vez la falta de oportunidades económicas afecta la degradación ambiental. No se puede tratar el cambio climático como un fenómeno ambiental aislado y tampoco podemos enfrentar la desigualdad sin pensar en la vulnerabilidad climática de la población”.
El experto señaló que para transformar ese círculo vicioso en uno virtuoso Colombia tiene oportunidades muy específicas como el potencial de la energía solar, aumentar los sistemas silvopastoriles en la producción lechera y bovina y, por último, en el turismo, sector para el cual la biodiversidad es un a
También participó Chever Voltmer, directora de iniciativas de plástico en Ocean Conservancy, quien planteó que el sector reciclador podría ser parte de la solución ante el problema de acumulación de plásticos en los océanos, inclusive en los organismos de las personas. Por esta razón, de la mano de la organización colombiana Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre) desarrolla en Colombia el proyecto ASPIRRe, mediante el cual trabajan con recicladores de Buenaventura y Cartagena para disminuir la cantidad de plásticos que llegan al mar transformándolos a través de la economía circular.
¿Qué viene después de la COP26?
Eugenia Rinaudo, coordinadora de Sostenibilidad de la Universidad Ean, relató lo sucedido durante la reciente Conferencia de las Partes COP26, realizada en Glasgow, Escocia, con el fin de discutir y negociar las implicaciones que tiene el cambio climático a nivel internacional y nacional, y las medidas de adaptación, mitigación y gestión del riesgo que se pueden tomar “para que como civilización humana podamos crear capacidad adaptativa no solo para nosotros, sino para todos los seres vivos”. Desde su punto de vista, el tema de los compromisos climáticos siempre será difícil porque se necesitan metas ambiciosas para responder con la rapidez que demanda este desafío climático en el mundo, pero “lamentablemente ni la política, ni la economía van al mismo ritmo con el que está avanzando”, sentenció.