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¿Cuál es la verdad? Especialistas explican si guardar el celular en el bolsillo causa infertilidad en hombres

¿Es cierto que quienes guardan el celular en los bolsillos delanteros del pantalón o escriben con su computador portátil en las piernas tienen más riesgo a ser estériles? SEMANA consultó diferentes especialistas.

26 de noviembre de 2022
 El 33 por ciento de la infertilidad está asociada a la baja producción de espermatozoides y a otras alteraciones del aparato reproductor masculino.
El 33 por ciento de la infertilidad está asociada a la baja producción de espermatozoides y a otras alteraciones del aparato reproductor masculino. | Foto: getty images

Recientes estudios realizados por organizaciones expertas en fertilidad masculina, revelaron una disminución de espermatozoides relacionada con las ondas que produce la señal Wifi y otras electromagnéticas, lo cual ha dado de qué hablar no solo entre científicos sino también entre grupos sociales que cada vez que ven a un hombre guardar un celular en los bolsillos delanteros del pantalón, se cuestionan, con algo de timidez y burla, si ese cotidiano hecho puede generar problemas.

Según analistas, los espermatozoides que estuvieron junto a un teléfono inteligente en uso y que recibía conexión a internet por Wifi con tecnología 4G y 5G durante más de seis horas continuas, tenían menor movilidad y posibilidad de conquistar el óvulo de la mujer. No solo se afecta la cantidad sino la calidad del espermatozoide en aproximadamente 15 por ciento.

Uno de los estudios fue presentado por el International Journal of Radiation Biology, donde analizaron el impacto de la radiación electromagnética para comprender las consecuencias en el sistema reproductivo masculino. Todo celular, computador portátil y torre de internet o telefonía emite radiaciones electromagnéticas que afectarían diferentes sistemas biológicos. Tanto así que estudios más avanzados han mostrado que el cáncer cerebral estaría relacionado, en algunos casos, con estas señales.

En el caso de la fertilidad masculina la radiación induce a la generación de un complejo multiproteico encargado de producir especies reactivas del oxígeno en diferentes células y tejidos. Todo según el tiempo de contacto, generando variación en la concentración de iones de calcio que producen cambios en los parámetros reproductivos en cuanto a la morfología, viabilidad y motilidad del espermatozoide.

SEMANA consultó a Alejandro Fernández, médico urólogo director de docencia de la Sociedad Colombiana de Urología, quien manifestó que hay estudios de referencia que se han hecho en el mundo entero desde hace más de una década, los cuales hablan de posibles daños a la fisiología del cuerpo humano y a la reproducción masculina. Sin embargo, aclaró que aún no hay evidencia científica que lo demuestre y mientras se llega a conclusiones claras no se puede condenar el uso de la tecnología.

Por su parte, el ginecólogo Jaime Olivos, experto en planes familiares de fertilidad, indicó que las conclusiones de los estudios no son tan descabelladas, pues explicó que por alguna razón las gónadas masculinas (testículos) están ubicadas de manera estratégica para permanecer entre 1 y 3 grados de temperatura por debajo del resto del cuerpo.

Pero cuando un hombre trabaja con un computador en las piernas o guarda un celular encendido a menos de 5 centímetros de distancia, emite radiaciones y calor que altera el ambiente natural. Aclaró que a diferencia de las mujeres que nacen con 500 óvulos que “administrarán” durante toda su vida, los hombres producen diariamente 25 millones de espermatozoides. Lo que indica que, si se corrigen algunos hábitos, la calidad del esperma puede mejorar.

Los especialistas coincidieron al señalar que es muy difícil que la ciencia logre concluir que la infertilidad está relacionada a la cercanía con las ondas electromagnéticas, pues hay múltiples factores ambientales que están generando la poca creación de espermatozoides, como la mala alimentación o el uso de pesticidas, entre otros. Por eso recuerdan que cualquier exceso es perjudicial, así que invitan a no satanizar el uso de la tecnología, pero sí a administrar el tiempo que se permanece cerca de ella.