Cuatro personas, entre ellas un menor, en poder de las disidencias de las Farc, fueron liberadas ante una misión humanitaria

En una misión humanitaria que adelantó la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica en el departamento de Putumayo, fueron liberadas cuatro personas, entre ellas un menor de edad, que estaban hace 90 días en poder de los Comandos de la Frontera Ejército Bolivariano de la Segunda Marquetalia. Los disidentes de las Farc al mando de alias ‘Iván Márquez’.

La Defensoría en su cuenta de X detalló que “la entrega se dio en un punto selvático de la zona sur del país, donde los integrantes del grupo armado manifestaron que hacían la liberación como un gesto humanitario y de compromiso con la búsqueda de la paz. Nuestros funcionarios brindaron las respectivas asesorías jurídicas”.

Según la entidad, los tres adultos liberados fueron trasladados hasta una guarnición militar del Ejército, donde iniciaron los trámites administrativos para someterse a la justicia, ya que manifestaron voluntariamente que serían integrantes de un grupo armado de Comandos de Frontera.

“El menor de edad ya es atendido en el Centro Zonal Mocoa del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), donde trabajan en el restablecimiento de sus derechos y en los procedimientos previstos por la ley para este tipo de situaciones”, confirmó la Defensoría.

Hace pocos meses, las autoridades reportaron que en el departamento de Putumayo se viene adelantando una fuerte disputa entre varios grupos armados, mientras las comunidades quedan en medio del desplazamiento, el confinamiento, la violencia, el secuestro y el temor de vivir en una de las regiones más peligrosas del país.

Después del acuerdo de paz con las Farc, Putumayo se convirtió en un área importante para el desarrollo territorial y la llegada de la paz, pero la salida de esa extinta guerrilla provocó que ante el abandonó estatal llegaran múltiples grupos subversivos como los Comandos de Frontera de la Segunda Marquetalia y el Frente Carolina Ramírez del Estado Mayor Central, a confrontarse por el control del territorio y las economías ilegales que se desarrollan.

Frente a este cruento panorama, la Defensoría reiteró “toda nuestra disposición institucional, capacidad y experiencia de medicación para que esta clase de actos humanitarios sigan sucediendo, con el objetivo de que las personas en poder de grupos armados ilegales vuelvan sanas y salvas a la libertad”.

Pero además del secuestro y la extorsión, las disidencias de las Farc también siguen haciendo de las suyas para llenar sus arcas criminales a través del narcotráfico. De hecho, el pasado 20 de junio, las Fuerzas Militares le decomisaron a un grupo conocido como Familia Norte, dos toneladas de marihuana que estaba avaluada en cerca de 80 millones de dólares.

A través de un comunicado, las autoridades confirmaron que “en desarrollo de operaciones militares de control y presencia institucional desplegadas en cumplimiento del Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho –Tiempo 2- en las últimas horas las Fuerzas Militares localizaron una embarcación que navegaba las aguas del río Putumayo, transportando más de dos toneladas de marihuana tipo cripy”.

La guerra de grupos armados ilegales por zonas estratégicas de Putumayo, como el corregimiento de Mecaya, en Puerto Leguízamo, han dejado más de 2.500 personas de comunidades indígenas y campesinas desplazadas de sus territorios.