Delitos
¡Cuidado! Nueva modalidad de estafa a la hora de buscar empleo
Cientos de personas denuncian que en medio de su búsqueda de empleo están siendo estafadas. Con las condiciones de pago de la planilla de seguridad social está el gancho del engaño. ¿Cómo actúan?
Pasar horas frente al computador enviando hojas de vida y revisando si alguno de los tantos correos tiene respuesta es una tarea desgastante, en la que se juntan la necesidad, la esperanza y la frustración. Esa rutina la viven alrededor de 3.800.000 colombianos que no tienen empleo en Colombia según las últimas cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE.
Mayra Gómez tiene 34 años, es psicopedagoga y el pasado miércoles recibió el tan anhelado mensaje: se suponía que una multinacional le estaba diciendo que su perfil profesional había gustado para trabajar como docente de un nuevo proyecto educativo dirigido exclusivamente a hijos de los trabajadores. Entre las condiciones plateadas en el correo, es que debería tener disponibilidad inmediata de contratación. En este mensaje también le hablaban, con especial énfasis, sobre la necesidad de tener el pago de planilla de seguridad social al día y daban una opción muy llamativa para quienes no la tenían a la mano.
“Al optar por la opción de la empresa se le subsidiaría en un 70 % el valor total no reembolsable ($292.460) y el trabajador asumirá el valor restante de aproximadamente $94.945 (devolutivo por la empresa). De esa firma se obtendría la planilla y estaría lista para iniciar labores”, se lee en el mensaje.
Mayra se emocionó mucho por la oportunidad laboral que se abría. Ella forma parte de las 41.000 personas que lleva buscando trabajo entre 1 y 2 años, según datos del DANE, y ahora le ofrecían contratación inmediata, ejerciendo su profesión y además con la facilidad de que le subsidiaran su seguridad social en un 70 %. Sin duda continuó con el proceso de contratación, aunque sabía que le tocaba sacar prestado los casi $95.000 para la seguridad social que le pedían: sus recursos económicos eran limitados hasta para los gastos de su hijo de seis años.
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Cuando ella dio esa respuesta a quienes la contactaron a través del correo, le hicieron otra entrevista telefónica. “Me atendió un hombre con acento de costeño (Caribe), muy amable, serio y hablaba de manera elocuente”, así recuerda Mayra al hombre que se presentó como uno de los miembros de la compañía encargado del departamento de talento humano.
Él le dijo que mirando su hoja de vida se había dado cuenta que por la experiencia que ella tenía documentada y su buen currículo le ofrecían el cargo de coordinadora de otros docentes y estaría a cargo del desarrollo de las temáticas de psicopedagogía que involucraría a profesionales, padres de familia y niños. Y por la responsabilidad que implicaba el nuevo cargo recibiría una mejor remuneración. “Yo me puse feliz porque llevó más de dos años rebuscando por un lado y por otro para darle de comer a mi hijo, y dije que sí”. Esa respuesta llevó a que le pidieran más dinero.
El hombre le argumentó que como tendría ingresos superiores a los $4.000.000, su seguridad social subiría, así que ella ya no tenía que conseguirse $95.000, sino $145.000. Su mamá le prestó el dinero, ella lo consignó a la cuenta de ahorros del banco que le dieron, solo con número, sin nombre de referencia. Unos minutos después le enviaron por WhatsApp foto de la supuesta planilla de seguridad social.
Para la firma del contrato le pidieron todos los documentos y datos personales de su hijo y resto de familia (direcciones, documentos personales, números de teléfono, etc.) y la citaron para firmar contrato, pero luego le empezaron a poner trabas: “Me decían que a los compañeros de la oficina les dio covid-19 y tocaba aplazar todo. Luego fui por mi cuenta a la dirección que dieron y me di cuenta de que la empresa en realidad no existía”.
Ese mismo día denunció en la Policía. “Me di cuenta de que muchas personas más habían sido víctimas de estafa. Me enteré en los grupos de búsqueda de trabajo de las redes sociales. Me duele saber que juegan con la necesidad de las personas”. También confesó que muchas personas tienen miedo a denunciar y poner en riesgo su vida por un valor tan bajito.
Lo que es claro es que los estafadores encuentran en los delitos de menor cuantía una buena estrategia para salirse con la suya y usan como estrategia de intimidación el pedir todos los documentos y datos personales de las víctimas y familiares. Así nunca lo usen y tiren a la basura todas las hojas de vida, eso genera a los afectados una presión psicológica. Por lo anterior, la Policía Nacional invita a denunciar, por insignificante que parezca el monto de la estafa, porque los investigadores podrían reunir muchas de las denuncias y sustentar bien ante un juez la sistematicidad del delito.
SEMANA consultó a la Oficina de Servicio Público de Empleo del Ministerio de Trabajo y ellos recordaron que cuentan con bolsas de empleo que ayudan a ubicarse laboralmente a decenas de personas. Aclaran que ningún empleador puede cobrar monto alguno a los candidatos o buscadores de empleo que le son remitidos desde las agencias o bolsas de empleo del SPE para adelantar el proceso de selección.
Si tiene dudas sobre alguna oferta laboral atípica o en la que le exigen algún tipo de pago, verifique en la página de la Unidad del Servicio de Empleo (www.serviciodeempleo.gov.co) si la agencia o bolsa de empleo que la ofrece se encuentra dentro del listado de prestadores autorizados por la unidad para hacer intermediación laboral.
También puede comunicarse con la línea de Atención al Ciudadano (en Bogotá) al 7560009 opción 1 y consultar si se trata de una oferta legítima y de una agencia de empleo autorizada.
“Lo más importante es no quedarse callados, porque puede haber muchas otras víctimas. Por lo menos al conocer la modalidad ya no seremos tan ingenuos”, reflexionó Mayra.