Cuidado, que no lo engañen con esta nueva modalidad de “secuestro”

En el centro de Bogotá estaba un grupo de amigas reunidas el pasado fin de semana, de repente la charla fue interrumpida por una mujer que llegó muy bien vestida, pero con cara de angustiada. Contó con desespero que había sido victima de atraco y que entre sus pertenecías se le habían robado el celular y que no tenía cómo reportar a alguien cercano lo sucedido, por lo que requería con urgencia que alguien le prestara un teléfono móvil.

Ante la desconfianza que se sintió en la mesa, la mujer les aseguró que no se llevaría su teléfono que podían estar atentos, y en realidad cumplió, nunca les robó el celular su plan fue mucho más allá.

La llamada la hizo discretamente a unos metros de distancia, y luego regresó a la donde estaban las personas departiendo, se veía muy agradecida y actuaba con mucha amabilidad, según describen. Nada generó sospecha y la mujer que prestó su celular se fue convencida de que había hecho una obra de caridad, pero cuando llegó a su casa se encontró con un panorama desolador.

Sus familiares más cercanos estaban reunidos en la sala del apartamento, estaban llorando, habían recibido la llamada que le anunciaba que ella estaba secuestrada. La supuesta secuestradora dijo que la prueba de que la mujer estaba en su poder era que estaba haciendo la llamada desde el celular personal de ella.

Sí, quien llamó fue la mujer angustiada y amable supuestamente víctima de atracó a la que ayudaron prestándole el celular. La mujer aprovechó que la tenía cerca para describir no solo su aspecto físico sino la ropa que llevaba puesta y varios detalles que dieran a entender que si la tenía en su poder.

Amenazaron a la familia para que no avisara a las autoridades, y le pidieron un monto no muy alto para su liberación. De tal forma que pensaran que era mejor pagar sin tanto problema, sobre todo teniendo en cuenta que ese fin de semana varias familias que trabajan de manera formal recibieron la prima semestral. Tenían que pagar en su totalidad $5.000.000.

Acordaron una primera transacción de $3.000.000, para eso contaban con menos de 20 minutos, para evitar que supuestamente le hiciera daño. Ese, al aparecer, es un tiempo récord con el que pelea el delincuente antes de que su víctima se contacte con su familia o llegue a la casa. A demás porque trata de dejar en modo avión el celular para que no le entren ni le salgan llamadas y piense que es un problema de la red de comunicaciones.

La segunda parte del desembolso la mayoría de las veces no se alcanza a realizar. Las personas por pena y temor a la burla no denuncian ante las autoridades, pues consideran que es más el desgaste de tramites que el resultado, por esa razón prefieren mandar cadenas en redes sociales en lugar de buscar ayuda judicial.

Por su parte las autoridades, tanto Policía como Fiscalía invitan a denunciar y no acceder a presiones económicas, si no hay denuncia es más difícil rastrear la modalidad.

Hace algunos meses también se conoció que a las afueras de algunos cinemas se estaban ubicando falsos promotores que regalaban boletas gratis para entrar a ver una fusión doble, pero solo pedían a los jóvenes que ingresaran llenar todos los datos personales en un formato y apagar los teléfonos celulares, supuestamente para tener una mayor concentración en la película y luego responder una encuesta sobre el film.

En la época que estaban desconectados los delincuentes contactaban a su familia y utilizando todos los datos personales que entregaron, amenazaban a sus padres con hacerles daño porque supuestamente los tenían retenidos contra su voluntad y para poderlos liberar pedían dinero a cambio.