Nación

Golpe al uribismo en su propia tierra: Daniel Quintero, independiente, es el nuevo alcalde

Contra todos los pronósticos, el candidato del movimiento Independientes logró llegar al Centro Administrativo La Alpujarra. Su victoria es una derrota del Centro Democrático que en los últimos cuatro años no ha logrado el poder en Medellín y Antioquia, tierra uribista por naturaleza.

27 de octubre de 2019
Daniel Quintero tiene 39 años y ha sido un gran crítico de la administración que ha tenido EPM en los últimos años. | Foto: Archivo SEMANA

Daniel Quintero Calle hizo una campaña en contra de todo pronóstico. Arrancó sus movimientos políticos haciendo fuertes críticas a EPM y a Hidroituango, lo  que le  valió encontrar simpatías en algunos ciudadanos críticos, pero odios en los paisas más tradicionales que guardan profundo respeto y poca crítica a las instituciones. Sin embargo, su campaña alejada de grandes grupos políticos lo llevó al Centro Administrativo La Alpujarra. 

Durante estos meses de campaña se le atacó porque no había ocupado cargos públicos en Antioquia, pese a que creció en el barrio Tricentenario y se  graduó de la  Universidad de  Antioquia, todo en medio de las condiciones más adversas: pocos recursos económicos y la orfandad.

Los ataques que recibió fueron tan fuertes que hasta el mismo expresidente Álvaro Uribe Vélez aseguró que recibía  el apoyo de Gustavo Petro, cosa que no era cierta. Además, el Centro Democrático y candidatos como Santiago Gómez lo vincularon con "modelos fracasados traídos de Bogotá". 

Con Quintero se mantiene la tendencia de  que los medellinenses prefieren para la Alcaldía a los candidatos jóvenes y desmarcados de los partidos políticos. Además, se ratifica que las encuestas en Medellín no logran dar con un ganador, como sucedió hace tres años. 

A diferencia de las elecciones de hace cuatro años, en las que Federico Gutiérrez superó a Juan Carlos Vélez, candidato del Centro Democrático, solo por 10 mil votos, en esta oportunidad, Quintero le sacó a Ramos casi 70 mil votos de diferencia. Esta es una derrota demoledora para el uribismo, que no pudo a ganarle a un supuesto modelo "fallido traído de Bogotá". 

Pese a la aplastante victoria, en la noche este domingo Quintero dijo en su sede de campaña: “Vamos a unir a Medellín, a los medellinenses de todos los barrios, de todas las comunas, de todos los corregimientos que han enviado un mensaje claro: es el tiempo del cambio”, con lo que llamó a la unidad por la ciudad. 

Quintero felicitó a Aníbal Gaviria, electo gobernador de Antioquia, a quien invitó a trabajar por el departamento y la capital. Así mismo, invitó a los otros candidatos a la Alcaldía a que se tomen un tinto para mirar propuestas y trabajar juntos.

También Quintero explicó la clave de su éxito: “Nos movimos sin partidos políticos, sin corrupción. Hoy me preguntaban que por qué nunca respondí a los ataques que me hicieron y les contesté: porque el que quiera gobernar a Medellín debe pensar en unirla, en llenarla de esperanza y de propósito, no de miedo”. 

¿Quién es Daniel Quintero?

Daniel Quintero Calle nació en Medellín el 26 de julio de 1980. Se crio en Campo Valdés, comuna tres de la capital paisa, un barrio entre Aranjuez y Manrique, zona que disputaron a bala las milicias en los años ochenta, los sicarios y los paramilitares en los noventa, y los combos delincuenciales desde hace más de una década. Quintero Calle dice ser un hombre salido de la entraña de Medellín, no es ningún advenedizo, ningún bogotano, como han querido hacerlo ver sus contrincantes en la carrera por la alcaldía de esa ciudad.

Quintero tenía 14 años cuando se graduó del colegio, un muchacho prodigio que se matriculó inmediatamente en la Universidad Nacional, sede Medellín, para estudiar Ingeniería Química. Sin embargo, pocos meses después su madre, Stella Calle, murió de un infarto con tan solo 39 años. Quintero quedó huérfano y acompañado por sus hermanos Miguel, de 17 años, y Juan David, de 13.

Tuvo que dejar la universidad y por casi dos años los tres trabajaron en la calle como vendedores ambulantes. Sin embargo, por cuenta de un computador que le regaló su madre, aprendió a diseñar software sencillo. De ahí, probablemente, heredó su gusto por las redes sociales, uno de sus fuertes en esta campaña.

Se presentó a Ingeniería Electrónica en la Universidad de Antioquia; pasó, pero no consiguió plata para matricularse, por lo que tuvo que aplazar su carrera. Cuando logró entrar, a los 17 años, se ganó una beca. Rápidamente empezó a dar clases particulares de matemáticas y física, un hermano consiguió trabajo estable en Foto Japón y llegaron mejores épocas.

Creó una empresa que llamó Intrasoft S. A. Colombia que desarrollaba software, y en 2010 le dieron la Orden del Zurriago al Ejecutivo Antioqueño del Año. Luego cursó una especialización en finanzas de la Universidad de los Andes; hizo una especie de diplomado en administración de finanzas públicas en la Harvard Kennedy School of Government y se graduó de una maestría en administración de negocios (MBA) en Boston University.

Tras su paso por Estados Unidos llegó a Colombia, y creó el movimiento ambientalista Sembremos por un Deseo. Entonces despuntó su carrera política: fundó el movimiento del Tomate con un par de amigos; aspiró a la Cámara de Representantes por el Partido Liberal en Bogotá y obtuvo 17.000 votos; estuvo en la campaña de reelección del presidente Juan Manuel Santos. Y meses después este lo llamó a participar en la convocatoria para gerenciar Innpulsa, la cual ganó con un puntaje excepcional. Luego se convirtió en viceministro de las TIC.

Ha tenido una carrera vertiginosa. Asegura que el eje de su propuesta es cerrar brechas de inequidad y cambiar el discurso de que todo se logra soñando. “Hay barreras muy fuertes como las que yo viví y, por eso, debemos tener instituciones generosas, esa es mi meta, quitar barreras”, dice. Las redes sociales son su fuerte, así como los flash mobs y las denuncias que ha hecho en torno a la emergencia de Hidroituango, tema que ha convertido en uno de sus caballos de batalla.

Una de sus banderas en esta campaña fue la independencia, por eso dijo muchas veces: “Yo nunca he sido de izquierda. Ni fajardista, ni petrista, ni uribista”, puntualiza Quintero.