Elecciones 2022

¿De dónde va a sacar votos Gustavo Petro? Las cuentas que se manejan en su campaña

El líder de izquierda necesita recoger apoyos de un centro al que maltrató en campaña, así como luchar contra el miedo a Petro y mostrarse como el más equilibrado de los candidatos.

4 de junio de 2022
Gustavo Petro pasa a la segunda vuelta discurso
| Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

Gustavo Petro y Rodolfo Hernández iniciaron la más intensa cacería de votos para el round definitivo que los lleve a la Casa de Nariño este 19 de junio.

Para alcanzar la Casa de Nariño, el Pacto Histórico tiene en sus cuentas conseguir cerca de un millón y medio de votos adicionales a los que se obtuvieron este domingo.

El escenario natural de Petro para ‘arañar’ la mayor cantidad de apoyos es el llamado centro político. En esta posición del espectro se ubicaba la coalición Centro Esperanza, que obtuvo en la primera vuelta 890.000 votos.

Pero está claro que no todos los que apoyaron a Sergio Fajardo el 29 de mayo se van a ir con Petro, por varias razones.

Primero, porque este es un electorado que poco se deja llevar por las emociones, que no necesariamente obedece las instrucciones que puedan dar quienes lideraron la Centro Esperanza y que no teme a votar en blanco si ninguna de las opciones en juego lo satisfacen.

Segundo, porque, a excepción de Antonio Sanguino y Alejandro Gaviria, que aterrizaron en la campaña de Petro, la mayoría de los miembros de la coalición de la Esperanza están más inclinados hacia el ingeniero. De hecho, en los últimos días Sergio Fajardo, Jorge Robledo, Carlos Amaya y Juan Fernando Cristo han sostenido reuniones con el exalcalde de Bucaramanga e incluso le pusieron algunos puntos programáticos sobre la mesa para una eventual unión.

De acuerdo con Hernández, el plazo para tomar la decisión será hasta el lunes de la semana que viene. Si se da la unión, según el ingeniero, el resultado será “unificar un programa de trabajo que sea mucho más rico, en beneficio de la vida de la gente más pobre de Colombia”.

En este sector político también se hace difícil que Petro consiga muchos votos debido a que el Pacto Histórico fue agresivo con Sergio Fajardo, lo tildó de tibio e incluso de “uribista solapado’'. En la campaña del exgobernador de Antioquia cayeron muy mal las declaraciones de la senadora petrista Isabel Zuleta, en el sentido de que ya habían “quemado” a Fajardo.

El otro elemento que juega en contra del candidato del Pacto Histórico es el llamado voto anti-Petro, un sentimiento capaz de movilizar votantes a favor de todo aquel candidato que se le oponga al senador de izquierda.

Este hecho lo reconoció hace pocos días el senador Gustavo Bolívar, uno de los escuderos más leales de Petro: “Siento que no hemos dado en el clavo con el candidato que nos puede vencer. Ese candidato no es Fico, no es Fajardo, no es Rodolfo Hernández. Ese candidato es el miedo a Petro”, aseveró el congresista en un video enviado a sus seguidores hace algunas semanas.

Ese llamado voto anti-Petro se hizo presente en buena parte de los cerca de cinco millones de votos que obtuvo Federico Gutiérrez, quien fue el que más se mostró como el opositor al candidato del Pacto Histórico.

“Gustavo Petro sería un peligro para la democracia, para la economía, para nuestros hijos”, aseguró Gutiérrez al anunciar su apoyo al ingeniero.

De esta manera, Petro tampoco podrá conseguir muchos votos dentro del electorado de la centroderecha, que apoyó principalmente a Fico.

Las vías
Movidos, según confiesan, por el miedo a Gustavo Petro, los electores de Rodolfo Hernández lo han elegido, a pesar de su excentricidad.
Movidos, según confiesan, por el miedo a Gustavo Petro, los electores de Rodolfo Hernández lo han elegido, a pesar de su excentricidad. | Foto: guillermo torres-semana

Aunque resulte paradójico, la mayor parte de las esperanzas del Pacto Histórico están sembradas en llevarse votantes del propio Hernández. Su estrategia estará centrada en hacerle ver a quienes apoyaron al ingeniero que “se equivocaron”. Para ello, desde el mismo domingo 29 de mayo empezaron a enfilar baterías contra su contendor.

Tanto Petro como los líderes de su campaña empezaron a publicar imágenes, videos y declaraciones que relacionan a Hernández con el uribismo. Esta estrategia les sirvió con Federico Gutiérrez, a quien le pesó la etiqueta que le pusieron de ser “el de Uribe”.

Este nuevo enfoque en la campaña se hizo tan evidente, que el exalcalde de Bucaramanga tuvo que salir el pasado lunes a publicar un hilo con 20 asuntos que lo diferencian del uribismo y del Gobierno nacional.

Esta estrategia, no obstante, le puede resultar contraproducente a Petro, pues lo saca de ser el que pone la agenda de la campaña con sus propuestas —muchas de ellas polémicas— como venía ocurriendo hasta ahora y lo convierte en el que se ‘obsesiona’ con Uribe.

Además, enmarcar a Hernández como uribista no es tan sencillo, porque él representa todo lo contrario: el antiestablecimiento. Y no tiene temor en darles garrote por igual a Petro y a Uribe. De hecho, esta semana aseguró que “el uribismo se murió el domingo”.

El otro foco de las movidas del petrismo contra su contendor ha sido atacarlo de manera frontal para sacar a la luz el proceso judicial que tiene en contra por supuesta corrupción y poner en evidencia algunas salidas en falso suyas, como aquella en la que habló de que la mujer debería estar en la casa.

Además, Petro empezó a moderar su discurso, ahora habla de “estabilidad” y “cambio responsable”, términos que usaba muy poco antes.

“Hay cambios que son al vacío; hay cambios que no son cambios, son suicidios. Nosotros queremos invitar a toda la sociedad colombiana a hacer un cambio de verdad, un cambio hacia adelante, un cambio constructivo, un cambio que nos permita una nueva era mucho más próspera, de mucho más bienestar, de mucha más capacidad tanto para el pueblo como para la nación colombiana”, dijo en su discurso de victoria el 29 de mayo.

Su intención es mostrar a Hernández como un “salto al vacío”, mientras que él representa el cambio “responsable”.

En todo caso, si bien ha moderado su discurso, está claro que el candidato del Pacto Histórico hasta ahora no ha logrado enviar un mensaje del todo tranquilizante.

Parte del electorado guarda reservas sobre qué tan democrático pueda resultar el candidato de izquierda en caso de llegar al Gobierno y tiene temores por algunas propuestas suyas, como la de frenar de tajo la exploración de petróleo o tomar el flujo del ahorro pensional de los colombianos para financiar programas sociales.