De los edificios enfermos, a las estafas inmobiliarias con lotes en zonas de reserva. ¿Qué pasa con la vivienda en Medellín?

Algo pasa en Medellín con la oferta de vivienda, los compradores ya no están tranquilos, al fenómeno de los “edificios enfermos”, que no es más que el eufemismo de grandes construcciones en zonas exclusivas de la ciudad, que tienen que ser demolidas por graves problemas en su construcción y el riesgo de que se vayan al piso, ahora se suma una nueva estafa inmobiliaria con la venta de lotes en zonas donde es prohibido edificar.

La denuncia la hace la concejal Lina García Gañán, quien ante el cabildo de la ciudad dio a conocer cómo los medellinenses siguen siendo estafados sin que nadie haga nada, esta vez con la venta de lotes, para construcción de viviendas de recreo en sitios que son reservas naturales y donde es prohibido levantar edificaciones.

La denuncia de la concejal “rebelde” del Centro Democrático se da por la venta de lotes por en la zona de Santa Elena, donde viven los famosos silleteros y que son predios de explotación agrícola o simplemente declarados reserva. Pero hace una denuncia más grave, detrás de ese loteo de predios habría completos carteles dedicados a este delito.

“Además de las edificaciones enfermas, existe en nuestra ciudad un problema no menos complejo. Son las estafas inmobiliarias en las que engañan a compradores de buena fe, ofreciendo lotes en áreas de reservas protegidas, o limitaciones por humedales, retiros de quebradas, quedándose con sus ahorros y con sus sueños de vivienda”, explicó la concejal.

Y lo que resulta más preocupante “los loteos, como primer actor, vincula a ilegales que dividen, sin cumplimiento de requisitos, predios ubicados en las laderas de la ciudad y en los corregimientos, ocasionando con esto afectaciones de carácter ambiental, en el ordenamiento territorial rural y la perdida de identidad cultural de los diferentes corregimientos de la ciudad de Medellín, sumado a esto las afectaciones en la prestación de los servicios públicos domiciliarios”, explicó García Gañán.

El Continental

La concejal García Gañán ha sido la más activa en temas de irregularidades inmobiliarias en el cabildo de Medellín, el tema ha sido su especialidad, por eso es clara al señalar a quienes han venido estafando a los ciudadanos, quienes depositan todos sus ahorros con la esperanza de tener vivienda y terminan siendo estafados.

Fue quien logró que saliera adelante el Acuerdo del Concejo a través del cual fueron eximidos del pago de predial y valorización los propietarios afectados por las malas prácticas de los constructores, en especial la firma CDO, la misma del edificio Space que ya fue demolido, y de Continental Towers, que en próximas semanas caerá al suelo porque no se podía reforzar y representa un gran riesgo.

Al respecto, Gañán dice que “tras denunciar los desmantelamientos y saqueos de la edificación abandonada, la administración Distrital realizó la declaratoria de calamidad pública, por lo cual adelantó toma y custodia de la edificación acompañada de intervención técnica para determinar la pertinencia de una repotenciación de la estructura o la implosión ante la imposibilidad de recuperar la edificación”.

No hubo salida, el camino es la implosión, así lo explica la concejal Lina García Gañán, “el informe del estudio técnico arrojó que la estructura debía ser demolida, pues el deterioro, sumado al desmantelamiento y la mala calidad de los materiales con el que fue construido, ponen en riesgo de desplome la estructura, además de la integridad de los vecinos del sector”.

Ante ese panorama hizo un anuncio para tranquilizar a los “propietarios”, al señalar que la administración de la ciudad debe buscar la forma de asumir la implosión de este edificio que vale cerca de 5 mil millones de pesos, y buscar la forma de repetir judicialmente contra los verdaderos responsables, los constructores.

La concejala que le ha hecho seguimiento ya tiene identificadas por lo menos 17 edificios con graves deficiencias constructivas, conocidos como “edificios enfermos” que ella, sin ambages, los llama por su nombre: “estafas inmobiliarias”.