NACIÓN
De refugio a ‘infierno’: en Venezuela cayeron Santrich, Romaña, El Paisa y ahora Márquez
El vecino país se ha convertido en la tumba de los cabecillas de la Nueva Marquetalia.
Venezuela se ha convertido en el señalado régimen de Nicolás Maduro en un escondite de los más peligrosos cabecillas de las disidencias de las Farc, allí se confirmó la presencia con información de inteligencia de alias Jesús Santrich, Romaña, El Paisa, Gentil Duarte e Iván Márquez.
Guarida que ahora se ha transformado en el infierno de la corriente más sangrienta de la extinta guerrilla de las Farc, que pensó que huyendo a ese país estarían sus integrantes a salvo. Sin embargo, en medio de una brutal guerra que se ha librado en el país vecino entre organizaciones criminales por tener el control del narcotráfico, han venido cayendo uno a uno los cabecillas de Nueva Marquetalia.
El primero en caer y quien más hacía alarde de su condición criminal lanzando amenazas de muerte no solo al presidente Iván Duque sino también a varias personalidades de la vida nacional y periodistas, fue Seuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich, quien murió en mayo de 2021. El jefe guerrillero vivía confiado en ese territorio y, en ciertas ocasiones, se reunía con alias Iván Márquez. Santrich era buscado por las autoridades colombianas por terrorismo, secuestro extorsivo, entre otros, y era requerido en extradición por narcotráfico en una corte en Estados Unidos, señalado de participar en el envío de cargamentos de cocaína a ese país.
El 17 de mayo de 2021, Santrich murió en una violenta emboscada mientras se movilizaba en una camioneta por una trocha en territorio venezolano. Ese día, el vehículo en el que transportaba fue atacado por hombres fuertemente armados con fusiles, granadas y otros explosivos, a tal punto que ni él ni sus seis escoltas tuvieron tiempo de reaccionar. Todo ocurrió en pocos segundos. La camioneta quedó destrozada y sus siete ocupantes murieron al instante.
Cabe recordar que por los mismos hechos había sido capturado en Colombia en 2018, pero meses después quedó en libertad en medio de una inmensa polémica judicial y el descontento de las autoridades estadounidenses. Varios políticos apoyaron a ese exjefe de las Farc en su momento y exigieron su libertad.
En el mismo año, pero en el mes de diciembre, se informó sobre la muerte de alias Romaña y alias El Paisa, dos de los delincuentes más sanguinarios de las disidencias de las Farc y de la corriente más radical de ese grupo terrorista.
Sobre el caso puntual de Hernán Darío Velázquez, alias El Paisa, una fuente venezolana le dijo en su momento a SEMANA que murió en el vecino país el 5 de diciembre, en el estado de Apure, cerca de la frontera con Arauca y Vichada. El jefe de la disidencia de las Farc Segunda Marquetalia cayó en ese momento en medio de una emboscada en la que habría sido atacado con ráfagas de fusil y explosivos.
Este medio estableció con varias fuentes que también en ese momento que dicha emboscada al parecer fue planeada y ejecutada por disidencias del frente décimo de las Farc, en medio de una guerra territorial por el control del narcotráfico, tanto en Colombia como en Venezuela, que libran desde hace tiempo ambos grupos narcoguerrilleros.
En esos mismos días Colombia conocía sobre la confirmación de la muerte de Henry Castellanos Garzón, alias Romaña, de las disidencias de las Farc, perdió la vida en el vecino país. Romaña fue parte del proceso de paz de La Habana, pero desertó, se rearmó y regresó a la clandestinidad al lado de Iván Márquez, exjefe negociador de las Farc.
Ese cabecilla fue abatido en similares circunstancias en las que fueron muertos Jesús Santrich y alias El Paisa. Romaña sin duda fue uno de los más temidos excomandantes de las Farc, era la cabeza del aterrador frente 53 de ese grupo criminal y se encargó de sembrar el terror en toda la zona del Sumapaz; fue miembro del Estado Mayor Conjunto y también comandante del Bloque Mayor de las Farc. Se hizo tristemente célebre en el mundo delincuencial con las llamadas pescas milagrosas, un inhumano sistema de secuestro masivo que aterrorizó a los colombianos en todas las carreteras del país.