Entrevista
De un puñado de hombres a una temible y gigantesca estructura criminal: así se fortalecieron las disidencias en el Meta
En una ardua y contundente entrevista con SEMANA, el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga Cardona, reveló el ‘modus operandi’ que tiene atemorizado al comercio en esta región.
Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta, ha recibido amenazas de muerte por parte de estos grupos criminales, donde le han puesto precio a su cabeza, pero esto no ha sido impedimento para que él denuncie el accionar de estos subversivos que están tomando el control en el sur del departamento.
SEMANA: ¿Quién controla el sur del Meta?
Juan Zuluaga: Inicialmente, Gentil Duarte, con Iván Mordisco y Calarcá, que no se acogieron al proceso de paz, montaron unas disidencias, un grupo muy pequeño que operaba en el Guaviare, Meta y en el Caquetá. Con el paso de los años desde que ellos crearon ese grupo, se han venido fortaleciendo mucho. Iván Mordisco, a raíz de la muerte de Gentil Duarte, ha tomado posesión de todo ese corredor: Meta-Guaviare-Caquetá, ahora ese corredor le llega hasta el Cauca y Nariño. Ellos mismos dicen que tienen presencia en el 50 % del territorio nacional y en el sur del departamento del Meta, ya están caminando como Pedro por su casa, principalmente con los temas de extorsiones, intimidación y precisión a comunidades y Juntas de Acción Comunal. Esta no surge con este Gobierno, pero en los últimos meses se han intensificado y ellos se sienten con patente de corso.
S: ¿Cuáles son los municipios más afectados en el Meta?
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J.Z: Desde Granada hacia abajo en el sur, hay dos corredores: San José de Guaviare, pasa por los municipios de Fuente de Oro, Puerto Lleras, Puerto Rico y Concordia. Por el otro corredor después de Granada, tenemos a Mesetas, San Juan de Arama, Uribe, Vista Hermosa. También hay presencia de ellos en Castillo, Lejanias y Cubarral.
S: ¿De dónde se financian estos grupos?
J.Z: Ellos, además de todos los temas de narcotráfico, han crecido mucho con los temas de extorsión, porque están extorsionando a todo el mundo, las empresas comunitarias que se dedican a los temas de turismo, agricultores, ganaderos y comerciantes. Nosotros hemos dicho y no es en broma: tienen extorsionado hasta la señora de las arepas en la esquina, es verdad, tienen control de todo.
Ahora están dedicados a hacer empadronamiento, donde a través de algunas Juntas de Acción Comunal, que la gente que va a estar en la región, tenga que tener un carnet, pero también están midiendo fincas, donde dos tipos con GPS en una moto llegan a medirla para cobrarle a la gente por hectárea, cobran por cabeza de ganado, por carga de plátano, de yuca, de litro de leche.
Tienen un control absoluto y eso les genera una renta muy importante que les permite seguir creciendo. Nos han hecho denuncias, que además lo hemos puesto en conocimiento de las autoridades, es que los contratos de obra pública, están intimidando y presionando a contratistas para que también les paguen, y les indican donde tienen que comprar las materias. Eso significa un control muy grande del territorio que siguen crecimiento, eso se nos va a salir de control y después no vamos a tener acceso y no queremos perder el departamento, no queremos volver a las épocas antiguas que el departamento solo tiene un recuerdo de horror.
S: En temas de seguridad, ¿qué está haciendo la Policía?
J.Z: Toda la Fuerza Pública, Policía y Ejército hacen sus mejores esfuerzos, pero nosotros creemos que se puede hacer mucho más con el liderazgo del ministro de la Defensa, nosotros acompañamos el anhelo que tiene el presidente sobre la paz total, pero que eso no significa que bajamos la guardia, para que estos grupos, no solo disidencia sino también la Segunda Marquetalia y las Autodefensas Gaitanista de Colombia sigan creciendo, debería ir, por un lado, un sector del gobierno haciendo todos los esfuerzos por lograr la paz, Y por el lado del Ministerio de Defensa, por otro sector, conteniendo el crecimiento de estas organizaciones. La Fuerza Pública trabaja, pero no son suficientes los esfuerzos que se hacen, se tiene que hacer mucho más para poder contener esta amenaza.
S: ¿Cree que con esta situación de orden público, disminuya el turismo en el Meta?
J.Z: Eso es lo que no queremos que pase, porque hoy las condiciones para los turistas son buenas, los turistas van al departamento del Meta y a Dios gracias, no hemos tenido ninguna situación que afecte el turismo. A los que están afectando hoy estos grupos es a las empresas que hacen turismo, todas están pagando, a todas las empresas las tienen presionadas. Nosotros estamos haciendo una promoción del departamento que ha funcionado muy bien porque está llegando mucha gente.
Las disidencias y la Marquetalia están viendo que en el turismo hay una gran posibilidad de ingresos para sus financias criminales, es por eso que a medida que crece el turismo, donde muchos empresarios han hecho inversiones con mucho esfuerzo, no queremos que eso se vaya a afectar, hoy no tenemos problemas con los turistas, a quienes están afectando es a los pequeños, medianos y grandes empresarios, incluso al turismo comunitario, a todos les están pidiendo una cuota.
S: ¿Cuál es el ultimátum que reciben las agencias de viaje?
J.Z: El ultimátum es que tienen que seguir pagando, incluso algunos sectores que se dedican a la hotelería en Vista Hermosa y otros municipios, nos están diciendo que ya están pagando una vacuna a las Disidencias y que ahora les está llegando la nueva Marquetalia también a pedirles vacuna. “Nosotros no podemos pagar tanto, nosotros no traficamos con droga, nuestras ganancias no dan para tanto”, nos dicen los afectados. Entonces el ultimátum es pagar la vacuna. Reitero, nosotros no tenemos problema con los turistas, la gente está llegando al departamento, pero la presión que ejercen estos sobre quienes hacen las labores de turismos hacen que se nos desborden.
S: ¿Cada cuánto son extorsionados los comerciantes?
J.Z: Eso es permanente, de todos los días, a todo el mundo le está llegando ultimátum a través de mensajes de texto, mensajes de WhatsApp, llamadas telefónicas, el asedio es permanente. Lo más doloroso es que no hay denuncias, porque la gente tiene miedo, nadie quiere denunciar a las disidencias de las Farc, la gente les tiene miedo, están logrando el propósito de difundir, para que la gente además de pagarles, no los denuncien.
S: ¿Cuáles son los riesgos que está corriendo la comunidad del Meta?
J.Z: Quedar en manos totalmente de las disidencias de las Farc, no solo la comunidad del sur del departamento, porque ya se lo advertí al gobernador del Cundinamarca y a la alcaldesa de Bogotá, que por el corredor de Sumapaz, les van a llegar a Bogotá, incluso, a algunos que hacen turismo por el corredor de Sumapaz que vienen de hacer travesía de seis días de camino, desde la localidad de Usme. Iván Mordisco ha mandado la orden que le queda totalmente prohibido a quienes vayan a hacer turismo por esa zona, en las demás si nos está llegando el turismo.
S: ¿Gobernador se ha sentido amenazado por estas disidencias?
J.Z: Claro, me han amenazado en varias oportunidades, de hecho me explotaron un artefacto explosivo en un sector que se llama la Cristalina del Losada, jurisdicción del municipio de Macarena, el carro me lo impactaron con tiros de fusil en esa misma zona. Permanente a través los órganos de inteligencia me llega información de que le están poniendo precio a mi cabeza, permanentemente recibo amenazas de ellos, pero como hemos dicho, nosotros no nos podemos ocultar en la cobardía del silencio porque la gente del Meta necesita una vocería, si los habitantes tienen miedo, los gobernantes no podemos tenerlo, porque representamos a quienes hoy quieren, con trabajo, salir adelante, me refiero a los agricultores, ganaderos y en general.
Los alcaldes de mi departamento han tenido una actitud valerosa porque no se han escondido, ellos han denunciado estas situaciones, porque en días pasados le decía al defensor del Pueblo que necesitamos mayor contundencia también no solamente en decretar las alertas tempranas que hay diez en el departamento del Meta, sino de manera contundente denunciar lo que está pasando y que la comunidad internacional que hace acompañamientos a todos estos procesos de paz también denuncien. Porque si no contenemos ahora, se nos van a ir otros 50 años en guerra como ya nos pasó en una época no muy lejana, que todavía tenemos en nuestra mente.