Nación
“Decía que lo había violado un amigo de su papá”: El relato del entrevistador que habló con Luis Alfredo Garavito
“En Garavito confluían muchas cosas, el alcoholismo, la pedofilia, era un asesino serial, era obsesivo-compulsivo”, indicó Federico Benítez.
Luis Alfredo Garavito, un violador, asesino y torturador de más de 170 niños en los años 90, respiró por última vez este 12 de octubre del 2023, tras un fuerte cáncer que le pasó la cuenta de cobro estando en prisión.
Garavito, estando en la cárcel, no le concedía entrevistas a cualquiera, pero además de Rafael Poveda (de Testigo Directo), Federico Benítez, cuando era investigador de El mundo según Pirry, pudo conocerlo y hablar con él por varias horas.
SEMANA habló con Benítez, quien dio detalles de lo que el confeso asesino le había contado: “Garavito se acordaba perfectamente de todo lo que hizo y tenía la excusa perfecta para justificarse. Nunca decía ‘yo cometí un homicidio, una tortura, una violación’. No, él se justificaba y decía que cometió hechos punibles”.
“Aseguraba que una voz le decía que tenía que matar y que siempre estaba borracho. Él decía que nunca hubo violación a los niños, argumentando que tenía una disfunción eréctil. Pero sí había una violación porque por el ano violaba a los niños, eso era algo que nos contaban los forenses. Siempre justificó sus crímenes como si él no fuera el culpable. Decía que era el demonio el que le hablaba cuando él tomaba trago y siempre encontraba una excusa”, afirmó el periodista.
Pero no solo eso, pues el asesino habría tenido una infancia difícil: “Sí, me habló de traumas de la infancia. Me decía que lo había violado un amigo de su papá y que el papá era muy fuerte con él. Que el papá los maltrataba mucho, que era alcohólico y que un cura también abusó de él. Pero eso era muy difícil de comprobar; sin embargo, los hermanos coincidían en que el papá sí era muy fuerte con él”.
“Él era una persona muy introvertida. En él confluían muchas cosas, el alcoholismo, la pedofilia, era un asesino serial, era obsesivo-compulsivo... Eso se da uno en un millón”, manifestó en SEMANA el comunicador.
Así mismo, Benítez indicó que “Garavito, era una persona con unas habilidades para enredar a la gente, muy fuerte. Me contaba cómo podía convencer a los niños. Por lo general eran niños trabajadores de la calle que vendían chicles o limpiaban vidrios en los semáforos; él muy fácil les decía ‘camine, tengo que recoger unas vaquitas aquí en este bosque, le doy $10,000′, (que era el producido que el niño tenía que llevar a la casa y él les daba el dinero y los metía al bosque en busca de las supuestas vacas que iban a recoger”.
“Pero estando ya en el bosque el niño perdía, porque el niño ya no podía gritar, nadie lo iba a escuchar, y ahí era donde él empezaba su ritual durante toda la noche. Amarrado al niño desnudo, y le iba haciendo algunos cortes de poca profundidad en la piel. Era un tema de tortura y rituales muy fuertes que cometía”, enfatizó.
“Eran unos vejámenes que horrorizan a cualquiera. Pero él nunca mostró arrepentimiento por eso y se acordaba perfectamente de todas las víctimas”, añadió el periodista.
“Él (Garavito) decía que todo se debía al alcoholismo. Que cuando él empezó a tomar trago era el demonio el que le decía que tenía que matar a los niños y se recorrió el país matando niños. Él encontró en el alcohol el mejor aliado para justificar sus crímenes”, agregó.
“Tenía la celda llena de escritos. Escribía en papel y pegaba los papeles ahí. En ellos muchas veces tenía la palabra de Dios, porque se volvió cristiano. En un cuaderno tenía narrado que había hecho con los niños y escribía sus nombres. Era una persona que toda su vida escribió mucho. Se acordaba perfecto y los escribía”, prosiguió.
“Se disfrazaba de pordiosero, de vendedor de cosas para la suerte. Un tipo muy particular que de verdad estaba enfermo. Que no mostró nunca ningún tipo de arrepentimiento. Incluso, un día en una de sus locuras, me dijo que él quería llegar a ser senador de la República para ayudar a los niños del país. Era un tipo que creía que podía llegar a ser congresista de este país”, concluyó el periodista.