Por ahora no habrá buses eléctricos para Bogotá

Hace unos meses el Distrito anunció con bombos y platillos que Bogotá tendría la flota más grande de buses eléctricos de América Latina. Ese anunció calló a los críticos de la renovación de la flota de TransMilenio, en la que cerca de la mitad de los buses son a diésel, y también menguaron las voces que reprocharon que en Cali y Medellín ya estuvieran rodando buses con tecnologías cero emisiones. Sin embargo, un tropiezo en el proceso de licitación dejó en el limbo esas promesas. La contratación fue declarada desierta. 

La idea era adjudicar cinco lotes: (1) Suba Centro, con 91 buses; (2) Fontibón, con 112; (3) Perdomo, con 109; (4) cabecera de Fontibón, con 117, y (5) Usme, con 124. Más 41 vehículos de reserva. Para cada zona se esperaba un consorcio conformado por una empresa que vendiera los buses y otra que lo operara. 

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El proceso inció hace tres meses y al parecer había muchos interesados pues cuando se publicaron los prepliegos el Distrito recibió más de 300 observaciones de 20 empresas y abogados. Sin embargo, para el jueves pasado, último día para presentar las propuestas, solo se presentó el consorcio Electribuses Bogotá y Somos Operación SAS.,  que según dijo la administración, no cumplía con los requisitos de los pliegos de condiciones y fue descartada. El principal problema que habrían tenido es que no entregaron la propuesta completa. 

La gerente de TransMilenio, María Consuelo Araujo, quien tenía en sus manos esta licitación, explicó que ante la falta de oferentes la licitación fue declarada desierta. El proceso se reabrirá el próximo lunes 23 de septiembre de 2019 y esperan adjudicar en octubre, antes de que termine la administración del alcalde Enrique Peñalosa.

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Aunque esa es una esperanza hay varios empresarios que han dicho que decidieron no presentarse a este proceso porque, después de estudiar el negocio, entendieron que "el modelo financiero del SITP significaba pérdidas". Otra de las razones es que para nadie es un secreto que los que hoy están operando la flota de bueses azules han estado al borde de la quiebra y que hoy, pese a los esfuerzos de la administración, este sistema de transporte aún no es sostenible económicamente, lo cual genera mucha desconfianza para los empresarios y los bancos que financiarían el negocio. 

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