Judicial
Defensa de Nicolás Petro pedirá la nulidad del proceso por lavado de activos y enriquecimiento ilícito
La Fiscalía espera acusar al hijo del presidente Gustavo Petro y llevarlo a juicio.
Luego de interponer un conflicto de competencias, que fue negado por la Corte Suprema Justicia, la defensa de Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente Gustavo Petro, radicará ante los juzgados de Barranquilla una nulidad en el proceso que se le adelanta por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito de particulares.
Para los abogados del exdiputado por el Atlántico, existen irregularidades en el procedimiento de captura que básicamente afectan el curso del proceso, pues fue justamente con esa detención que arrancaron el resto de etapas en el expediente que tiene al hijo del presidente a las puestas de un juicio.
El abogado Diego Henao, defensor de Nicolás Petro, aseguró que estarán de manera presencial en la audiencia y que en ningún momento han considerado aceptar responsabilidad en los hechos que fueron imputados por la Fiscalía General cuando su cliente fue capturado.
Para la defensa del hijo del presidente, es claro que la Fiscalía incurrió en varias irregularidades en el propósito de lograr la detención de su cliente, solicitando ante varios jueces las órdenes de captura e incluso infiltrando el esquema de seguridad del exdiputado para obtener información.
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La solicitud la hará la defensa en el marco de la audiencia de acusación en que la Fiscalía espera presentar el escrito que abre las puertas a un eventual juicio en contra del hijo del presidente y por los delitos que previamente fueron imputados por el ente acusador.
La Fiscalía, por su parte, presentará todo el material probatorio y los requisitos mínimos establecidos por la propia ley para avanzar en el proceso e iniciar con las audiencias preliminares y acelerar lo que podría ser una condena de Nicolás Petro.
El abogado insistió en que ante las exigencias de la justicia presentará las pruebas y todo el arsenal de evidencias que tiene para demostrar la inocencia de su cliente.
A Petro Burgos se le señala nada más y nada menos que de incrementar su patrimonio de manera injustificada en casi 1.053 millones de pesos en 2022, año en el cual, además, lideraba la campaña presidencial de su padre en la costa Caribe.
Habría recibido entre 400 y 500 millones de pesos de Santander Lopesierra, el Hombre Marlboro, un recordado narcotraficante que lideró durante años el contrabando de cigarrillos en La Guajira, hechos por los que pagó una condena de 20 años en los Estados Unidos.
El dinero no llegó a la campaña Petro, fue utilizado para darse una vida de lujos sin control: apartamentos, viviendas, ropa de marca, entre muchos otros, por lo que incluso recibió el reproche de su propia madre, que no dudó en catalogar su estilo de vida como el de “un traqueto”.
Será la misma Day, quien ya firmó un principio de oportunidad con la Fiscalía, la encargada de narrar los encuentros que sostuvo personalmente Nicolás Petro en su apartamento en Barranquilla con emisarios del Hombre Marlboro y el empresario Gabriel Elías Hilsaca, quien le habría entregado $ 400 millones.
Y es que con el dinero la entonces feliz pareja se compró el lote para la construcción de la casa de sus sueños en un exclusivo sector en la capital del Atlántico, así como camionetas y ropa, por la que se convirtieron en asiduos clientes de las tiendas de Salvatore Ferragamo y Carolina Herrera. Para el fiscal del caso, Mario Burgos, pese a ostentar el cargo de diputado, el dinero no le daba para tanto.
“No son el resultado y fruto de su trabajo, sino de los constantes ingresos clandestinos de dinero desde mayo de 2021 hasta finales del año 2022, recibidos en efectivo, en cifras cerradas en pesos, en diferentes oportunidades, de manera consciente y voluntaria, y, ajenas a su actividad económica de diputado”, se destaca en uno de los apartes del escrito de acusación de 83 páginas que está en mora de ser presentado por las maniobras dilatorias de la defensa de Nicolás Petro.
El que es, sin duda, uno de los procesos penales más llamativos y mediáticos en la historia reciente del país, al tener por primera vez en el banquillo de los acusados al hijo de un presidente de la República en funciones, ha empezado con todo tipo de tropiezos.
Pese a que de manera pública y frente a todo un país Petro Burgos manifestó su decisión de colaborar con las autoridades para entregar toda la información necesaria para aclarar este caso, finalmente, después de la sorpresiva visita de su padre a la vivienda en Barranquilla, se echó para atrás.