Alegaron legítima defensa: cinco casos en que los victimarios terminaron heridos o muertos

Cantante vs. asesino de su esposa

El pasado fin de semana, Richard Cardona y su esposa fueron abordados por un par de hombres que intentaron hurtarles sus pertenencias. Uno de los asaltantes terminó apuñalando a Charlotte, la esposa del exparticipante del progama Yo me llamo. 

Fue entonces cuando Cardona, de acuerdo con lo advertido por el fiscal adscrito a la Dirección Seccional Cundinamarca, al ver su esposa herida, forcejeó con el asaltante hasta arrebatarle el arma y provocarle heridas que le causaron la muerte. Tras este hecho, Charlotte Cobo, con quien el artista tenía dos hijos, fue llevada al hospital. Sin embargo, allí falleció debido a las heridas que le causó el asaltante.

A Cardona, la Fiscalía General le imputó el delito de homicidio simple ante un juez de control de garantías. En el debate público, destacados abogados penalistas cuestionaron el proceder del ente acusador. En entrevista con SEMANA, al abogado Marlon Díaz aseguró que la Fiscalía se había apresurado al imputarle cargos a Cardona y advirtió que se debía pedir la preclusión de la investigación.

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Así sucedió, la Fiscalía se echó para atrás en el proceso que llevaba en contra del imitador y pidió la preclusión del caso basándose en evidencia obtenida durante el desarrollo de la indagación. "Recibo esta noticia con alivio porque lamentablemente no he podido iniciar mi duelo, no ha sido para nada fácil. Espero que esto se cierre por completo. Espero salir adelante, que me dejen seguir mi vida con mis hijos. Mi esposa era mi mano derecha en todo sentido, la recuerdo por su ternura, carisma, la entrega a sus hijos y a mí como su esposo", le dijo Richard Cardona a SEMANA una vez recibió la noticia.  

Escolta vs. atracador 

Mario Muñoz transitaba por la Autopista Norte, en Bogotá, cuando quedó atrapado en un trancón. El escolta se percató de un asalto que ocurría a unos metros de distancia. En ese momento, dos personas rodeaban un carro conducido por una mujer. Le habían quebrado un vidrio y uno de ellos estaba forcejeando para robarle sus pertenencias. 

Entonces Muñoz se bajó de la camioneta y al darse cuenta de que uno de los sospechosos llevaba un arma de fuego, decidió intervenir. El hombre disparó contra los delincuentes y mató a uno de ellos. Así frustró el asalto. Cuando las autoridades llegaron al lugar, el escolta se puso a su disposición. La posibilidad de que Muñoz fuese acusado despertó un debate jurídico sobre su culpa real en este caso, pero también avivó el respaldo de la ciudadanía. 

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Después de realizar una indagación, la Fiscalía decidió que no habría acciones penales en contra de Muñoz. “El colombiano debe tener la certeza de que la legítima defensa es derecho ciudadano, y por eso habrá una entrevista para ratificar las declaraciones desde el punto de vista formal y en cuyo caso la Fiscalía procederá a archivar las diligencias”, dijo el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez. El caso fue cerrado. 

Caso Fabio Legarda

Sobre la una de la tarde del 2 de febrero, varios delincuentes se acercaron para robar a un funcionario de seguridad que cargaba su arma de dotación. La respuesta fue un intercambio de disparos. Cuando comenzó el fuego cruzado una bala impactó en la cabeza del cantante Fabio Legarda, quien se encontraba en un vehículo que estaba cerca del lugar de donde provenían los disparos. El joven cantante llegó a la IPS Universitaria sede Clínica León XIII con un diagnóstico de daño cerebral muy severo. Entró en paro cardiorespiratorio a las 4:50 p.m. El personal de la salud realizó maniobras de reanimación durante 20 minutos, pero falleció a las 5:15 p.m. Su muerte conmovió a los miles de seguidores a su carrera. 

Luego de valorar todo el acervo probatorio presentado por la Fiscalía General de la Nación, el Juzgado 9 Penal del Circuito Medellín ordenó precluir la investigación que se adelantaba contra el guarda de seguridad Jesús Alberto Alarcón Ocampo, por el homicidio del cantante de 29 años de edad por considerar que se trató de un caso fortuito. La Fiscalía probó que se trató de un hecho imprevisible o inevitable, ya que el procesado no quería lesionar al cantante, sino defenderse de la agresión de dos presuntos fleteros. 

En el intercambio de disparos también falleció Jorge Hernán Ardila Valencia, uno de los presuntos fleteros. Frente a ese homicidio, el juzgado también precluyó la investigación en favor de Alarcón Ocampo, al considerar que disparó en legítima defensa y realizó una respuesta proporcionada ante una inminente agresión, pues vio en peligro su vida, tal como lo demostró la Fiscalía.

Conductor vs. fleteros 

Dos atracadores, uno de ellos menor de edad, terminaron debajo de las llantas de una Toyota Prado en la Avenida El Poblado de Medellín, después de que la víctima, a quien habían amenazado con una pistola para robarle una cadena, los persiguiera hasta atropellarlos. El hecho causó polémica entre los paisas que se dividieron entre quienes apoyaban a la víctima del robo y los que lo atacaban por intolerante y haber tomado la justicia por su propia mano.

En el mismo lugar de los hechos, los ciudadanos criticaban a los fleteros. Entre los transeúntes se escuchaban gritos como “cuál ambulancia, hombre, por no trabajar vio lo que le pasa”. El mismo secretario de Seguridad de la ciudad, Andrés Tobón, aseguró que uno de los fleteros ya había sido capturado tres veces por hurto y el menor fue aprehendido a comienzos de año por la misma razón.

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“Algo no está sucediendo bien en el sistema judicial, que permite que estos individuos sigan saliendo a las calles atentando contra la vida de los ciudadanos mediante el hurto”, dijo Tobón en ese momento. Uno de los atracadores fue imputado por hurto calificado y agravado y uso de menores para la comisión de delitos.

Concejal vs. Maltratador

El 10 de marzo, en una remota vereda del municipio de Florida, Valle, el concejal Mauricio Ramos atendió el llamado de auxilio de una vecina en momentos en que ella era golpeada por su pareja, en el forcejeo apuñaló al maltratador quien finalmente murió. A las 10:30 de la noche, una joven empezó a gritar desde su casa donde vivía desde hacía un año con su pareja sentimental Wilson Materón Medina. En los gritos de auxilio la mujer pronunciaba la frase, “Mauro, por favor ayúdeme, me va a matar”. 

El llamado iba dirigido a su vecino Mauricio Ramos, quien vivía a escasos metros de la vivienda de la pareja. Cuando Mauricio ingresó a la casa de manera sorpresiva para atender el llamado de auxilio de su vecina, esta lo miró fijamente y en tono de queja le dijo: “Mauro, mirá como me tiene este hombre”.

Según el relato del concejal, cuando el agresor notó su presencia, soltó a la joven pero se lanzó hacia él e intentó atacarlo con un cuchillo. Hubo un forcejeo y Ramos logró tomar otro cuchillo que había en la casa y lo atacó en el pecho. El hombre murió cuando era trasladado a un centro médico. “Era él o yo”, dijo después el concejal. 

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El cabildante se entregó a las autoridades pese a que contra él, en ese momento, no existía una orden de captura. La Fiscalía le formuló cargos por homicidio, pero el mismo ente acusador consideró que que Ramos había actuado en defensa de un tercero o de su propia vida.