Nación
Defensoría pide atender alertas tempranas emitidas en Soacha; bandas criminales y microtráfico azotan a la comunidad
La Defensoría pide tener en cuenta alertas respecto a la seguridad en el municipio de Soacha.
Durante la reunión del Comité de Prevención y Protección de Seguridad celebrada en el municipio de Soacha, Cundinamarca, la Defensoría del Pueblo hizo un llamado a las autoridades civiles y de Policía para que tengan en cuenta las alertas tempranas 039 de 2020 y 010 de 2021 para “el diagnóstico de la situación de seguridad y la toma de decisiones, en aras de prevenir y proteger a la comunidad de ese municipio”.
La Regional Soacha presentó los diferentes escenarios de riesgo identificados en las alertas, relacionados con la presencia de grupos delincuenciales y economías ilegales, como el microtráfico, resaltando la importancia de una respuesta institucional por parte de las autoridades locales, departamentales y nacionales.
Asimismo, la Defensoría hizo especial énfasis en la protección que se debe brindar a las víctimas del conflicto y a los adolescentes, jóvenes, niñas y niños que enfrentan riesgos en el territorio.
Cayó alias El Tío, el terror de Soacha
Hace más de 20 años, pese a ser una ciudad cercana a Bogotá, la guerra arreciaba en Soacha. Su estela de sangre no solo dejaba jóvenes asesinados para presentarlos como bajas en combate, delito conocido como famosos positivos, sino que además los paramilitares llegaron a tomarse la ciudad a sangre y fuego.
En esa época, los emisarios de las autodefensas operaban en Soacha, como es el caso de Luis Alejandro Alfonso Salamanca, alias El Tío, un señalado exintegrante del Bloque Centauros de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), a quien por fin, luego de dos décadas, la Fiscalía le impuso medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento carcelario, como presunto responsable de una ola de homicidios ocurrida en Soacha, entre abril y noviembre de 2002.
Aunque hoy luce como un adulto mayor, el prontuario de alias El Tío es aterrador, habría sido designado en su momento como cabecilla armado y financiero de una estructura paramilitar denominada Bloque Capital.
Alias El Tío era la cabeza de los paras en Soacha, y en cumplimiento de ese rol criminal, presuntamente, ordenó el asesinato de 34 personas en el sector de altos de Cazuca y, por lo menos, 10 barrios ubicados entre Soacha y la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá. En su mayoría las personas masacradas eran en su mayoría jóvenes.
Lo que protagonizó El Tío en Soacha fue una auténtica operación de lo que se denominaba “limpieza social”, que no era más que aniquilar al contrario o al que pensaba diferente.
Señala la Fiscalía que “el material de prueba indica que el hoy procesado, al parecer, le pagó a cada sicario 400 mil pesos por homicidio selectivo perpetrado. En el curso del proceso se acreditó que las víctimas correspondían a personas señaladas de estar vinculadas a actividades delictivas, habitantes y líderes comunales que tenían ideas contrarias a los grupos paramilitares, y una menor de edad que identificó a algunos de los agresores y los denunció”.
Este criminal, de alto perfil, quien estuvo evadiendo el peso de la justicia por dos décadas, no solo sembró el terror en el municipio de Soacha, además, las pruebas lo hacen responsable de otro aterrador crimen, esta vez en los llanos orientales.
“Alias El Tío estaría involucrado en un crimen ocurrido el 20 de julio de 2003, en Villavicencio. Un hombre fue interceptado por una estructura del Bloque Centauros, trasladado a un inmueble, torturado, desmembrado, envuelto en bolsas plásticas y arrojado al río Negritos, en la vereda Las Mercedes”, señala el grueso material probatorio de la Fiscalía.
Por eso durante varios años mantuvo el perfil de comerciante del sector turismo y pasó desapercibido para las autoridades; sin embargo, versiones entregadas por varios postulados a la Ley de Justicia y Paz, y nuevas evidencias obtenidas por la Fiscalía pusieron al descubierto lo que sería su pasado delictivo.