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Defensorías de Colombia, Panamá y Costa Rica piden a EE. UU. incluir políticas de atención a migrantes tras crisis en el Tapón del Darién
El llamado de las tres Defensorías es a implementar una política con “enfoque basado en el respeto a los derechos humanos, incluyendo la creación de una comisión”.
En medio de una creciente preocupación por la alarmante situación de vulneración de derechos humanos de los aproximadamente 414.000 migrantes de diversas nacionalidades que han atravesado el Tapón del Darién, la densa selva que marca la frontera entre Colombia y Panamá, en lo que va de 2023, las Defensorías del Pueblo de Colombia, Panamá y Costa Rica han unido fuerzas para abordar esta crítica problemática que parece estar fuera de control.
El defensor del pueblo de Colombia, Carlos Camargo Assis, en su nuevo rol como presidente recién electo de la Federación Iberoamericana de OmbudsPerson (FIO), —agrupación que reúne a defensores, procuradores y comisiones públicas de derechos humanos de los países iberoamericanos— anunció que están tomando medidas concretas para abordar esta crisis humanitaria.
“Vamos a solicitarle al Gobierno de los Estados Unidos que nos escuche porque queremos elevar la voz de la población migrante, cada vez más vulnerable y desprotegida”, aseguró el defensor Camargo Assis.
Las tres Defensorías del Pueblo han acordado formar una comisión conjunta que presentará una solicitud formal al Gobierno del presidente Joe Biden. El objetivo principal de esta solicitud es incluir en la agenda política del Gobierno estadounidense políticas públicas destinadas a abordar los flujos migratorios con un enfoque sólido en el respeto de los derechos humanos.
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Carlos Camargo Assis subrayó la importancia de la cooperación internacional en la gestión de la migración, afirmando que “la migración tiene un país de origen, un país de tránsito y un país receptor, donde el Gobierno de los Estados Unidos juega un papel muy importante en la búsqueda de soluciones que permitan regular el derecho humano a migrar”.
Por su parte, Eduardo Leblanc González, defensor del Pueblo de Panamá, enfatizó que el llamado conjunto también se extiende a los países de la región: “Son situaciones que afectan a varios países, especialmente a nosotros tres, porque los flujos de migración arrancan en Colombia, o entran por Colombia, pasan por Panamá, luego a Costa Rica y Nicaragua”, dijo.
Angie Cruikshan Lambert, defensora de los Habitantes de Costa Rica, hizo hincapié en que la vulnerabilidad de las personas migrantes es una realidad extendida y compleja que se manifiesta no solo en el Tapón del Darién, sino en todo el continente y más allá de él. “Este es un paso para migrantes no solo de países americanos, sino también de origen transcontinental, quienes ven en el desafiante cruce de la selva la única oportunidad para mejorar sus perspectivas de vida”, destacó.
El llamado conjunto de las tres instituciones nacionales de derechos humanos se realizó al término de la XXVIII Asamblea de la Federación Iberoamericana de Ombudsperson (FIO), que tuvo lugar en Barranquilla, capital del Atlántico, y representa un esfuerzo regional para abordar una crisis humanitaria que requiere una respuesta urgente y coordinada.
Defensor tras declaraciones de Petro en las que aseguró que EE. UU. pidió un muro en el Darién
El pasado 22 de septiembre, el defensor Carlos Camargo realizó una visita en la que evaluó de primera mano la situación de la población migrante en el municipio de Necoclí, Antioquia, con un enfoque especial en las familias que se encuentran viviendo en condiciones precarias en los municipios de Apartadó, Chigorodó, Carepa, Turbo y Necoclí. Durante su recorrido, Camargo Assis destacó la importancia de abordar la migración de manera “segura, ordenada y regular”, respetando los principios fundamentales de dignidad humana.
El defensor del Pueblo enfatizó que imponer barreras adicionales a las ya difíciles condiciones de la travesía por la selva del Darién no tiene sentido y podría empujar a los migrantes a buscar rutas aún más peligrosas. Además, subrayó que la migración persistirá hasta que se mejoren las condiciones socioeconómicas en los países de origen.
“A los migrantes no se les pueden poner muros, no se les puede imponer barreras. La migración debe cumplir con tres principios fundamentales: que sea segura, que sea ordenada y que sea regular, todo ello en condiciones de dignidad humana. Además, debe ser financiada y acompañada para que sea sostenible”, dijo Camargo Assis tras las declaraciones del presidente Gustavo Petro en las que aseguró que Estados Unidos había pedido que se construya un muro en el Darién. Al respecto, el asesor de seguridad nacional del Gobierno estadounidense, John Kirby, desmintió tal afirmación.
Durante su visita, Camargo Assis observó las condiciones precarias en las que viven los migrantes, principalmente venezolanos, quienes carecen de recursos económicos para cruzar la frontera. Esta situación ha llevado a un aumento de la población migrante en situación de calle en los municipios mencionados.
En este contexto, hizo un llamado urgente a la Gobernación de Antioquia y a las alcaldías locales para que implementen planes de acción inmediata que permitan brindar atención a los migrantes, establecer albergues adecuados y realizar jornadas de atención en salud.
Además, el defensor solicitó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) priorizar y fortalecer la atención a niñas, niños y adolescentes migrantes, especialmente aquellos que viajan sin acompañantes.
Camargo Assis también instó al Gobierno Nacional a implementar un sistema de caracterización de la población migrante y a agilizar la apertura del Centro de Atención Fronterizo (CAF) en el municipio de Necoclí. Este centro desempeñará un papel fundamental en la coordinación de la respuesta institucional y humanitaria para garantizar los derechos de la población migrante.