Nación
Defensorías de Colombia y Panamá emiten alerta temprana binacional para que se garanticen derechos a migrantes en el Tapón del Darién
Esta es la primera vez que las dos Naciones emiten una alerta temprana binacional en relación con la vulneración de derechos de migrantes.
La alerta temprana binacional emitida por las Defensorías del Pueblo de Colombia y Panamá es una respuesta a los riesgos y vulneraciones a los derechos humanos que enfrentan los migrantes en la frontera entre ambos países.
Esta alerta evidencia el control territorial de grupos armados ilegales y organizaciones criminales en Colombia, así como la creciente organización de grupos delictivos locales en Panamá en las zonas de Necoclí, Turbo, Antioquia, Unguía, Acandí, Juradó en Chocó, Pinogana, Chepigana, Emberá Wounaan y Guna Yala en la provincia del Darién.
“Los equipos de las Defensorías del Pueblo de Colombia y Panamá encontraron a lo largo de los últimos 8 meses de trabajo, en primer lugar, una alta situación de vulnerabilidad que afrontan los migrantes y la población que vive en estas zonas. En segundo lugar, identificaron que las organizaciones ilegales que operan en estas zonas perciben ingresos por sus actividades ilícitas. Adicionalmente, hay una desprotección social que afecta a las comunidades que habitan en los dos lados de la frontera”, señaló el defensor del pueblo de Colombia, Carlos Camargo Assis.
De acuerdo con las entidades, son múltiples los riesgos y vulneraciones a los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario que deben enfrentar, tanto los migrantes, como las poblaciones que viven en la región alertada, entre ellos: violencia sexual, desaparición forzada, homicidios, extorsiones para permitir el tránsito de migrantes, robo de pertenencias y dinero, reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes, tráfico de migrantes y posible trata de personas.
“Durante los ocho meses, los equipos técnicos de las Defensorías del Pueblo de los dos países estuvieron monitoreando las vulneraciones de derechos contra los migrantes y los pobladores de la zona. Encontramos una capacidad limitada de respuesta en prevención y protección de derechos de los gobiernos territoriales y nacionales”, añadió el defensor Camargo.
Por su parte, Eduardo Leblanc González, defensor del pueblo de Panamá, indicó que “ha sido un trabajo mediante visitas de campo, entrevistas a personas en movilidad humana y lugareños. Debemos prestar especial interés en los lugareños, quienes han abandonado actividades agrícolas y comerciales para dedicarse a los flujos migratorios. En cuanto a los niños, niñas y adolescentes, hemos venido advirtiendo en conjunto con Unicef los graves problemas de abandono escolar por tareas relacionadas con el flujo migratorio, el trabajo infantil y demás actividades que no corresponde al desarrollo de niños y adolescentes”.
La alerta temprana binacional hace seis recomendaciones de alcance binacional para garantizar los derechos de estas poblaciones, incluyendo el establecimiento de una mesa permanente de atención a la población migrante con la participación de Migración Colombia, Migración Panamá y los Ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países.
Además, solicitaron fortalecer los canales de diálogo y comunicación entre el Ministerio de Defensa de Colombia, el Ministerio de Seguridad de Panamá y otras entidades estatales, con el objetivo de evaluar mecanismos de disuasión de las amenazas a los derechos humanos en la zona de frontera, siempre con un enfoque diferencial que garantice la humanidad y dignidad en cualquier intervención y atención a estas poblaciones.
Cabe recordar que, en lo que va de este año, de acuerdo con información de las autoridades panameñas, hay un registro de 97.624 migrantes que han atravesado el también llamado Tapón del Darién. Estos datos de flujo migratorio irregular dan cuenta de que la mayoría de personas son de origen venezolano (35.774), les siguen habitantes de Haití (24.767), ecuatorianos (15.386), incluso hay registro de personas provenientes de China (4.408) e India (2.689).