Política
Democratizar tierras “improductivas”, altos impuestos y desmovilizados, la alarma que se encendió tras encuentro de Petro con Uribe
Voceros del Centro Democrático que asistieron a esa reunión indican que la reforma agraria podría contemplar temas preocupantes para el país.
“La fórmula es que si alguien tiene 100 hectáreas, pero solo usa 50, se genera un impuesto bastante costoso, por considerarlas improductivas, que se paga con recursos o con la misma tierra para dársela a los campesinos que no la tienen y que sea productiva”, cuenta el representante Juan Espinal y resume la preocupación que tiene el Centro Democrático tras la reunión con Gustavo Petro.
El asunto de fondo es que durante la conversación con el presidente electo Gustavo Petro, se tocó el tema de la reforma agraria y allí el líder del progresismo explicó algunos puntos que se incluirían en la iniciativa que se presentará en el Congreso de la República.
Dicha reforma es una de las tareas pendientes en Colombia desde hace décadas e incluso el punto número uno del acuerdo de paz que se firmó con la entonces guerrilla de las Farc, que habla del capítulo de tierras.
Sin embargo, para los voceros del Centro Democrático que acompañaron a Álvaro Uribe al encuentro con Petro, hay puntos que no están claros y podría poner en riesgo la propiedad privada.
El representante Espinal aseguró que aunque en Colombia el tema de la redistribución de la tierra es un tema que debe ser debatido a fondo, la manera en que lo implementaría el gobierno entrante podría generar una incertidumbre en quienes han adquirido sus tierras con mucho esfuerzo.
“Uno de los puntos que se tocó con el presidente electo fue ese; él habla de una reforma agraria donde a los dueños que no producen la tierra se les implemente un impuesto alto. Mencionó una figura similar a la que se implementó con el expresidente López Pumarejo en 1936″.
El punto que más le preocupa al congresista es que, según lo expuesto por Petro, habría una “democratización de la posesión de la tierra y que los exguerrilleros serían futuros capitalistas y empresarios del campo”. Esto quiere decir que quienes firmaron el acuerdo de paz podrían estar dentro de la lista de quienes recibirían esas tierras improductivas.
“El debate que debemos dar es ese, explicarles a los colombianos ese punto porque la defensa de la propiedad privada es una prioridad. Debemos conocer el texto final para dar la discusión. Él (Gustavo Petro) mencionó que veía a los exguerrilleros como empresarios del campo. Ellos estarán dentro de la población de ciudadanos a los que les tocaría la redistribución de tierras”.
A juicio del senador Ciro Ramírez, quien también estuvo en la reunión, no está clara la definición de tierra improductiva y ahí se podría generar un pánico entre quienes poseen tierras en Colombia. “El término improductivo es muy amplio, debe haber tranquilidad para los colombianos y la seguridad jurídica en el campo. Debemos saber qué es improductivo para el nuevo gobierno”.
Agregó que además debe dejar claro “qué es un impuesto gravoso, porque podría frenar la producción en el campo. Hay muchas preocupaciones”.
Ramírez indicó que volver a hablar de democratización de la tierra podría convertirse en el debate que hubo en la campaña presidencial sobre una posible expropiación. “Yo pienso que ese término de improductivo e impuesto gravoso podría generar dudas sobre qué se hará. La preocupación la tenemos, habrá que esperar que llegue la reforma para saber realmente qué pasará. En una charla muy respetuosa dejamos nuestras impresiones sobre el tema de la propiedad privada”.
En la conversación también se habló del catastro multipropósito, otra tarea pendiente en Colombia, pero el alto costo haría inviable la realización del mismo en toda Colombia. Según lo expuesto por los uribistas, esa tarea en todo el país costaría un poco más de 200 billones de pesos.
En lo que si estuvieron de acuerdo es que se debe hacer una actualización catastral para que quienes poseen tierras o vivienda, paguen lo justo.
Esa reforma agraria sería una de las primeras en llegar al Congreso de la República, aunque los propios voceros del uribismo indican que se debe conocer la totalidad del articulado para dar la discusión sobre aspectos puntuales.