Desarticulan una de las mayores redes colombianas de narcotráfico

El Clan del Golfo ha conformado una extensa y compleja red de tráfico de drogas que se acopian y embarcan en distintos puntos del Caribe y el Pacífico colombianos, que hacen paradas estratégicas a los largo de Centroamérica y tienen como destinos finales los mercados norteamericanos y europeos. En el marco de la operación Agamenón, dirigida por el general Jorge Vargas, la Policía acaba de desarticular una de esas redes internacionales dedicadas a mover la cocaína, una de las más importantes en términos financieros, compuesta por 49 personas distribuídas en varios países.

La investigación para clausurar esa red tomó tres años y el desmantelamiento, por su misma magnitud, fue desarrollado en varias etapas. En total, las autoridades colombianas, en asocio con las panameñas y costarricences, ejecutaron 24 operaciones para lograr medio centenar de capturas.

A lo largo de la operación Alcatráz, como se le denominó, se incautaron 5,5 toneladas de cocaína que, según el cálculo de la Policía, les representaron pérdidas por 82.000 millones de pesos al Clan del Golfo.

Según los resultados de las pesquisas, el Indio, el tercer cabecilla de mayor jerarquía en el Clan del Golfo, designó Fendy como líder de esta narcored, quien junto a otros 3 jefes de esa cadena, fueron capturados en la etapa final de la operación. Lo que hacía Fendy era actuar como un enlace internacional, para coordinar las distintas etapas del viaje de los cargamentos.

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Él, a su vez, había hecho de alias Milagroso su contacto principal en Centroamérica, labor para la cual se había mudado a Costa Rica. Desde allí se trababan las conexiones con los carteles mexicanos, que eran los que se encargaban del último viaje de la droga hacia Europa o a Estados Unidos. Milagroso fue capturado en 2017, al igual que La Negra, quien tenía una función similar a la suya. Ambos eran las apuestas del Clan para potenciar esa ruta por Costa Rica y fueron capturados hace un año.

Para poner la cocaína en su destino final, la red se encargaba de embarcarla y camuflarla en contenedores de alimentos. Entretanto, en Colombia, alias Caballo era el coordinador de los cargamentos, especialmente de los que tomaban rumbo a Panamá. Él también fue capturado en Caucasia cuando, según la Policía, iba a viajar a Cartagena a cerrar el envío de un embarque de cocaína.

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En paralero a la operación Alcatráz, las autoridades colombianas y panameñas también trabajaron en llave para ejecutar la operación Atlántico. En esa, la captura principal fue la de alias Señor Palacios quien, a la luz de las investigaciones, tenía nexos con el Clan y los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Por su relevancia es pedido en extradición por Estados Unidos.

Estas operaciones ponen en evidencia el alcance transnacional del Clan que ha conformado una compleja telaraña de conexiones de las que se vale para traficar cocaína. Solo en las costas colombianas, la organización dirigida por Otoniel tiene al menos 15 municipios como puntos de embarque de la droga, que toma rumbo hacia siete países distintos en el Centroamérica y el Caribe.