NACIÓN
Descubren tantos cigarrillos ilegales que fueron necesarias cinco tractomulas para movilizarlos
En el megaoperativo, adelantado por varios organismos colombianos, fueron capturadas doce personas, la mitad de ellas colombianas.
En una operación conjunta e interagencial, la Policía Nacional, a través de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), en trabajo articulado con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), la Armada Nacional, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), la Agencia de investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés), la Fiscalía General de la Nación y el Servicio Nacional de Fronteras Panamá (SENAFRONT), permitió asestar el más grande golpe a una organización criminal dedicada al tráfico internacional de cigarrillos, logrando la aprehensión de más de 4 millones de cajetillas de cigarrillos, avaluadas comercialmente en 12 mil millones de pesos.
Esta megaoperación, denominada “Habano”, permitió la captura de 12 personas (seis de nacionalidad colombiana, cinco panameña y una hondureña), quienes se encuentran en proceso de judicialización y deberán responder por el delito de contrabando, con una pena de prisión entre 4 y 8 años una vez se determine su responsabilidad. Asimismo, se realizó la incautación de dos embarcaciones: “The Saga” y “Kairos I”, ambas de matrícula panameña avaluados en más de $1.600 millones de pesos.
Gracias a la coordinación interinstitucional a través del Sistema de Alertas Internacionales, en la cual tienen participación los entes anteriormente mencionados, la administración de fuentes humanas y seguimiento aéreo, se pudo evidenciar en el monitoreo una serie de movimientos irregulares desde Puerto Colón-Panamá, lo que permitió lograr la ubicación de las embarcaciones que intentaron ingresar al país por las costas de Sucre, Córdoba y Bolívar.
En la inspección de las embarcaciones se encontró mercancía de procedencia extranjera, consistente en cigarrillos de varias marcas no comercializadas en el territorio colombiano, las cuales no presentaban la documentación que acreditara su legal ingreso al país. El procedimiento aduanero fue realizado en las instalaciones de la Base de la Armada Nacional de Colombia, en la Estación de Guardacostas de Coveñas y en Cartagena; debido a la gran cantidad de cigarrillos fue necesaria la utilización de cinco tractomulas para cargar la mercancía de las dos embarcaciones y ser trasladada al depósito autorizado por la DIAN en Sincelejo.
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“Es importante mencionar que la compra y consumo de cigarrillos de contrabando afecta a todos los colombianos en el orden económico y la salud, teniendo en cuenta que al evadir las obligaciones aduaneras sobre el pago del IVA, Arancel e Impuesto al Consumo, se ven reducidos los ingresos nacionales y departamentales; se estima que el 67% de los recaudos departamentales son derivados del Ipoconsumo invertidos en salud, recreación y deporte, además, de afectar la salud pública y generar ingresos ilícitos a los sistemas de economía criminal nacional y transnacionales”, aseguró la Policía Fiscal y Aduanera.
Parte del cigarrillo de contrabando afecta, además de Colombia, al país vecino de Venezuela, según se informó recientemente. Una cajetilla de Ibiza, el más popular entre las marcas de contrabando, vale 1 dólar en este país con hiperinflación, siete años de recesión y golpeado por sanciones económicas.
Los productos de la cigarrera Bigott, perteneciente al grupo British American Tobacco, se venden en tanto en alrededor de 2 dólares, más que el equivalente a un salario mínimo mensual.
En Venezuela siempre ha sido común que los comerciantes ofrezcan cigarros por unidad: abren un paquete y venden cada uno a unos 5 centavos de dólar en el caso de Ibiza y el doble en el de Belmont, la marca más popular de Bigott. El contrabando se profundiza por la crisis. “Cuando tienes una población pelando” (sin dinero) el contrabando a veces es “la única forma” de acceder a un producto, dijo Felipe Capozzolo, presidente de la cámara de comerciantes (Consecomercio), quien asegura que los comerciantes se han visto afectados por esta práctica que va de la mano del comercio informal.