Desmantelan bodega ilegal que almacenaba 800 pipetas de gas al sur de Bogotá

La Policía y la Fiscalía lograron llegar hasta una vivienda ubicada en el municipio de Soacha, al sur de Bogotá, donde se almacenaban y comercializaban pipetas de gas que habían sido hurtadas.

En la vivienda, además de la actividad comercial ilegal, también se procedía a recargarlas de forma clandestina, en un lugar que también había sido acondicionado como bodega para poder acopiar este peligroso elemento.

Los cilindros encontrados en esta vivienda estaban contramarcados con logos de empresas que durante los últimos años han venido denunciando atracos a sus camiones y rutas de distribución, hechos que ocurrían, según la Fiscalía, en Bogotá y Soacha.

Al momento del hallazgo, las autoridades se percataron de la falta de protocolos y medidas de seguridad para almacenar las pipetas y para recargarlas con gas, lo que supuso un riesgo para la comunidad que convivió con esta bodega ilegal sin percatarse de las actividades ilícitas que se presentaban allí.

“El ente investigador señaló además que en la bodega eran comercializados al por menor los cilindros hurtados. La Fiscalía constató que varias de las pipetas eran cargadas de manera artesanal”, señaló el director de Fiscalía de Cundinamarca, Carlos Manuel Silva.

En medio de la operación, fue capturado un hombre que posteriormente fue identificado como Luis Niño Alférez, a quien la fiscalía señaló de ser el responsable del delito de receptación.

Fábrica de rellenas en Bogotá tenía una conexión fraudulenta de gas y puso en peligro a la comunidad

Producto de la gestión e investigaciones desarrolladas por las diferentes áreas de Vanti en contra del delito de concierto para delinquir, hurto de hidrocarburos y defraudación de fluidos, así como a la denuncia de una persona de la comunidad, se logró descubrir una conexión ilegal desde la red principal que pasa por la calle hasta un inmueble en donde funciona una empresa de procesamiento y conservación de carnes como embutidos ubicada en la localidad de Bosa en Bogotá, en el barrio Villas de Chicalá.

Este negocio, que se dedica a la producción de rellenas, asaduras y longaniza, estaba siendo investigado por anomalías en sus consumos y gracias a la denuncia de un tercero, realizada de manera anónima en la Línea Ética de Vanti, se realizó una revisión técnica al lugar.

Fue así como se encontró una conexión clandestina conectada al tubo principal de gas natural que pasa por la calle, escondida bajo tierra, y que llegaba al interior de la compañía, poniendo en alto riesgo a todo el personal de la empresa y de la comunidad, razón por la cual en la visita realizada por Vanti se removieron las conexiones ilegales a la tubería.

De acuerdo con las investigaciones, este tipo de conexiones ilegales son realizadas por organizaciones criminales que las ofrecen a industrias y comercios a quienes, una vez caen en la trampa, posteriormente extorsionan para no denunciarlos ante las autoridades.

Vanti procedió a colocar la denuncia ante la Fiscalía General para que se adelante la respectiva investigación por la presunta comisión de varios delitos. Los responsables (entre ellos los usuarios) podrían ser condenados, de ser hallados culpables, a penas de prisión de hasta 15 años y a una eventual extinción del dominio sobre el predio, además del pago por el gas natural consumido y no pagado.

Estas prácticas de fraude se dan en varias actividades de tipo comercial, entre ellas: negocios de tintorerías, vidrios, fundidoras de metal, hoteles, pizzerías, fábrica de tamales, fábrica de lechona, asaderos, curtiembres, restaurantes, lavanderías, panaderías, moteles, entre otros.

El llamado a toda la comunidad es a denunciar estas prácticas ilegales que afectan a toda la comunidad y a quienes han caído en la trampa de las organizaciones criminales, se les pidió acercarse a Vanti y regularizar el consumo. Así evitarán extorsiones, eventuales accidentes que podrían ser fatales y enfrentar procesos legales.