Judicial
Desmantelan lucrativo negocio al servicio de las disidencias de ‘Iván Mordisco’, les dejaba ganancias de más de $7.000 millones; estas son las imágenes
Los disidentes de las Farc que producían clorhidrato de cocaína tenían injerencia en Nariño.
Todo arrancó con la información suministrada por inteligencia militar, la cual llevó al hallazgo y destrucción del complejo artesanal, donde se encontró droga, insumos líquidos, sólidos y elementos para su funcionamiento. Fueron hallados 1253,5 kilogramos de clorhidrato de cocaína, 161,2 kilogramos de pasta base de coca, 1165 kilogramos de insumos sólidos, 389 galones de insumos líquidos, 1265 galones de hidrocarburos y abundante material utilizado para el procesamiento del narcótico.
La información que tenían los investigadores arrojaba que el principal beneficiario era el Grupo residual de las disidencias de las Farc al servicio de Iván Mordisco. Con las ganancias que obtenían, que eran superiores a los $ 7.000 millones, financiaban homicidios, actos delictivos y enfrentamientos con otras estructuras dedicadas al narcotráfico en esta región del país, sobre todo la lucha por el control territorial en las rutas del sur del país que colindan con la frontera colombo ecuatoriana.
Desde las Fuerzas Militares indican que los residuos de estas sustancias químicas que se generaban en este laboratorio artesanal eran arrojados sin control y de forma indiscriminada a los suelos y fuentes hídricas del páramo Azufral, contaminando de forma considerable e irreparable el medio ambiente.
La operación se dio en medio del Plan Ayacucho, en una operación desarrollada por tropas del Batallón Contra el Narcotráfico N.° 4 del Ejército Nacional, de manera coordinada e interinstitucional con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, se logró la ubicación y destrucción de un laboratorio ilegal empleado para la producción de clorhidrato de cocaína en la vereda El Paraíso, municipio de Mallama, departamento de Nariño, donde fueron hallados los más de 1250 kilogramos de este alcaloide, del cual las organizaciones narcotraficantes podrían extraer cerca de dos millones de dosis.
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Por su parte, el Ejército Nacional manifestó a través de un comunicado que “continuará desplegando todas sus capacidades operacionales para combatir el flagelo del narcotráfico que tanto daño le ha hecho al país, ratificando su compromiso con la protección del territorio nacional y el bienestar de todos los colombianos”.
Cabe recordar que las disidencias de Iván Mordisco y la Segunda Marquetalia dialogan con el Gobierno Petro mientras se adueñan de territorios en todo el país. Este es el mapa:
“Aquí quienes mandan son los muchachos (disidencias de las Farc)”. Esta es la contundente afirmación de Raúl —nombre ficticio por seguridad—, presidente de una junta de acción comunal en Caquetá. La frase refleja la ausencia de control de la fuerza pública en regiones conflictivas del país, donde está disparada la extorsión.
Quienes imponen las normas de convivencia son las mafiosas disidencias de las Farc de Iván Mordisco e Iván Márquez, hoy en negociaciones de paz. Documentos de inteligencia muestran cómo las disidencias, con cerca de 4.000 hombres, son las que mandan en zonas del Meta, Caquetá, Huila, Cauca y Valle del Cauca; ordenan acciones criminales, cobran vacunas y dictan su ley.
El descaro ha llegado a tal punto que, como se muestra en la imagen, han puesto vallas en las que notifican sobre las normas de convivencia que deben cumplir a pie juntillas, sustituyendo al Estado y a las Fuerzas Militares y de Policía.
Para ser identificados, los motociclistas no pueden usar casco, los vehículos deben ir con los vidrios abajo, se prohíben carros con carpas, comerciantes de ganado no pueden moverse entre las seis de la tarde y las seis de la mañana, entre otros. Raúl también denunció la cooptación de las disidencias de las Farc, a punta de fusil, de las juntas de acción comunal.
A través de estas organizaciones, los criminales tienen pleno control y censo de los pobladores. Para ingresar a los territorios, hay que presentar el carné de afiliación de la junta, deben asistir obligados a las reuniones convocadas —en las que dan instrucciones para el pago de impuestos (extorsiones)— y tiran línea sobre cuáles candidatos deben ser apoyados en las elecciones de octubre.
Para ser identificados, los motociclistas no pueden usar casco, los vehículos deben ir con los vidrios abajo, se prohíben carros con carpas, comerciantes de ganado no pueden moverse entre las seis de la tarde y las seis de la mañana, entre otros. Raúl también denunció la cooptación de las disidencias de las Farc, a punta de fusil, de las juntas de acción comunal.
A través de estas organizaciones, los criminales tienen pleno control y censo de los pobladores. Para ingresar a los territorios, hay que presentar el carné de afiliación de la junta, deben asistir obligados a las reuniones convocadas —en las que dan instrucciones para el pago de impuestos (extorsiones)— y tiran línea sobre cuáles candidatos deben ser apoyados en las elecciones de octubre.
La Jorge Briceño se divide en cuatro grupos que se extienden en Meta, Caquetá, Huila, Cauca y Valle del Cauca, donde tienen continuos enfrentamientos con la Segunda Marquetalia de Iván Márquez, que busca el control del territorio con las estructuras de los Comandos de Frontera y Acacio Medina.
En estas zonas, se dispararon las cifras de secuestro y extorsión, que desmienten el positivo balance que en materia de orden público entregó el ministro de Defensa, Iván Velásquez. El secuestro creció 90 por ciento, al pasar de 154 casos el año anterior a 293 este año. La extorsión tuvo 1.348 casos más que en 2022, para un incremento del 34 por ciento. En 2023, se presentaron, a junio, 5.259 hechos denunciados.