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¡Despegó Rodolfo Hernández! La segunda vuelta presidencial podría ser entre él y Gustavo Petro
Si las elecciones presidenciales fueran hoy, habría una segunda vuelta entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández. Así lo revelan los resultados del más reciente estudio electoral del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA.
A cinco meses de las elecciones presidenciales en Colombia, todo indica que por fin despegó un candidato que podría enfrentar a Gustavo Petro. Se trata del exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández. Hasta ahora, todas las encuestas ponían a Petro como líder y a Sergio Fajardo en el segundo lugar. Pero el más reciente estudio electoral del Centro Nacional de Consultoría (CNC) para SEMANA dio una gran sorpresa: el ingeniero Hernández se disparó del 4,6 por ciento en octubre al 11 por ciento en diciembre, en la intención de voto. Y más importante aún que esa cifra, es la tendencia de crecimiento de Hernández que logró romper la barrera que ninguno había logrado durante los últimos 12 meses para competirle al líder de la Colombia Humana, quien hoy tiene el 25,4 por ciento de la intención de voto.
Esta encuesta es relevante dada la magnitud de su muestra. En total, fueron entrevistadas 4.093 personas de manera presencial en sus hogares, en 60 municipios de todas las regiones de Colombia, lo que la convierte en una de las más completas que se haya hecho hasta ahora para el proceso electoral de 2022. El margen de error es de apenas el 1,5 por ciento y el nivel de confianza es del 95 por ciento. El trabajo de campo fue realizado entre el 26 de noviembre y el 7 de diciembre.
Los resultados indican que, si las elecciones presidenciales fueran hoy, la segunda vuelta sería entre Petro y Hernández, dos candidatos antisistema que son vistos por sus electores como el verdadero cambio para Colombia. Sin embargo, falta conocer los resultados de las consultas interpartidistas de marzo próximo, en las que Hernández no participará. Una de las posibilidades es que, con los candidatos definidos, el exalcalde de Bucaramanga se desinfle o, por el contrario, crezca aún más, dado el hastío que hay en el país con la política tradicional.
En el crecimiento del ingeniero en la encuesta del CNC para SEMANA llaman la atención los siguientes datos. Mientras que a Petro lo conoce el 96 por ciento de los encuestados y a Fajardo el 85 por ciento, a Hernández solamente lo conoce el 44 por ciento. Esta cifra es importante porque, a medida que se ha ido dando a conocer, con una de las operaciones en redes sociales más sofisticadas, su intención de voto ha venido subiendo y podría continuar al alza.
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Entre octubre y diciembre, al comparar los estudios del CNC para esta revista, Hernández logró pasar de 30 por ciento de reconocimiento a 44 por ciento, una cifra que sigue siendo baja en el país. En cualquier caso, lo más relevante es que, en ese crecimiento de su reconocimiento, su imagen favorable pasó del 15 al 26 por ciento. Eso significa que de los 14 puntos porcentuales que aumentó en reconocimiento, 11 de ellos fueron favorables. Mientras tanto, su imagen desfavorable se redujo del 15 al 13 por ciento.
¿Cómo lo ha logrado? El ingeniero ha manejado un discurso transversal que no cae en el juego de autodefinirse de izquierda o de derecha. Él ha tomado como bandera la lucha contra la corrupción y ha hostigado a sus rivales, etiquetándolos como “politiqueros”, a tal punto que es el único candidato presidencial que les dijo no a todas las coaliciones, a las que calificó de corruptas y de ser un negocio que solo les da plata a los políticos.
Aunque Hernández tiene 76 años y es el candidato de mayor edad en la competencia, su jovialidad lo ha venido acercando a electores de todas las edades. Su discurso es sencillo y popular. Si hay algo que genera suspicacia en el país es la financiación de las campañas presidenciales y, de manera inédita en Colombia, Hernández reveló que acudió a recursos propios por 10.000 millones de pesos para costear su candidatura.
El exalcalde ha dicho que su fortuna asciende a 100 millones de dólares, producto de su actividad como constructor en Santander. Fue de los primeros que hizo viviendas de interés social en conjuntos residenciales con piscina. De hecho, esa experiencia como empresario genera confianza en el sector económico.
Hoy, Hernández tiene un teflón y los escándalos que ha protagonizado en el pasado parecen no afectarlo. Ni la bofetada que le propinó a un concejal ni la investigación por las presuntas irregularidades en un negocio de las basuras que salpicó a uno de sus hijos, y que tiene al candidato en juicio, ni amenazar a un cliente con “darle un tiro” le han pasado una cuenta de cobro. Eso sí, a todas las denuncias les ha puesto la cara y eso parece haberle dado credibilidad.
El ingeniero es un candidato que resulta atractivo. Petro lo ha buscado en cinco oportunidades para forjar una alianza, según reveló Hernández. En una de ellas, el líder de la Colombia Humana le planteó una unión y, de acuerdo con el exalcalde de Bucaramanga, le dijo: “Usted y yo seríamos imbatibles”. Pero Hernández ha dicho que irá solo a las elecciones de 2022.
Uno de los datos más reveladores de la encuesta es que, en una hipotética segunda vuelta, Hernández estaría prácticamente empatado con Petro. Esto a pesar de que solo cuenta con menos de la mitad del reconocimiento que tiene el líder de la Colombia Humana. Dado el desfavorable de Petro (46 por ciento), Hernández podría crecer e incluso ya no es imposible que pueda arrebatarle la presidencia a Petro el próximo año, y máxime si en segunda vuelta varios candidatos perdedores de todos los sectores se le unen. La encuesta confirma algo que ya se sabe: Petro ganará de manera arrasadora la consulta del Pacto Histórico frente a sus competidores. En la medición obtiene el 89 por ciento.
Figuras como Rodolfo Hernández han irrumpido en el mundo de la política con éxito en los últimos tiempos. Son los llamados outsiders que se desmarcan de lo tradicional y llegan al poder, como ocurrió en Estados Unidos con Donald Trump, en el Reino Unido con Boris Johnson o en El Salvador con Nayib Bukele.
Por ahora, Hernández es el único candidato que le compite a Petro entre los jóvenes, donde el ingeniero no tiene la resistencia de los demás aspirantes a la presidencia. Además, el exalcalde, quien no tiene maquinaria política y genera un voto de opinión, logra apoyos importantes en partidos como el Liberal y la Alianza Verde. Y, curiosamente, también tiene votos que provienen del Partido Conservador y el Centro Democrático. Esto demuestra que es un candidato de amplio espectro.
Fajardo, destronado
Sergio Fajardo, por su parte, perdió el segundo puesto frente a Hernández y quedó destronado, ahora aparece en el tercer lugar, con 7,3 por ciento de intención de voto. Su candidatura está estancada en medio de varias tormentas.
Por un lado, fue acusado ante la Corte Suprema de Justicia por un polémico endeudamiento del departamento en dólares, en sus épocas como gobernador de Antioquia. Y, por el otro, la Contraloría dejó en firme en segunda instancia el fallo con el que Fajardo fue condenado como responsable fiscal del billonario descalabro de Hidroituango. Aunque esto lo ha golpeado en su reputación, el acuerdo de pago logrado con las aseguradoras le despeja el camino y deja sin efectos el fallo del organismo de control en su contra.
A todo eso se le suma lo difícil que ha sido consolidar la Coalición Centro Esperanza. Solo después de un año de peleas, egos y hasta un cónclave, lograron un acuerdo de una página para estar juntos en la consulta de marzo. Sin embargo, los desacuerdos por las listas al Congreso los tienen ahora dinamitados por dentro. Mientras eso sucede, Petro ha aprovechado y sacudido el debate político con sus propuestas y ha recorrido el país, al igual que Rodolfo Hernández. Tal vez por eso hoy ambos están punteando. Este es el tercer intento de Fajardo para llegar a la presidencia. En el más reciente, en 2018, únicamente le faltaron poco más de 200.000 votos para pasar a la segunda vuelta con Iván Duque.
En esa misma Coalición Centro Esperanza aparece Juan Manuel Galán, que se desinfló: pasó del 6 por ciento en intención de voto en septiembre a 3,9 en la más reciente encuesta. Su error ha sido quedarse exclusivamente con el gran capital político del apellido Galán y no concretar propuestas claras frente a los principales problemas del país. Se ha dedicado a hablar de temas impopulares, como la legalización de la droga, una iniciativa que convirtió en su proyecto bandera. Las recientes gazaperas en el Nuevo Liberalismo han decepcionado a más de un simpatizante de las ideas de Luis Carlos Galán. Han sido tan fuertes que sacaron corriendo a Iván Marulanda, un histórico de ese movimiento.
El nuevo integrante de esa convergencia, el exrector de los Andes Alejandro Gaviria, aparece con una intención de voto de 2,3 por ciento, cuatro meses después de lanzar su candidatura. Y en la medición con los otros candidatos de la Coalición Centro Esperanza para saber quién podría ser el aspirante único por esa convergencia, está en el tercer lugar, con el 17 por ciento, por debajo de Fajardo (43 por ciento) y Galán (31 por ciento).
A pesar de que tuvo inicialmente un rotundo apoyo de la mayoría de los medios de comunicación, de los expresidentes César Gaviria y Juan Manuel Santos, y de las élites empresariales, Alejandro Gaviria no ha logrado despegar y ha tenido inmensas dificultades. Uno de los mayores retos para la Coalición Centro Esperanza es el desempeño de su cara más visible en un cargo de elección popular hoy: la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Las encuestas sobre la gestión de la mandataria han terminado por contaminar a este grupo de políticos de la centroizquierda, especialmente a Fajardo, quien tras haberle ganado a Petro en Bogotá en la primera vuelta de 2018, hoy apenas cuenta con el 6 por ciento de la intención de voto en la capital. Mientras tanto, el líder de la Colombia Humana, quien ha sido un implacable crítico de la alcaldesa, tiene 35 por ciento. Rodolfo Hernández, con el 9 por ciento, no marcaba hace unos meses en la ciudad y hoy ya supera a Sergio Fajardo en Bogotá.
De las ciudades medidas, Bogotá refleja el mayor descontento y pesimismo entre sus ciudadanos. Por ejemplo, en la capital del país solo el 24 por ciento de los encuestados piensa que la ciudad va por buen camino. Esto a diferencia de Barranquilla, donde el 77 por ciento respondió que la Arenosa va bien. En Medellín (57 por ciento), Cartagena (46 por ciento) y hasta en Cali (27 por ciento) hay más optimismo que en Bogotá.
La alcaldesa también tiene una de las cifras más aterradoras en cuanto al manejo de seguridad. Solamente el 5 por ciento de los encuestados respondió que Bogotá va por buen camino en esa materia. Aunque López generó mucho optimismo como candidata, su mandato ha desilusionado a muchos y puede resultar siendo el mayor talón de Aquiles para la Coalición Centro Esperanza.
Por los lados de la centroderecha, en la Coalición Equipo por Colombia, el panorama tampoco pinta nada fácil. Ninguno de los candidatos ha logrado despegar, a pesar de varios meses de campaña. El exalcalde de Barranquilla Alejandro Char lidera la intención de voto en esa coalición, con apenas el 4,5 por ciento. Dicho eso, su cifra obedece a que tiene 19 por ciento de apoyo en la región Caribe, pero en ninguna otra región del país marca más del 1 por ciento.
Le sigue el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez (3,3 por ciento), quien tiene su fortín electoral en Antioquia, donde obtiene 10 por ciento de respaldo, y algo ha logrado en el centro (3 por ciento) y Bogotá (2 por ciento). El exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa marca 2,1 por ciento, mientras que el exministro Juan Carlos Echeverry y David Barguil, candidato del Partido Conservador, empatan con 0,6 por ciento de intención de voto. Según la encuesta, hoy esta consulta la ganaría Char, con el 34 por ciento; Gutiérrez obtendría 24 por ciento; Peñalosa, 21 por ciento, y los restantes tendrían cifras insignificantes.
Esta coalición parece no haber conectado todavía con el electorado, teniendo en cuenta que, según la encuesta, y de manera paradójica, el 43 por ciento de los entrevistados en Colombia se definió como de centroderecha o derecha, mientras que solo el 20 por ciento dijo ser de izquierda y el 9 por ciento de centroizquierda.
Este bloque, según los datos disponibles hoy, tendría dificultades en llegar solo a una segunda vuelta presidencial. Su unión con Óscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático, le daría más posibilidades de llegar a ese escenario, pero habría riesgos en esa jugada. Si a la segunda vuelta pasan Petro y un candidato de la centroderecha y derecha, y si Rodolfo Hernández decide apoyar al líder de la Colombia Humana y Juan Manuel Santos impulsa a la Coalición Centro Esperanza a respaldar también a Petro, se le dificultaría enormemente a la derecha y a la centroderecha ganar la elección presidencial. En todo caso, sería una elección que pondría al país con los nervios de punta.
El as bajo la manga de este sector podría ser el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, a quien varios empresarios y políticos le siguen insistiendo que se meta en la contienda. Enero será un mes decisivo para la formación del bloque de centroderecha. Cualquier paso en falso podría impedirles llegar unidos a primera vuelta y deben pensar muy bien cómo podrían derrotar a Petro en la segunda vuelta, ya que son atacados por sus opositores como los candidatos del continuismo. Tendrán que delinear posturas muy claras que logren acaparar ese sentimiento de centroderecha y derecha junto con el miedo a un gobierno de Petro, y que el electorado los vea como agentes de cambio.
Por ahora, en esta foto, la fragmentación de coaliciones podría abrirle el paso a Rodolfo Hernández para que se pueda colar en una segunda vuelta. Sobre él se posarán los ojos de sus rivales, ya sea porque el exalcalde logra llegar a la segunda vuelta, o porque se vuelve determinante para inclinar la balanza a la hora de elegir al próximo presidente de la república. En palabras de él, y pase lo que pase en 2022, “hay Rodolfo para rato”.