Proyección del rostro del asesino hecha por la familia de la víctima. | Foto: Archivo particular

Nación

Después de 26 años, cae en Brasil el asesino de una mujer en Barranquilla

Jaime Saade fue capturado por la Policía Federal de Belo Horizonte en cumplimiento de una orden de extradición. Detrás de la noticia está la familia de Nancy Mestre, que no se dio nunca por vencida.

29 de enero de 2020

Desde 1994, después de ser sentenciado a 27 años de prisión por la violación y el asesinato de la joven Nancy Mestre Vargas, no se sabía nada del paradero de Jaime Saade Cormane, hasta la mañana de este miércoles cuando la Policía Federal de Belo Horizonte (Brasil) reportó su captura en cumplimiento de una orden de extradición.

El crimen, ocurrido la madrugada del primero de enero de 1994, en Barranquilla, marcó la historia judicial de la ciudad. "El hombre, de 57 años, estaba en la lista internacional de buscados de Interpol y había estado huyendo por los delitos de violación y asesinato de una joven en una ciudad colombiana", según informaron las autoridades brasileñas en una comunicación.

En el momento de la captura, Saade presentó una licencia de conducir falsa. El informe policial señala que el hombre habría llegado a la ciudad días después del crimen. Luego, al año siguiente, adquirió documentos falsos y formó una familia, incluso tiene hijos brasileños.

Las autoridades también informaron que hay indicios de que durante todo este tiempo Saade “habría seguido cometiendo delitos, utilizando su identidad falsa, por lo que responde a una investigación policial en la Superintendencia de la Policía Federal en Minas Gerais”.

Después de su aprehensión, Saade Carmone fue trasladado a la penitenciaría Nelson Hungría y sometido a una revisión médica, para surtir el proceso de extradición a Colombia. Aunque, primero deberá resolver los delitos por los que se le acusa en Brasil.

 

El caso

El primero de enero de 1994, la familia de Nancy Mestre fue informada que ella había llegado a la Clínica del Caribe de Barranquilla con un disparo en la cabeza y que permanecía en estado de coma. Pero, más grave aún, que tenía señales de maltrato físico y violación.

La joven, que en ese momento era estudiante de bachillerato del Colegio Marymount, había salido de su casa en compañía de Saade, con el permiso de sus padres, porque iban a visitar otros amigos por la celebración del 31 de diciembre. Pero, debido a la tardanza, Martín Mestre, padre de Nancy, fue a buscarla a la vivienda del amigo y este le dijo que había sufrido un accidente y, después, ya en la clínica, el padre del asesino cambió la versión al decir que la joven se había suicidado.

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Las investigaciones policiales de ese momento determinaron que Nancy había sido asesinada después de ser violada. A Saade, administrador de empresas e integrante de una familia reconocida en Barranquilla, se le perdió el rastro desde las horas posteriores al crimen, por lo que fue condenado como reo ausente en julio de 1996. La condena impuesta fue de 2 años por acceso carnal violento y 25 años por el delito de homicidio.

La familia de la víctima, sin embargo, nunca se dio por vencida y, por el contrario, logró que se pudieran ir esclareciendo otros detalles del crimen. A través de canales oficiales y de constante comunicación con las autoridades establecieron los posibles paraderos de Saade, incluso en los últimos años crearon una página en redes sociales para recibir información.

 “No actuó solo”

Para Martín Mestre hay evidencias claras para determinar que el recién capturado no habría actuado solo la noche del crimen. En declaraciones a Emisora Atlántico, dijo que "se logró demostrar que había dos tipos de sangre O positivo, que es el tipo de sangre de Jaime Saade y de mi hija. Y hay un tipo negativo de sangre o sea que por lo menos había otra persona”.

Para el padre la extradición de Saade a Colombia servirá para saber, de una vez por todas, quiénes lo ayudaron a envolverla en unas sábanas, tirarla en el monte y luego, al notar que estaba viva, llevarla hasta la clínica.