Política
Después de atacarla reiteradamente, Gustavo Petro escribió una amigable carta dirigida a la fuerza pública
El candidato presidencial prometió mejorar las condiciones de vida de los soldados y policías colombianos.
Gustavo Petro, quien ha sido candidato presidencial en tres ocasiones, nunca ha tenido una buena relación con los miembros de la fuerza pública de Colombia. En sus redes sociales y discursos, el líder del Pacto Histórico ha criticado los actos de las instituciones y hasta llegó a acusarlos de un delito sin pruebas.
Este lunes, de forma atípica, el candidato presidencial les envió una carta a los soldados y policías que integran a la institución. En la misiva, Petro promete mejorar las condiciones de vida de los uniformados para que logren “vivir sabroso”, con referencia a la célebre frase de Francia Márquez.
“Más allá de ideologías y coyunturales debates políticos tengo claro que ustedes, los soldados de tierra, mar y aire y los policías de la patria, son humildes colombianos que, al igual que millones de compatriotas, reclaman un mejor futuro para sí mismos, pero en especial para sus queridas familias”, escribió el candidato presidencial, contrario a la posición que sostuvo al principio de la contienda.
Incluso, aseguró que “la mayoría” de estos uniformados aportan a la construcción “de una Colombia más humana”.
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Fue ahí que mencionó varios problemas que aquejan a los miembros de la fuerza pública. “(...) No cuentan con una vivienda digna, tienen que esperar meses para obtener una cita médica, los ingresos no les alcanzan para pagarles una educación decorosa a sus hijos, no gozan de descansos acorde a sus extenuantes jornadas laborales e incluso se les volvió un privilegio acceder a un club vacacional”, listó.
Habló sobre su propuesta llamada “Nueva Política Integral de Seguridad”, la cual tendría énfasis en convivencia ciudadana y cambio climático. Uno de sus pilares, aseguró Petro, es “fortalecer la fuerza pública y el bienestar de sus integrantes, en especial el de los más vulnerables, para lograr la paz total en el territorio nacional”.
Esto lo dice cuando en su programa de gobierno expuso claramente la intención de desmontar el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), afirmando que llevaría al “tránsito a una fuerza orientada a la solución pacífica e inteligente de conflictos”.
En la carta, Petro les dijo a los uniformados que se aliaría con la empresa privada para construir ciudadelas en las que vivirían durante sus labores. Todo esto “para que ustedes no tengan que seguir viviendo en zonas marginales, incluso de alto riesgo para su seguridad, máxime si se tiene en cuenta que después de su turno laboral regresan a casa de civil y desarmados”.
En la misma línea de vivienda, también prometió que en un gobierno suyo los soldados y policías no deberán vivir en inquilinatos al ser trasladados.
También prometió una mejora en el subsistema de salud, “los cuales cada vez se parecen más al inhumano servicio que les ofrecen las EPS a los demás colombianos”. Entre las fallas, señaló que las citas se asignan para seis meses, hay pacientes en los pasillos y falta de medicamentos.
Frente a esto, dijo que una de las prioridades sería construir nuevos hospitales en varias partes del país para fortalecer instituciones “tan importantes” como el Hospital Militar.
Petro propuso ampliar y modernizar las guarderías y los colegios de la fuerza pública. A su vez, impulsar un programa de becas para sus hijos. Tendrían acceso al Sena garantizado y a la universidad pública, así como prioridad en el Icetex a la hora de acceder a un préstamo “sin interés alguno y hasta condonaremos la deuda de los mejores”, se lee en la carta.
Además, para mejorar ingresos del hogar, los esposos y esposas de los uniformados podrán acceder a cursos especiales en el Sena.
En su lista de promesas, Petro dijo que remodelará los centros vacacionales y liderará esfuerzos “altruistas” de la sociedad civil para que los miembros de la institución puedan “vivir sabroso”.
A su vez, propuso transformar el servicio militar en servicio social para que “solo los profesionales, bien entrenados, bien equipados y bien remunerados, se encarguen de combatir el crimen”.
“No más cementerios llenos de jóvenes héroes, en su mayoría humildes campesinos, ni hogares vestidos de luto perenne”, dijo, asegurando que quienes presten servicio social lo harían en campañas preventivas del delito, alfabetización, protección de entornos escolares, guardabosques o guías turísticos, y en la implementación del Acuerdo de Paz.
El candidato presidencial también tocó el tema de los ascensos, representación en el exterior, condecoraciones y reconocimientos, asegurando que estos deberán ser por méritos. “Siempre me he preguntado: ¿por qué un buen soldado o un buen patrullero no puede llegar a ser general?”.
Finalmente propuso un plan de apoyo para los pensionados y retirados de la fuerza pública, “con el fin que sigan aportado su cualificada experiencia en entidades como el Inpec, el manejo del tránsito y la empresa privada, lejos de esos peligrosos cantos de sirena que buscan convertirlos en mercenarios internacionales”.
“Como se pueden dar cuenta, respetados soldados de tierra, mar y aire y policías de Colombia, el bienestar no tiene color político ni es un privilegio para unos pocos. Es un derecho que debe estar al alcance de todos los colombianos”, concluyó la carta.
Petro tiene una turbulenta relación con la fuerza pública. En 2018, su anterior campaña presidencial, ofendió a los destinatarios de la carta haciendo una problemática y asimétrica comparación.
“Y son 300.000 jovencitos y jovencitas que en toda Colombia, al salir del once, no pueden ingresar a la universidad. Unas terminan en embarazo, empobrecidas de ahí en adelante. Otros terminan huyendo del país, terminan en los ejércitos privados del narcotráfico. Terminan buscando un puesto en la Policía o en el Ejército”, aseveró.
La comparación causó revuelo y rechazo. El Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y Policía Nacional emitió un comunicado en rechazo de lo dicho, asegurando que su expresión, “muy propia del candidato”, “ofende el honor institucional”.
Esta mala relación siguió en la actual campaña, años en los que Petro no ha cesado sus acusaciones contra la institución. En conversación con SEMANA en 2021, respondiendo a una pregunta sobre si reduciría al Ejército, el candidato aseguró que los pondría a sembrar árboles.
“Mi compromiso es que se acabe la violencia en Colombia. Pero, por ejemplo, hay otros desafíos: detener la destrucción de la selva amazónica; tenemos que sembrar millones de árboles. En la paz, el Ejército está llamado a ser el articulador de la defensa del territorio en el cambio climático”, aseveró.
En las últimas semanas, llamó la atención un fuerte trino en el que el candidato acusó a miembros del Ejército de haber cometido delitos.
“Mientras los soldados son asesinados por el Clan del Golfo, algunos de los generales están en la nómina del Clan. La cúpula se corrompe cuando son los politiqueros del narcotráfico los que terminan ascendiendo a los generales”, trinó Petro en abril.
Esto causó una reacción del general Eduardo Zapateiro Altamiranda, comandante del Ejército: “A la institución más antigua de este país, cuyos integrantes, hombres y mujeres, de manera incondicional, han defendido por más de 200 años la democracia de esta nación, hasta ofrendando sus propias vidas, exijo respeto”.
Petro le siguió respondiendo al general Zapateiro en manifestaciones públicas en Boyacá y Montería. En la capital del departamento de Córdoba, el candidato aseguró que el ascenso será por mérito y no por un acuerdo con grupos criminales. De nuevo, sin presentar pruebas de que esto esté ocurriendo.
“El que llegue a general será por méritos, no porque un politiquero corrupto y narcotraficante decida los ascensos en la carrera militar”, dijo ante plaza llena.