Judicial
Detalles del asesinato de Álvaro Gómez contados por el exjefe de las Farc, Carlos Lozada, ante la JEP
El congresista se refirió a por lo menos cinco casos en los que la guerrilla tuvo responsabilidad.
Julián Gallo, congresista de Comunes (antiguo partido Farc), conocido como Carlos Lozada, entregó este martes la segunda parte de su versión de aporte a la verdad ante la Jurisdicción Especial para la Paz sobre lo ocurrido en varios casos históricos, entre ellos el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado.
Lozada tiene una tesis y es que averiguaron los horarios de clase de Gómez Hurtado, dirigente político asesinado el 2 de noviembre de 1995: “Él era considerado como la persona que tuvo bajo su responsabilidad los debates en el Senado en la década del 60 que permitieron el desarrollo y la generación de la ofensiva militar por parte del Estado, que dio origen a la formación de las FARC-EP. Como organización, tenemos raíces en lo que fue la violencia a mediados del siglo pasado. Como organización armada surge allí, porque allí se da el primer combate en medio de la operación a Marquetalia”. Y agregó que todos los integrantes de ese núcleo fundador tienen su procedencia en las filas del Partido Liberal y el Partido Comunista, que estaban asentados en regiones agrarias”, señaló Lozada.
Sobre Jesús Antonio Bejarano
El congresista fue llamado por la JEP también a responder por los hechos que rodearon el asesinato del exasesor de paz del Gobierno, Jesús Antonio Bejarano (asesinado el 15 de septiembre de 1999 en las instalaciones de la Universidad Nacional); de Hernando Pizarro Leongómez, alias Coroncoro, jefe del Comando Ricardo Franco de las disidencias de las FARC-EP (asesinado el 25 de febrero de 1995 en Bogotá), y el crimen de José Fedoy Rey Álvarez, alias Javier Delgado, comandante del comando Ricardo Franco de las Farc (asesinado el 30 de junio de 2002).
“No conozco casos de atentados personales que hayan sido reivindicados por Farc. No existe comunicado reivindicando ataques personales. No existe porque eso iba en contra de la concepción ideológica política de Farc”, explicó.
En el caso puntual del nombre de Jesús Antonio Bejarano tomó relevancia nacional cuando César Gaviria lo nombró negociador de paz entre 1990 y 1992. Primero en Caracas y posteriormente en los diálogos de Tlaxcala, México. El brillante economista y académico fue vocero del gobierno para concertar un acuerdo de paz con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, que aglomeraba a Farc, ELN y EPL. Su condición de conciliador, en todo caso, permanecería y continuó siendo una voz autorizada cada vez que se exploraban salidas pacíficas al conflicto armado.
Sobre Bejarano, Lozada también dijo: “En el caso de Reinel, obedecía al nombre de Rafael Gutiérrez en las Farc. Hay varias unidades que repetían el nombre en la guerrilla. Como la Arturo Ruiz, o en el caso de la Joselo Lozada. No conozco qué ha dicho por ejemplo Piedad Córdoba, yo prefiero esperar los detalles de esa diligencia. Esa acción fue ejecutada por una estructura urbana del bloque oriental, llamada Joselo Lozada. Es una decisión que toma el comandante Jorge Briceño. Recibí esa información, lo atribuyo al hecho de que yo era el comandante de una de las redes urbanas. Fue una conversación, me preguntó cómo había visto yo lo de Bejarano, le dije que no teníamos conocimiento y me dijo que ellos habían sido”.
Y agregó: “Había cierto nivel de confianza. Uno se terminaba enterando de muchas cosas por vías no oficiales pero en este caso puntual fue una información que me transmitió el comandante. En reuniones de mando, a veces se vertía información que no se podía conocer por parte de otros miembros de las Farc. Es una conversación presencial que tengo con el comandante Jorge Briceño”.