Animales

Día mundial del perro callejero: la situación de animales de calle en Bucaramanga

Las situaciones de abandono, maltrato y descuido siguen dejando a caninos y felinos en las calles de la capital santandereana.

27 de julio de 2021
La administración municipal busca fortalecer las jornadas de esterilización para controlar la población de animales de calle. Foto: Pixabay. | Foto: Pixabay

Actualmente no existe un censo de la cantidad exacta de animales en estado de calle que hay en Bucaramanga. Sin embargo, las fundaciones de la ciudad reciben constantemente animales en diferentes estados físicos y de salud.

Por su parte, la coordinadora de bienestar animal, Alexandra Moncada, explica que el gobierno local está en proceso de crear una unidad de bienestar animal que “vele por la protección de los animales de calle” y que, por el momento, se encuentran trabajando en un grupo de atención inmediata para casos de maltrato animal en el municipio. “La idea de este grupo es que los casos reportados a la línea 123 pasen a la Policía Ambiental y estos al grupo de atención inmediata”, explica Moncada.

Adicionalmente, Moncada explica que en Colombia el bienestar animal es “un deber histórico” y, frente a este tema, apoyan a las fundaciones con esterilización y vacunación antirrábica, ya que “una de las acciones primordiales, para garantizar que la población de caninos y felinos en condición de calle no aumente, es la esterilización”.

Por otro lado, la representante de la fundación Huellitas Perrunas, Jenny Vargas, afirma que diariamente llegan, en promedio, de 3 a 4 perros o gatos a la fundación. Y en este momento la fundación atiende a 70 animales en diversas condiciones.

Vargas comenta que todos los días recibe solicitudes para ayudar a animales en situaciones adversas. “llegan miles de mensajes, llamadas y por redes sociales denunciando animales en estado de abandono o maltrato”, afirma Vargas.

Entre las condiciones más frecuentes de los casos que llegan a la fundación se encuentran los animales atropellados y abandonados. No obstante, Vargas manifiesta que también recibe casos de caninos y felinos golpeados, lacerados y quemados.

Jenny Vargas explica que a raíz de la pandemia se incrementó el abandono de los animales, ya que “algunas personas no tienen los recursos económicos para mantenerlos o se mudaban y dejaban a los animales en la antigua casa o cambian sus estilos de vida”.

Ante esta situación, Vargas afirma que la sostenibilidad de la fundación se ha empeorado. La representante de la fundación explica que esto se debe al aumento de rescates, que a su vez significan más animales en la fundación, y esto aumenta la cantidad de necesidades y reduce los recursos disponibles para alimentación, medicamentos e higiene.

La fundación atiende, en este momento, a seis animales en estado critico, lo que significa que deben conseguir los gastos extra que conllevan las cirugías y tratamientos médicos que requieran, dependiendo de las condiciones en las que lleguen.

La financiación principal de la fundación, aparte de las donaciones económicas, de comida y medicamentos, por parte de terceros, es la venta de masmelos y productos lácteos como botellas de yogur de frutas. Estos productos, las donaciones, las historias de los animales que llegan en estado crítico y necesitan ayuda inmediata, y aquellos que están en condiciones para ser adoptados se difunden a través de las redes sociales.

El pasado 21 de julio se celebró el día mundial del perro, exceptuando algunos países, como Colombia, que lo celebran el 26 de agosto. Sin embargo, existe la efeméride del día internacional del perro callejero que se celebra el 27 de julio. Esta fecha fue creada en 2008 para concientizar a las personas acerca de la situación de necesidad que viven estos animales.

La celebración fue establecida por un estudiante chileno llamado Ignacio Gac que, con el objetivo de visibilizar el peligro y las condiciones en las que viven los perros como animales callejeros, impulsó esta fecha precisamente en el mes de julio por el clima frío de la época, que incrementa las dificultades de dichas condiciones en las viven estos habitantes de calle.