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Diego Cadena: el escrito de acusación con el que la Fiscalía lo lleva a juicio
El abogado es investigado por presunto soborno a testigos en proceso contra el expresidente Álvaro Uribe.
Diego Cadena, exabogado de Álvaro Uribe, fue llamado a juicio este 28 de septiembre por la Fiscalía, que radicó el escrito de acusación por los delitos de soborno a testigo y fraude procesal dentro del mismo caso por el que se investiga al exmandatario.
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El ente acusador radicó el escrito de acusación en el Complejo Judicial de Paloquemao, contra el abogado Diego Cadena y Juan José Salazar, por su presunta participación en la manipulación de testigos, en el caso que se adelanta contra el expresidente.
Según lo expuesto en el documento, los dos abogados están siendo acusados por la Fiscalía por "ofrecer dinero y ayuda jurídica a dos exparamilitares condenados a cambio de dar versión juramentada en un caso que adelantaba la Corte Suprema de Justicia”.
En el escrito de acusación, la institución sustenta las visitas de los defensores a las cárceles de La Picota y de Palmira, lugares donde habrían intentado cambiar las versiones que son parte de la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe, con el fin de favorecer al exmandatario.
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El llamado a juicio se da en medio de la apelación presentada por el penalista Iván Cancino a la orden de aseguramiento y detención domiciliaria contra Cadena.
Como se sabe, el caso de Diego Cadena está íntimamente ligado al del expresidente, a quien la Corte Suprema le impuso casa por cárcel. El expediente del exmandatario está en este momento de nuevo en el Alto Tribunal, que deberá decidir la ley aplicable a lo que viene en la justicia ordinaria.
Los líos judiciales de Diego Cadena arrancaron formalmente el mismo día en que la Corte Suprema compulsó copias contra el expresidente Uribe y absolvió a Iván Cepeda, el 16 de febrero de 2018. El entonces abogado del expresidente, encargado de conseguir testimonios en las cárceles, también fue objeto de una compulsa de copias a la Fiscalía por supuesta manipulación de testigos.
Contra Cadena empezaron a aparecer elementos según los cuales varios de los testimonios que consiguió habrían sido a cambio de dádivas ilegales. Así empezó el proceso en la Fiscalía contra Cadena y su situación se complicó luego cuando varios de los testigos fueron a rendir testimonio ante la Corte y lo señalaron.
El testigo Juan Guillermo Monsalve aseguró que Cadena lo visitó en La Picota y que trató de lograr su retractación a cambio de impulsar una postulación ante la JEP o de un recurso de revisión de sentencia ante la propia Corte Suprema de Justicia. Monsalve lleva años asegurando que formó parte del bloque Metro y que esa estructura criminal surgió en la hacienda Guacharacas a mediados de los noventa, supuestamente con el auspicio de los hermanos Santiago y Álvaro Uribe Vélez.
El otro testigo relevante, Carlos Enrique Vélez, llegó a la Corte incluso con recibos que documentaban la entrega de plata del abogado Cadena. Vélez, también exparamilitar preso, les aseguró a los magistrados que Cadena le hizo pagos millonarios. Este testigo dijo que el abogado le prometió 200 millones y que en múltiples pagos llegó a recibir cerca de 48 millones.
En su defensa, Cadena explicó que le había entregado la plata al testigo como un acto humanitario, pues este le aseguraba que tenía un hijo muy enfermo. Después señaló que se trataba de giros para gastos, pues Vélez decía que tenía que llamar y enviar emisarios a hablar con otros presos para conseguir más testimonios. Cadena también asegura que hizo algunos pagos extorsionado por Vélez. Pero para la Fiscalía todas esas explicaciones carecen de sustento. El ente investigador ya documentó giros por cerca de 40 millones de pesos.
Los pagos pasaron a través de transferencias y desembolsos en efectivo acreditados por varios familiares de Vélez. Un sobrino de él, por ejemplo, atestiguó ante el ente acusador que recibió 16 millones de pesos en un sobre sellado de Juan José Salazar, el asistente de Cadena, a las afueras de la cárcel de Palmira. Y aseguró que recibió otro millón de pesos en la plaza principal del municipio, junto a la catedral. También se tiene información de que el tal auxilio humanitario que recibió una mujer para los gastos médicos de un supuesto hijo de Vélez no habría ascendido a dos millones de pesos, sino a tres.
El otro testimonio clave contra Cadena fue Fabián Rojas, hasta hace poco uno de los hombres más cercanos a Uribe, exasesor en su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL). Rojas entregó detalles del flujo de la información entre Cadena y el expresidente. Señaló, además, a María Claudia ‘Caya’ Daza (ahora famosa por las grabaciones con el Ñeñe Hernández) como la persona que tenía la confianza con Cadena y que tuvo un papel protagónico al conseguir varios de los cuestionados testigos que fueron a parar a la Corte.
Según Rojas, la noche del 22 de febrero de 2018, él y Caya se reunieron con Cadena y el asistente de este, Juan José Salazar, en un restaurante en el norte de Bogotá. Allí recibieron de estos los testimonios escritos de Vélez y otros paramilitares. “Cadena se despidió y salió a reunirse con el expresidente Uribe. Y nosotros nos dirigimos a la Central Papelera a sacar fotocopias de los papeles, entre los que venían las cartas manuscritas”, testificó Rojas.
Al siguiente día, Rojas y Caya, en las escalinatas del Palacio de Justicia, le entregaron al expresidente las fotocopias anilladas con los testimonios. La voz de ella aparece en las interceptaciones que hizo la Corte a Diego Cadena en abril de 2018. En la charla, ambos intentan cuadrar la manera de tomar la declaración del exparamilitar Juan Carlos ‘el Tuso’ Sierra en Miami. Ese dato corresponde con la afirmación de Rojas, que le atribuye a esta mujer un papel clave en la consecución de otros testimonios que conoció la Justicia y hoy son foco de controversia.
Rojas también reveló a la Justicia una reunión a la que asistió y que Cadena tendrá que explicar a los jueces. El exmiembro de la UTL dio datos concretos de un encuentro entre Cadena y el entonces director de la cárcel de Cómbita, el coronel retirado del Ejército Germán Rodrigo Ricaurte, y su asesora Ángela López.
En esta inquietante reunión, el director del penal y la asesora habrían pactado con Cadena la consecución de otros testimonios convenientes. Rojas asegura que después aparecieron varios supuestos manuscritos de los reclusos y que él descubrió que en realidad Cadena y la también abogada López habían escrito esas cartas. Por cuenta de eso habría empezado a distanciarse del uribismo. La Fiscalía también tiene verificados los pormenores de la reunión y esos hallazgos serán clave a la hora de acusar a Cadena.
El ente investigador tiene proyectado solicitar prisión preventiva para los abogados Cadena y Salazar. Por la naturaleza de los delitos –compra de testigos y fraude a la Justicia– no sería muy factible la detención domiciliaria.
Pero tampoco es muy fácil que en estos días de pandemia un juez decida ordenar cárcel. Todo dependerá de la contundencia de la Fiscalía y de la solidez de los contraargumentos de la defensa.