BOGOTÁ
Nuevo director del IDU: Diego Sánchez manejará los 20 billones de la entidad
El nuevo director manejará un presupuesto de inversión superior a la suma de los de Medellín, Cali y Cartagena. ¿Cuáles son sus mayores retos?
La alcaldesa Claudia López había dicho que se reservaría el nombre del nuevo director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) hasta tanto no se concretara qué pasaría con la Troncal de la Avenida 68, que se adjudicará en este miércoles. Sin embargo, ya se conoce que quien estará al frente de uno de los puestos más difíciles del país será Diego Sánchez Fonseca. No se trata de una entidad cualquiera. Manejará en los próximos cuatro años casi 20 billones de pesos, recursos que superan los que tendrán ciudades como Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga.
Diego Sánchez viene de la gerencia técnica de estructuración de la Financiera de Desarrollo Nacional, desde donde estaba estructurando el metro de Bogotá. También fue Director de Análisis de Infraestructura el Banco de Desarrollo de América Latina. Fue asesor del Ministerio de Transporte y ya había trabajado en el IDU como subdirector general técnico y como Director técnico de construcciones. Estudió en la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito y es especialista en Gerencia de Proyectos. Hasta el momento no se le conocen filiaciones políticas, lo cual es clave para un cargo como este.
Como el IDU en el pasado tuvo un enorme desprestigio porque allí orquestaron el carrusel de la contratación de Samuel Moreno, Sánchez deberá ser prenda de garantía en materia de ética, moral y transparencia. Y no podrá llegar nadie a improvisar. El IDU requiere de una persona con una gran capacidad de ejecución, pues hereda 38 obras en marcha, 20 proyectos listos para contratar y 38 obras con diseños adjudicados, que significarán un revolcón en infraestructura en la capital del país.
Por el poder que tiene el IDU, que puede superar al de un ministerio, en el pasado la corrupción hizo de las suyas. El caso más nefasto fue el mencionado carrusel, cuando la entidad quedó a merced de una organización criminal que aprovechó las obras de la llamada fase III de TransMilenio (las troncales de la calle 26 y la carrera Décima) y las de mantenimiento vial. La plana directiva del IDU, encabezada por Liliana Pardo, terminó en problemas judiciales, al igual que varios constructores como los primos Nule, Julio Gómez, Emilio Tapia y Andrés Jaramillo. Pardo está hoy prófuga de la justicia y con circular de Interpol. Samuel Moreno, su hermano Iván Moreno y los contratistas terminaron en la cárcel.
Por ese motivo, Diego Sánchez no podrá bajar la guardia contra la corrupción. Además, deberá tener capacidad de diálogo con el Gobierno nacional y con el Concejo, ya que esas instancias aprueban los dineros para las obras de infraestructura. También, y no menos importante, deberá dialogar con la ciudadanía para socializar las obras, pues en los próximos años se convertirán en realidad muchos proyectos estructurados en la alcaldía de Enrique Peñalosa.
La alcaldesa López se la iba a jugar para semejante puesto por Orlando Molano, exdirector del Instituto de Recreación y Deportes (IDRD). Dos virtudes lo hacían un buen candidato: su capacidad de ejecución y su estrecha amistad con la mandataria. López confía en Molano desde que se conocieron hace 20 años en la primera alcaldía de Peñalosa. De las 2.500 obras que dejó la anterior administración, más de 1.000 fueron intervenciones en parques que Molano sacó adelante.
Pero concejales y congresistas del Polo Democrático y la Alianza Verde vetaron su nombre. Según conoció SEMANA, ellos presionaron a la alcaldesa para que al IDU no llegara otra persona del entorno peñalosista. Fuentes dicen que a Claudia le armaron una “guerra civil”. En la Empresa Metro, la mandataria ya había ratificado a Andrés Escobar y en TransMilenio promovió como gerente a quien venía desempeñando la subgerencia técnica: Felipe Ramírez. Así mismo, a cargo del talento humano mantuvo a Nidia Rocío Vargas. Por eso, una persona más de Peñalosa no cayó bien en las filas del Polo y los verdes.
Claudia ha tratado de guardar equilibrio con las fuerzas políticas y la exconcejal del Polo Xinia Navarro, por ejemplo, es hoy la secretaria de Integración Social. Exfuncionarios de Petro también están en el gabinete, como Blanca Inés Durán en el IDRD, y David García al frente de la Orquesta Filarmónica.
“Deberá tener criterio para armar buenos equipos, ser buen administrador de lo público, capacidad para trabajar bajo presión y mantener el aplomo caminando siempre en una línea de riesgo”, aseguró la concejal María Fernanda Rojas, de la Alianza Verde y quien dirigió el IDU en el gobierno de Petro.
La alcaldesa se había demorado en decidir quién estaría a cargo del IDU pues para ella la administración pasada tiene la responsabilidad de firmar el contrato de construcción de TransMilenio en la avenida 68, una obra que ha estado en medio de la polémica.
En campaña, la hoy alcaldesa dijo que por esta vía haría un tren ligero e incluso propuso que los recursos asignados fueran a una bolsa para hacer “más metro”. Pero ya la Financiera de Desarrollo Nacional dijo que la troncal de la 68 es prioritaria y alimentadora del metro.
El IDU no solo tendrá a cargo la troncal de la avenida 68. Ya están en construcción vías como la avenida Guayacanes; los puentes de la 127 sobre la Boyacá y la extensión hasta la avenida Rincón; la calle 183 entre la Autonorte y la Boyacá; y la calle 153, entre la Novena y la 19. Este año deberá comenzar la construcción de la ALO sur; la avenida Novena, entre las calles 170 y 193; la avenida Boyacá, entre las calles 170 y 183, además de ampliaciones de estaciones y portales de TransMilenio y 16 obras de la nueva valorización. Estas últimas son claves, pues los ciudadanos pagaron un billón de pesos para financiarlas.
El IDU dejó atrás su oscuro pasado gracias a las alcaldías de Petro y Peñalosa, con directores como María Fernanda Rojas, William Camargo y Yaneth Mantilla.
Diego Sánchez tendrá que definir qué hacer con la troncal de TransMilenio por la carrera Séptima, en la que el Distrito ya invirtió 287.000 millones de pesos en comprar predios y que está lista para ser adjudicada. También deberá resolver el futuro de otros proyectos como la troncal de la avenida Ciudad de Cali o la extensión de las Américas para que conecte con la calle 26 y la NQS. Así mismo, tendrá que ver qué sucede con otros cables aéreos, ya que Claudia prometió el de San Cristóbal. También tiene que velar por el mantenimiento de las vías y la construcción de espacio público para peatones y ciclistas.
Yaneth Mantilla, la saliente directora del IDU, señaló que el funcionario que la reemplace recibirá de herencia los diseños definitivos. En ese sentido, quien tome las riendas de la entidad deberá pasar a las fases de licitar y construir. De no hacerlo, podría incurrir en detrimento patrimonial.
También Sánchez tendrá el desafío de estructurar las alianzas público-privadas para conectar a Bogotá con la región, y para articular la ciudad con el Regiotram de Occidente. También deberá sacar adelante la transformación del IDU en una Agencia Distrital de Infraestructura, a imagen y semejanza de la ANI en el orden nacional.
El IDU dejó atrás su oscuro pasado gracias a las alcaldías de Petro y Peñalosa, con directores como María Fernanda Rojas, William Camargo y Yaneth Mantilla. Esta última reconoció que es una entidad muy difícil y que los pliegos tipo sirvieron como estrategia clave para evitar la corrupción. Sin embargo, dijo que en ese cargo “hay que estar a cuatro ojos para que no te metan goles”.