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“Dieron una muestra de indiferencia hiriente”: Salud Hernández-Mora sobre la mínima participación universitaria en protestas contra régimen de Daniel Ortega en Nicaragua

La periodista habló en su columna de SEMANA acerca de la poca afluencia de estudiantes universitarios que tuvo una manifestación frente a la Embajada de Nicaragua por el cierre de la UCA, universidad jesuita en el país centroamericano.

Redacción Semana
1 de septiembre de 2023
Salud Hernández-Mora - Nicaragua
Salud Hernández-Mora - Protestas contra el régimen en Nicaragua | Foto: Semana

¿Dónde estaban los estudiantes de la Javeriana? ¿Y los de la Nacional? ¿Y los de los Andes? ¿No dicen que les duele el mundo?, ¿que luchan contra las dictaduras?, ¿por los derechos humanos? Pues el miércoles dieron una muestra de indiferencia hiriente.

Unos jóvenes habían convocado una manifestación frente a la Embajada de Nicaragua en Bogotá, contra la expulsión de los jesuitas y el cierre de su universidad en Managua, y solo fueron cuatro gatos. Para tirar piedras y destruir todo a su paso, salen estudiantes a la lata, pero para protestar pacíficamente contra una dictadura, nada.

¿Tiene que ver con que sea una tiranía socialista? ¿Todavía alguien cree que el sandinista Daniel Ortega y su cómplice, Rosario Murillo, luchan por causa noble o justa? Bueno, lo cree nuestro glorioso embajador en Managua, pero eso es cuento aparte.

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Tampoco los católicos se unieron a la manifestación, como si no fueran con ellos los ataques sistemáticos a la Iglesia en Nicaragua. América Latina está llenándose de totalitarismos de extrema izquierda y los amantes de las libertades no pelean por ellas. Hoy es Nicaragua, anteayer fue Cuba, luego cayó Venezuela. Todos son nuestros hermanos. ¿Vamos a seguir indiferentes y volteando la cabeza?

Los universitarios no secundaron el plantón ante la Embajada de Nicaragua en protesta por la expulsión de los jesuitas y el cierre de su universidad. Les valió cinco. Lo paradójico es que a la Compañía de Jesús, que fundó San Ignacio de Loyola, la consideran muchos católicos algo zurda. Habría que recordar a los jóvenes que un jesuita nicaragüense, Fernando Cardenal, fue ministro de Educación sandinista y que muchos de la misma orden religiosa abrazaron la teología de la liberación.

Algunas personas de derecha aplauden las medidas irracionales y terribles contra los jesuitas, precisamente por considerarlos de izquierda. Eso un gravísimo error. Rememoran que este año la Javeriana canceló una conferencia de Agustín Laje, de derecha pura y dura. O que el padre Francisco de Roux alabó públicamente al ELN.

Protesta embajada de Nicaragua en Colombia
Protesta ante la Embajada de Nicaragua en Colombia. | Foto: Semana

Pero así practiquen a veces la censura o hagan declaraciones criticables, los que creemos en las libertades tenemos que defenderlas siempre. Y la libertad religiosa es vital para el ser humano.

Sin dejar de lado que las universidades jesuitas y sus colegios son prestigiosos. Han educado de manera magnífica a miles y miles de jóvenes. Además, en las revueltas de Nicaragua del 2008, la UCA albergó a estudiantes y luego fue escenario de encuentros de la oposición. Y eso la dictadura no se lo perdona. No es la única universidad privada atacada, ya va una decena clausurada.

El mafioso matrimonio Ortega Murillo también ha expulsado del país a más de 40 religiosos, otros 20 tuvieron que irse al exilio, tiene a cinco sacerdotes presos, entre ellos, el admirable monseñor Rolando Álvarez. El pecado que cometieron: decir verdades.

Foto tomada el 5 de septiembre del 2018 del presidente nicaragüense Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta del país, Rosario Murillo, en Managua. (AP foto/Alfredo Zúñiga, archivo)
El presidente nicaragüense Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta del país, Rosario Murillo, en Managua. | Foto: AP

En una columna me quejé de que el papa Francisco y los jesuitas no le hablaban duro a la pareja de sátrapas criminales y que intentaron negociar con ellos la libertad de los sacerdotes, como si fuesen moneda de cambio. Y algunos comunicados son demasiado pusilánimes.

Pero lo cierto es que sí han pronunciado palabras fuertes. En entrevista con Infobae, el santo padre comparó su régimen con “la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35. Son un tipo de dictaduras groseras”.

A unos religiosos los acusan de terrorismo, de traición a la patria. Ortega dice que los curas lo quieren matar y otras falsedades igual de estúpidas. A las 18 monjas de la Madre Teresa de Calcuta, por ejemplo, de lavado de activos. Por eso las expulsaron de Nicaragua, donde cuidaban a los pobres más pobres, y las acogieron en Costa Rica con los brazos abiertos.

También congelaron las cuentas de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y dejaron sin la modesta pensión a los sacerdotes de la tercera edad. Igual hicieron con innumerables parroquias y anularon la personería de diversas asociaciones católicas que atendían a poblaciones desfavorecidas que ignora el clan mafioso que gobierna Nicaragua.

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Protestas por el cierre de la UCA en Nicaragua. | Foto: AP

La delincuente Rosario Murillo celebró el cierre de la UCA, donde estudiaron tres de sus hijos y dijo lo siguiente, tanto de la universidad como de los jesuitas: “Cuánto daño han hecho a este pueblo, (centros) diseñados para el sometimiento y para espolear permanentemente al pueblo… Las sombras que nos impusieron los mezquinos, los miserables, los disfrazados de corderos cuando la verdad verdadera es que eran lobos que aullaban y desgarraban la piel de las y los nicaragüenses”.

Así los estudiantes universitarios no quieran manifestarse, los católicos y los sacerdotes tenemos la obligación moral de alzar nuestra voz contra esa despreciable dictadura y mostrar nuestro respaldo a la Iglesia nicaragüense.