Michel Forst e Iván Duque | Foto: Archivo particular

SEMANA EN VIVO

Diez puntos claves del informe de Michel Forst que critica el Gobierno Duque

Luego de conocerse el informe del relator de la oficina de derechos humanos Michel Forst, el Gobierno envió un polémico informe a la Asamblea General en el que lo acusa de no tener rigurosidad. ¿La ONU es un árbitro neutral? Reviva el debate en Semana en vivo.

2 de marzo de 2020

Volvió a tomar forma la polvareda que se levantó hace un año con la visita del relator de derechos humanos de la ONU, Michel Forst. Este miércoles, durante la presentación del informe en Ginebra, el diplomático frances recordó que identificó tres tendencias alrededor de lo que está pasando con los líderes sociales en Colombia. 

Según dijo, la primera es el alto número de asesinatos, la segunda la persistencia en los altos niveles de impunidad que perpetúa el ciclo de violencia contra ellos y finalmente se refirió a la constante estigmatización y criminalización. "Los perpetradores son la Policía y el Ejército, pero también los cárteles de la droga y el crimen organizado, así como los excombatientes de las Farc", dijo. 

Durante su intervención Forst llamó la atención a la comunidad internacional por los crecientes ataques a esta población por parte de las empresas internacionales que operan en Colombia". De acuerdo con el Centor de Información sobre Empresas y Derechos Humanos que adicionalmente presentó el relator, entre el 2015 y 2019 se presentaron 181 ataques contra quines platearon preocupación por la conducta de seis compañías. 

En ese sentido, Colombia es el segundo país más peligroso del mundo para las personas defensoras que se refirieron a casos de empresas. "Lo que a menudo se pasa por alto en este análisis es el papel de las empresas legítimas en el agravamiento de los ataques contra los defensores o líderes, la escala y el alcance de los ataques a los que ellos y ellas se enfrentan", advierte en el prólogo de la investigación. 

Al tiempo que la cancillería colombiana acusa al relator Forst de "objetividad e integridad", este se mantiene en la radiografía que hizo y de hecho criticó las recientes declaraciones de la ministra del Interior Alicia Arango, en las que afirmó que en Colombia matan a más personas por robarles el celular que por ser defensores de derechos humanos. 

SEMANA desagregó los puntos más críticos que reseñó Forst y lo tienen enfrentado con el Gobierno, que le vetó el ingresó al país. 

1) "El 24 de noviembre de 2016, el Gobierno y las Farc suscribieron el acuerdo para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera que puso fin a más de cinco decenios de conflicto armado entre las partes": Michel Forst (Página 4)

Aunque al interior de la Casa de Nariño todavía no hay consenso sobre el reconocimiento de la existencia de un conflicto armado, tal como lo dispuso la Ley de Víctimas aprobada en 2011, el Gobierno considera que es "impreciso e incorrecto" decir que el acuerdo puso fin a más de "cinco décadas de conflicto armado". Esto en parte se debe, según explica el documento, a que persisten en su accionar armado y violento el ELN, los Grupos Armados Organizados Residuales (GAO-R), los Pelusos, los Caparrapos y el Clan del Golfo. Si bien es cierto que las palabras escogidas por Michel Forst hacen parte del discurso oficial que se usó hasta el fin de la negociación en el gobierno de Juan Manuel Santos, ante el cambio de administración las palabras no cayeron muy bien. 

2) "Colombia sigue siendo el país con el mayor número de personas defensoras asesinadas en América Latina, y las amenazas en su contra se han disparado, en un contexto de altos índices de impunidad, pese a avances en esta materia": Michel Forst (Página 1)

A lo largo del informe, el diplomático francés tiene en cuenta tres entidades que llevan el conteo de los crímenes desde 2016 al 30 de junio de 2019 ya que el Gobierno todavía no cuenta con un sistema propio: 486 crímenes la Defensoría del Pueblo, 324 la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y 400 la organización Somos Defensores. El Gobierno, sin embargo, "rechazó tajantemente estas graves e irresponsables afirmaciones, en la medida en que el relator no aporta suficiente sustento fáctico para soportarlas y porque el relator desconoce información proporcionada por el Estado durante su visita". Por eso, le solicitan retirar esta afirmación del informe o si decide mantenerla le exigen "que se explique de manera detallada la metodología estadística aplicada para llegar a esa conclusión". 

3) "La visita tenía como principal objetivo examinar la situación de las personas defensoras de derechos humanos en Colombia y determinar si el Estado colombiano garantiza un entorno seguro y propicio para la defensa de los derechos humanos en todo el país": Michel Forst (Página 1)

Uno de los puntos que más parece haber molestado al Gobierno es que le hayan cambiado las reglas del juego en el transcurso de la visita. Mientras que la declaración de fin de la misión detalla que el propósito era “determinar, bajo un espíritu de cooperación y diálogo, si el Estado colombiano ha podido proporcionar un entorno seguro y propicio para los defensores y las defensoras de derechos humanos en todo el país” y “guiar los esfuerzos de la nueva administración para mejorar la protección de los defensores y las defensoras y mitigar los riesgos a los que se enfrentan.” Al final, sin embargo el diplomático anota que el objetivo fue “evaluar si el Estado colombiano garantiza un entorno seguro y propicio a los defensores y las defensoras de derechos humanos en todo el país y observar los esfuerzos de la nueva administración para mejorar la protección de las personas defensoras”.

4) "La tasa de impunidad de los homicidios contra los defensores y defensoras en Colombia se ha situado en torno al 95 %, frente a la tasa de impunidad de los casos de homicidios dolosos conocidos por las autoridades que se sitúa entre el 86,58 % y el 94,30 %": Michel Forst. (Página 8)

A pesar de que el Gobierno alega que el relator menciona como fuente el Informe Anual de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de 2018 "que en el párrafo 56 no indica una fuente que permita corroborar la referida afirmación", lo cierto es que la nota al pie de página indica que el diplomático francés tuvo en cuenta el informe que la organización Somos Defensores presentó en octubre pasado. El Estado colombiano considera que "se estaría desconociendo el progreso relacionado con la investigación penal en sus diferentes etapas procesales si se determina como solo criterio de referencia el esclarecimiento el número de sentencias condenatorias (que apenas alcanza las 33, más las 55 que están en etapa de juicio y 45 en investigación). (...) En consecuencia, consideran que es sesgado, limitado y por demás incompleto. No tiene en cuenta la debida diligencia con la que se atienden las investigaciones en el marco del deber de esclarecimiento de los hechos, sino exclusivamente y limitado al número de sentencias condenatorias proferidas". 

5) "Al relator le preocupa la aparente conexión entre (una empresa)*, la Brigada XVI del Ejército y la Estructura de Apoyo de la Fiscalía (EDA) en esta criminalización, y el posible impacto del Convenio entre (otra empresa) y la Fiscalía en la misma.": Michel Forst (Página 9)

Si bien es cierto que Forst no hace mención a ningún hecho criminal que comprometa a alguna de las dos compañías, llama la atención sobre lo riesgoso que resulta, que aunque estén amparados en la Ley 489 de 1998, la primera haya firmado un convenio con MinDefensa por 1.343.106 dólares para que el Ejército proteja su actividad y la otra cinco convenios desde 2015 con la Fiscalía por un monto de 24.698.485 dólares para que refuerce la capacidad investigativa y de judicialización. Para el Gobierno, "las acusaciones que formula el relator se realizan sobre la base de presunciones contra empresas sin considerar el impacto ni la dimensión política de sus afirmaciones, que el relator no está en capacidad de asumir. Agrega además: "No incluye información de los actores involucrados, lo que refleja la parcialidad y por ende falta de objetividad en el informe. Lo anterior, sin mencionar que brilla por su ausencia el material probatorio que sustenta las acusaciones que allí se consagran".

*SEMANA omite los nombres por seguridad. 

6) "Recientemente, Milena Flórez la segunda portavoz del Movimiento Ríos Vivos ha tenido que abandonar el país por las amenazas de muerte de grupos armados ilegales en relación con su trabajo como defensora": Michel Forst (Página 12)

Al Estado le preocupa que el relator incluya en sus informes "nombres de líderes y defensores por considerar que los expone. Del mismo modo el Estado colombiano cuestiona si el informe de la visita es el mecanismo idóneo para exponer casos puntuales o presentar situaciones de personas al Estado colombiano, y llama la atención sobre la necesidad de que los procedimientos especiales propongan al Estado mecanismos de cooperación en este aspecto" (...) Por eso, "el Estado solicita al relator que retire el nombre de personas y empresas". 

7) "La Comisión Nacional de Garantías de Seguridad (2017) […]. Si bien, según decreto, dicha Comisión debe reunirse una vez al mes, esta se ha reunido solo dos veces desde el cambio de Gobierno": Michel Forst (Página 5)

Para la fecha en que el relator visitó Colombia, "tan solo habían transcurrido tres meses desde la posesión presidencial, momento a partir del cual se inició un periodo de transición, usual en todos los cambios de Gobierno. De este modo, resulta apresurada la conclusión". Ahora bien, según pudo conocer SEMANA, el Gobierno cerró las puertas a la posibilidad de una segunda visita de seguimiento después de la tormeta que produjo el informe parcial que se conoció hace más de un año. De ahí que en las observaciones se hayan incluido una extensa explicación de los programas, planes y métricas que ha alcanzado el Gobierno en materia de derechos humanos en lo que va corrido de su administración.

8) "Entre 2015 y 2018 se han registrado al menos 115 incidentes que incluyen actos de intimidación, estigmatización, criminalización, desplazamiento forzoso y hasta asesinatos de defensores en zonas con fuerte actividad empresarial": Michel Forst (Página 17)

De acuerdo con el documento del Gobierno divulgado este miércoles, "repetidas denuncias carecen de fundamento suficiente para afirmar la connivencia del Estado o su inacción. Al respecto, el Estado solicita mayores elementos que permitan la sanción de los responsables de estas conductas, que de ninguna manera representan el mandato de las autoridades". Ante ese panorama, los voceros del gobierno del presidente Duque le solicitan a Forst que "exponga, por fuera del informe, cada una de las denuncias que le fueron presentadas, señalando en detalle los casos de corrupción o connivencia de miembros específicos de los cuerpos de seguridad del Estado con grupos armados ilegales, así como de irregularidades en el financiamiento de campañas políticas". 

9) "En octubre, volvieron a salir a la calle para denunciar la represión del Esmad, el relato estigmatizador en contra del movimiento estudiantil y los casos de corrupción al interior de las instituciones de educación superior, y por la defensa de un modelo de educación gratuito y universal". (Página 15)

Aunque el Estado colombiano exige que en el cumplimiento de su mandato el relator "actúe con total imparcialidad y objetividad, única garantía de ecuanimidad en sus reportes", debido a que en la versión divulgada por el Estado complementa la frase con: "... gratuito y universal alcance de nuestros sueños”, lo cierto es que el documento al que tuvo acceso SEMANA no incluye por ninguna parte esa mención. 

10) "El retraso y falta de determinación política y de designación de fondos suficientes para la implementación del acuerdo de paz, que prioriza, entre otros, el desmantelamiento de estos grupos y la presencia integral del Estado, es sin duda una de las causas estructurales clave que mantienen la situación de riesgo de los defensores". (Página 18)

El Estado "rechaza tajantemente la conclusión planteada por el relator pues la considera falsa y apresurada". En parte, argumentan que el presidente Duque mostró voluntad cuando decidió renovar el mandato de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas. Adicionalmente, explican que de los 12.950 excombatientes que se mantienen en el proceso de reincorporación, el 98% de ellos está afiliado a salud y el 83% cuenta con afiliación a algún régimen pensional y se han desembolsado USD 37,4 millones para el pago de las garantías económicas incluidas en el acuerdo y que por decisión de este Gobierno se mantendrá mientras los excombatientes permanezcan en la ruta de reincorporación.

El debate

El episodio del relator Michel Forst, se suma a las críticas que el presidente Iván Duque le hizo al informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Precisamente, sobre eso debatieron en Semana en vivo los representantes a la Cámara Edward Rodríguez (Centro Democrático) y Juanita Goebertus (Verde), junto al senador Roy Barreras, el abogado Iván Cancino y la periodista Camila Restrepo.

Al respecto hay varias miradas, para el representante uribista Edward Rodríguez el Gobierno Duque “está respetando los derechos humanos” y le parece que el informe de la ONU está “mirando el bosque y no el árbol”, porque considera que no pone en verdadero contexto las cifras y las afirmaciones. “Uno queda triste que no se reconozca lo que se ha hecho en las regiones”, asegura.

Una de las declaraciones más fuertes contra la ONU por parte del partido de gobierno vino del senador Ernesto Macías, quien exhortó al presidente Duque a revisar la relación de Colombia con la ONU y a cerrar la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos porque está “convertida en guarida politiquera con sesgo ideológico pasional. Acá tenemos Procuraduría, Defensoría del Pueblo y Consejería para los DD.HH”. Al respecto el representante Rodríguez aseguró que hay que revisar si hay “sesgo ideológico en la ONU” y aseguró que es momento de dar el debate sobre si es pertinente que esta oficina de la ONU “este hablando de políticas públicas que nos competen al Estado".

Por otra parte, el senador Roy Barreras asegura que Duque cometió un “error político enorme” con sus recientes declaraciones. “A mí me parece que hay que pedirle excusas a Naciones Unidas”, dijo el senador, quien además considera que el informe es bastante justo con el gobierno porque le reconoce esfuerzos, pero “dice la verdad”, lo cual incomoda al presidente.

Además, le parece que hay un doble rasero: “Esto es como si en un partido de fútbol yo cometo una falta y a mí no me gusta el árbitro y pido que lo saquen. Naciones Unidas es un árbitro neutral (…) Cuando Naciones Unidas sale en defensa de Andrés Felipe Arias al gobierno y al partido de gobierno les pareció muy bueno el informe. Entonces cuando el informe es contra la dictadura de Maduro y defiende Arias la ONU es muy buena pero si el informe señala que es insuficiente para parar la matanza entonces es una guarida de izquierdosos”, aseguró.

El abogado penalista Iván Cancino asegura que el Alto Comisionado de la ONU para los DD.HH no usó el mismo rasero para evaluar lo que ocurre en Colombia. Dice que fue “suave” con la JEP, pero no con la labor del Gobierno. “La ONU es un árbitro que ante la misma jugada a un equipo le saca roja y a otro no le saca ni la lengua”, dijo Cancino, usando la misma idea del partido de fútbol con la que ejemplificó Barreras.

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