POLÍTICA
"Volvería a sacrificar la popularidad por tantas vidas salvadas": Santos al nuevo Congreso
El presidente dio su último discurso con esa investidura ante el Capitolio, donde instaló el Congreso electo. Pidió continuar la implementación de lo pactado con las Farc y que se busquen acuerdos mínimos para superar la polarización. "Eso les pido: moderación y unidad".
Juan Manuel Santos se dirigió al Congreso por última vez como el presidente de la república. Y lo hizo pasando lista de los logros de su gobierno, uno que contó, durante ocho años, con las mayorías para promover su agenda, cohesionado especialmente alrededor de los acuerdos de la paz que finalmente se firmaron con las Farc que, en un momento histórico, tuvo a representantes propios, ya como senadores y representantes, escuchando el discurso.
Y fue la paz precisamente el logro que más subrayó, y al que mayor orgullo le resaltó, en esa especie de rendición de cuentas en el Capitolio. Como frutos del acuerdo señaló que ahora el rubro de inversión estatal más alto sea la educación y no la guerra, que el turismo y la inversión extranjera se dispararon y, sobre todo, que en 2017 se registró la tasa de homicidios más baja de los últimos 40 años.
"Lo dije hace un año y lo repito hoy, ad portas de regresar a mi condición de ciudadano raso: la popularidad –esa caricia efímera para la vanidad– la sacrifiqué gustoso y la volvería a sacrificar… ¡a cambio de una sola de esas vidas salvadas!", dijo, y la mayor parte del Congreso le respondió con un aplauso largo y sostenido. Fue un momento emotivo. Muchos de los parlamentarios se pusieron de pie.
"Por eso hoy les digo –no como presidente saliente, sino como un colombiano más que quiere a su país– a ustedes, congresistas, y al próximo presidente Duque: ¡Cuiden la paz que está naciendo! ¡Cuídenla! ¡Defiéndanla! ¡Luchen por ella! Porque es el bien más preciado que puede tener cualquier nación. Hoy exhorto al Congreso y al nuevo gobierno a que continúen con la debida implementación de lo pactado", dijo Santos ante los nuevos parlamentarios.
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El presidente hizo énfasis especial en ese último punto, la importancia de avanzar en el cumplimiento de los acuerdos, especialmente ante los anuncios del nuevo gobierno del presidente Iván Duque, con mayorías legislativa, de modificar varios puntos de lo pactado. "Si se persiste en la pretensión de cambiar puntos sustanciales del acuerdo, se corre el riesgo de –ahí sí– hacer trizas la gobernabilidad y malgastar el tiempo de este Congreso en el empeño inútil de cambiar el pasado, en lugar de dedicarse a la tarea positiva de construir un mejor futuro sobre las bases de reconciliación que dejamos sentadas".
Luego de pedirles a los nuevos congresistas por la protección de su mayor legado, Santos hizo un recorrido por los demás temas que ocuparon su gobierno y los retos más urgentes que quedaron pendientes. "Y subsisten otros retos, que hay que afrontar con decisión, como los asesinatos de líderes sociales –que nos duelen y le duelen a todo el país–. Qué bueno que representantes de todas las vertientes políticas, sin excepción, firmaron la proclama de rechazo a estos asesinatos".
Frente al narcotráfico, un flagelo agravado en los últimos años, en los que los cultivos de coca en el país alcanzaron su tope histórico, rondando las 200.000 hectáreas sembradas, el presidente recalcó la necesidad de replantearse los términos de esa lucha. "Una guerra que llevamos perdiendo medio siglo no la vamos a ganar si no cambiamos de estrategia".
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También se refirió a otro asunto polémico de la lucha contra las drogas: el uso del glifosato, que se suspendió en su gobierno, y que sería reactivado en el de Duque. "Volver al pasado, a la fumigación, y meter a la cárcel a los campesinos y a los consumidores –que son más bien víctimas y enfermos–, sería volver al fracaso. Hay que arreciar, eso sí, la mano dura contra los traficantes y las mafias".
En materia social, Santos destacó que más de la décima parte de la población salió de la pobreza durante su mandato; que se alcanzó la cobertura universal en salud y que se logró el acceso a agua potable de 6,8 millones de personas durante sus dos gobiernos.
El presidente también se mostró orgulloso de las 30 millones de hectáreas protegidas que se declararon en su gobierno, en categorías como las zonas Ramsar y las reservas forestales de la Amazonia. Un punto en el que la joya de la corona es el parque Chiribiquete, al oriente colombiano, una de las zonas protegidas más grandes del mundo.
Entre las deudas que dejó pendientes, Santos señaló las reformas a la justicia y al sistema pensional."Como todo gobernante, he hecho lo que estuvo a mi alcance –con aciertos y también con equivocaciones– para mejorar la calidad de vida de nuestra población", dijo.
Santos cerró su última intervención en el Congreso como presidente para hacer un llamado a la unidad, a superar la polarización que marcó su gobierno, especialmente a raíz de su apuesta por la paz. "Mi recomendación a ustedes, señores congresistas –y a los colombianos–, es que construyan los comunes denominadores, los acuerdos mínimos que necesita toda democracia para ser gobernable. Que impere la moderación sobre la polarización (...) Eso les pido: moderación y unidad".