NACIÓN

Disidencias de las FARC en Caquetá declaran objetivos militares a políticos, funcionarios y periodistas

Las Fuerzas Militares valoran la autenticidad del escrito en un consejo de seguridad extraordinario, donde participan diferentes autoridades.

24 de marzo de 2021
Reaparecieron Iván Márquez, el Paisa, Romaña y Jesús Santrich vestidos de guerrilleros y con fusil al hombro. ¿Son una amenaza real para la estabilidad política y el orden público?

En un consejo de seguridad, las autoridades se encuentran verificando la autenticidad de un panfleto que apareció en las últimas horas en el departamento del Caquetá, en donde las disidencias de las FARC tienen presencia permanente y acostumbran realizar este tipo de amenazas.

En el escrito se menciona que habrá represalias en contra del gobernador de Caquetá y de los alcaldes de Solano, San Vicente del Caguán y Puerto Rico, quienes según el papel que está circulando se habrían apoyado en dicha estructura, “pero ahora los desconocen”.

“Declarar objetivo militar al gobernador de Caquetá, de los alcaldes de Solano, San Vicente del Caguán y Puerto Rico, que se apoyaron en nuestra estructura para llegar al poder y ahora nos desconocen”, señala el escrito.

En otro punto de la comunicación se indica que también se declara como objetivo militar a periodistas que falten a la verdad, y mencionan al comunicador Andrés Cardozo de Caracol Noticias.

SEMANA consultó con fuentes militares e indicaron que se encuentran revisando el documento, pero señalaron que existe una posibilidad de que sea falso.

Uno de los puntos que les indicaría que la comunicación no viene de las disidencias es que en el punto dos se niega que haya una división entre los exjefes de las FARC Iván Márquez, Óscar Montero y Gentil Duarte.

El panfleto intimidatorio es firmado por la llamada Segunda Marquetalia, Bloque Sur.

Es de recordar que la Segunda Marquetalia fue como bautizó el desertor del Proceso de Paz, Iván Márquez, cuando hizo su alzamiento en armas junto a Jesús Santrich, Romaña y El Paisa.

El organigrama de la Segunda Marquetalia o Narcotalia, como la llama el Gobierno, quedó así: el jefe máximo es Iván Márquez y en orden de jerarquía aparecen ‘el Paisa’, Santrich, José Vicente Lesmes (alias Wálter Mendoza), Henry Castellanos Garzón (alias Romaña), José Manuel Sierra Sabogal (alias el Zarco Aldinever) y Francisco Antonio Durango Úsuga (alias Ariel Quinto o ‘la Frita’). Luego de esta dirección nacional, en el organigrama se habla de una dirección intermedia.

Allí aparecen hombres identificados con los alias de Villa Vásquez, Nelson Robles, Gonzalo Chalo, Rusbel Rumba o Rusbel Ramírez, Loco Iván o Iván Merchán, Diego Obando o Diego Gutiérrez, Enrique Marulanda, William Malaver (alias Gerson González), Daladier Cardona, Julián Suárez, Paola Ramírez y Jhurleny Guerrero.

Los objetivos

De acuerdo con información de inteligencia militar, más allá de dedicarse al negocio de la droga, las nuevas disidencias de las FARC representan una amenaza seria para la seguridad de Colombia. Pretenden fortalecer su presencia en las ciudades, tienen en la mira las elecciones de 2022, buscan posicionarse a nivel local y su meta es configurarse como el principal aparato político y armado ilegal del país, tratando de infiltrar organizaciones legales de izquierda. Sin duda, intentan deslegitimar las instituciones, como la fuerza pública, tratando de menguar su capacidad operativa.

Los organismos de inteligencia consideran que para Márquez y su gente es clave generar conatos de insurrección, camuflados en huelgas generales y movilizaciones espontáneas. Si hay algo que preocupa a las autoridades es que uno de sus planes es priorizar alianzas estratégicas con otros grupos armados organizados, con pactos de no agresión, para aumentar su capacidad financiera y poder de ataque contra la fuerza pública.

Su actividad comunicacional es intensa y está dirigida a jóvenes, organizaciones sociales, campesinas, de derechos humanos y víctimas de la violencia, entre otros. Márquez sabe que necesita un trabajo de masas.

Las autoridades colombianas monitorean los planes de unión entre Gentil Duarte y Márquez, cuyo único obstáculo es alias Iván Mordisco, quien le declaró la guerra a Márquez por el control del negocio del narcotráfico.

El problema de esa alianza en todo el territorio nacional es que quedaría una fuerza compacta de unos 5.000 hombres armados en toda Colombia, dominando amplios territorios en Cauca, Nariño, Chocó y las zonas fronterizas con Venezuela y Ecuador.

Los días en libertad de Márquez, Santrich, ‘el Paisa’ y ‘Romaña’, pedidos en extradición por Estados Unidos y por cuyo paradero se ofrece una millonaria recompensa en dólares, parecen estar contados, pues están en la mira junto con sus lugartenientes.

Desde mayo del año pasado, las Fuerzas Militares les han propinado 12 golpes contundentes a las disidencias, especialmente en la estructura militar. El dilema para los disidentes es seguir en la guerra o entregarse, como ya lo han hecho 100 de ellos, quienes se acogieron a los beneficios del Decreto 965, expedido por el gobierno Duque en julio del año pasado. Solo esta semana se entregaron 24 en el Catatumbo, Putumayo y Cauca.